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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado
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Viaje a Mozambique (4): ¿Dónde fue a parar la revolución socialista?

Uno de los primeros interrogantes que me surgieron al llegar a Mozambique fue el de qué había sucedido a la revolución y a los principios marxistas proclamados por el partido en el poder desde la independencia del país, el FRELIMO.

José Mucavele fue una de las personas que me ayudó a resolver este misterio. Como ya os comenté, me citó en la terraza del Café Acacia del Jardim dos Professores de Maputo donde mantuvimos una conversación muy interesante. A él también llegué gracias a los contactos que me pasó Alejandro de los Santos, de Afribuku.

Estamos hablando de un guerrillero del FRELIMO, fundador del Ministerio del Interior tras la Independencia del país y fundador de Rádio Moçambique que un día decidió dejar la política para perseguir su verdadera vocación: la música. Ahora cree que el sueño de construir un país unido y mejor para todos se puede lograr antes a través del arte que de la política.

José Mucavele.

El FRELIMO (Frente de Libertação de Moçambique), me comenta Mucavele, fue fundado el 25 de junio de 1962 en Dar-es-Salaam, la capital de Tanzania. Surgió de la integración de tres diferentes organizaciones que se unieron para crear un movimiento guerrillero que luchara por la independencia de Mozambique. Durante estos años recibió el apoyo de China, la URSS y los países escandinavos. Además, Julius Nyerere, el presidente tanzano fue uno de sus grandes mentores. Eduardo Mondlane fue el primer presidente del grupo.

Tras la independencia de Portugal, en 1975, el FRELIMO, en su tercer congreso, celebrado en febrero de 1977, se transformó un un partido político de inspiración marxista-leninista. Hasta la nueva constitución de 1990, el FRELIMO gobernó Mozambique bajo un sistema de partido único. Fue ese documento el que introdujo el régimen multipartidista. A partir de ese momento, el partido ha seguido gobernando el país al ganar todas las elecciones realizadas hasta el momento.

Este año el FRELIMO recuerda el 50 aniversario de su fundación y ha celebrado su 10 congreso en la ciudad de Pemba, la capital de la provincia de Cabo Delgado. Este ha sido un escaparate de lo que el partido es en la actualidad. Comenta Ed Cropley, en una crónica para Reuters, que el marxismo ha quedado superado por el amor al dinero que muestran los dirigentes del partido.

Esta es la marca de los nuevos tiempos que vive el país: sacudido por un auge de las explotaciones minerales, especialmente las de gas y carbón, el dinero fluye pero no llega a los ciudadanos, los dirigentes visten las últimas modas llegadas de Europa, mientras muchos ciudadanos, especialmente los de las zonas rurales, luchan por sobrevivir… A parte del tratamiento de “camarada”, que imponen las buenas maneras políticas, y el fusil kalashnikov que sigue presidiendo la bandera del país poco queda ya de la revolución marxista.

La corrupción abarca todos los estamentos del país. Es un tema que está en boca de todos. Cuando indagas sobre ella, todos terminan poniendo de ejemplo al actual presidente y secretario general del partido, Armando Emilo Guebuza; “el hombre más rico de Mozambique”, apostilla cualquier interlocutor. Me comentaba un amigo que le gusta presumir que empezó sus negocios vendiendo patos y se pregunta, entre risas, “¿cómo él lo consiguió y yo que también vedo patos no salgo de pobre?”. Luego añade que la filosofía de los políticos ha quedado reducida a algo así como “nosotros ya sufrimos mucho luchando por la libertad, ahora ha llegado la hora de enriquecernos”. Y los jóvenes que llegan a la política, dice él, "ven lo que los ancianos hacen y les imitan, así nunca hay dinero para ayudar a los más pobres".

Niños en la aldea de Muhalaze, en el distrito de Matola.

Quizás sean estas algunas de las razones que llevaron al desengaño a José Mucavele. Nacido en Chibuto, en la provincia de Gaza, en 1950. En 1967 llegó a Lourenço Marques (nombre colonial de Maputo) para continuar sus estudios de secundaria. Allí vivía en casa de su tío. Trabajaba de día y estudiaba de noche. Su primer trabajo fue de pintor publicitario y dice que allí descubrió su vocación de artista. También fundó un grupo musical llamado Os escravos que pronto empezó a ser perseguido por la policía debido al contenido político de sus canciones. Fue en esos años cuando Mucavele empezó a involucrarse en política, debido a la influencia de algún familiar y a lo que él llama “comunismo de café”.

Fue así como llegó hasta el FRELIMO, al que se unió en Lusaka, la capital de Zambia, y de ahí pasó a Tanzania para ser entrenado militarmente. Participó en la guerra de independencia y llegó a ser el Comandante Nacional de la Segunda Sección del Ministerio del Interior, que él ayudara a fundar en 1975.

En 1976 fue enviado a dirigir una empresa nacional y esa experiencia fue el comienzo de su desengaño con la política. También fundó Rádio Moçambique, la cual dirigió hasta 1978, cuando decidió abandonar la política definitivamente. En 1979 tocó en el palacio presidencial ante el presidente Samora Machel, con el que pudo hablar y explicarle su situación. Este le entendió y le autorizó a dejar sus cargos. “Eso hizo que yo fuera lo que soy”, me comenta. Así pudo dedicarse a investigaciones étnico musicales, que es lo que le gusta.

Monumento a Samora Machel en la Plaza de la Independencia de Maputo.

Pregunto a José Mucavele si le fue duro dejar la política y, tras un corto silencio, me contesta: “la gente honesta no es para la política”.

Lleva años embarcado en un gran proyecto: hacer una demostración de unidad nacional mozambiqueña, sus diversas regiones y gentes, a través de la cultura. “Es como si se tratase de distintas piezas que siempre acaban encajando. “Un proyecto con muchas dificultades pero una experiencia gratificante”. “Cuando voy a un pueblo y toco, todos entienden mi música. Esto es un desafío para los políticos que hablan de unidad nacional pero no hacen nada para conseguirla”.

José Mucavele sigue siendo miembro del FRELIMO, pero es muy crítico con sus dirigentes. Le preguntó dónde quedó la revolución y los ideales que defendían durante la guerra de independencia. Me contesta que debo tener en cuenta que aquel primer FRELIMO era un movimiento al que se adhirieron todos los mozambiqueños para luchar por una causa común, la independencia. Ahora, el FRELIMO es un partido político que no tiene que ver nada con lo que fue. En sus palabras se siente el desengaño y acusa a los líderes actuales de haber traicionado los ideales por los que lucharon: “una filosofía de gobierno y desarrollo que sería lo mejor para todo el mundo”. “Para defenderla tuvimos que luchar nuevamente contra la RENAMO, apoyada por el gobierno de Ian Smith en Rhodesia del sur (hoy Zimbabue) y de Pieter Botha en Sudáfrica, y ahora se ha olvidado todo aquel sacrificio”.

Vendedora en la playa de Maputo.

Según Mucavele, esto se refleja en lo que todos llaman el milagro económico de Mozambique, que no es tal, según él: “El nuestro es un país muy rico, hay mucha riqueza, muchos recursos, pero el dinero que generan no se utiliza para ayudar al país, sino para otros fines, se queda en los bolsillos de los políticos”.

El otro punto en el que él cree que se ha torcido la revolución es en que la avaricia de los dirigentes está llevándoles a vender el país a los extranjeros. “Son estos los que controlan nuestra riqueza, por eso toda sale fuera”. No soporta que el actual gobierno esté dando tantos beneficios a los portugueses que “están regresando al país en oleadas, huyendo de su propia pobreza”. “Hemos olvidado la historia, lo que esa gente nos hizo, lo que sufrimos para recobrar nuestra dignidad y ahora firmamos acuerdos preferenciales con ellos que les permiten regresar como si nada hubiera pasado”, me comenta. Le digo que pasa lo mismo con los chinos que están en todas partes y controlan grandes sectores de la economía de Mozambique y, en este caso, él los defiende. Dice que ellos les ayudaron cuando estaban luchando contra los portugueses, que les vendieron armas y les mandaron instructores, que les acompañaron en la victoria y por eso están en el país. “Ellos se lo han ganado, tienen derecho a estar aquí”. Lo único que no le gusta de ellos es que quieren construir una especie de Chinatown, una ciudad solo para ellos, en Catembe, al otro lado de la bahía de Maputo, con un puente para unir las dos urbes.

Jóvenes bailando un sábado por la noche en Maputo.

Es el tercer aspecto donde ve que la revolución ha fallado. “Queríamos formar generaciones de jóvenes que tuvieran ideas propias y que pudieran hacer de Mozambique un lugar más africano y más mozambiqueño, pero fracasamos. Ya lo dijo Samora Machel: esta es una generación que no se cría aquí; el cuerpo está aquí, pero tiene la cabeza en los Estados Unidos y el corazón en el Reino Unido. No conocen su música, su cultura, los de las ciudades ni siquiera hablan su propia lengua”. Y concluye, “no tienen identidad”.

Desencantado de la revolución y de la política José Mucavele se refugia en su música. Gracias a la ayuda de la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (AECID) ha podido continuar su trabajo. Ahora su sueño es construir una escuela donde poder transmitir su arte. Una muestra de este es el tema Balada para as minhas filhas, que donó a UNICEF para que la utilizara en su promoción de los derechos del niño en Mozambique. Se trata, quizás, de su tema más conocido, un auténtico himno en el país.

TODAS LAS FOTOS, CHEMA CABALLERO

Comentarios

Chema Caballero:Creo que esta coleccion de post esta mal titulada no es "Viaje a Mozambique", sino "Viaje a Maputo"No hay que tomar el avion para ir en carro a Chokwe y ver los inmensos campos de arroz abandonados. Quiza entonces comprenderian el abandono de la revolucion "socialista", que llevo ese rico pais a la miseria.Escribo esto desde una habitacion donde hay una "capulana" del "1ª festival nacional da cançâo e musica tradicional" y una hoja enmarcada del diario Noticias con la "Declaraçâo dos direitos da criança moçambicana"Creo que han hecho un largo viaje para ver solo el escaparate del pais. En el fondo es un planteamiento de "blancos", en el sentido negativo del termino.Con saudadesJose Luis Ramos.
José Luis, gracias por ser fiel a esta serie y mandar tus comentarios cada semana. Solo pedirte un poco de paciencia, no hemos hecho más que empezar el viaje. Ya saldremos de Maputo.
Señor Caballero (valga la redundancia) le agradezco sinceramente el trabajo que hace a pie de carretera, nosotros no tenemos saudades, cuando queremos ir a algún sitio vamos, contemplamos la vida como sociólogxs en vez de periodistxs, porque es así el buen periodismo. Gracias de nuevo por publicar noticias sobre nuestro continente. P.D,. Los sociólogos y los periodistas no tienen ni deben resolver los conflictos: sólo narrarlos, analizarlos y a ser posible hacer accesibles sus trabajos al público de la calle.
Este artículo de El País puede aclarar bastante de que va la crisis en España, y en Europa en realidad:http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/09/22/galicia/1348341335_821181.htmldar a compartir si estas de acuerdo, por fa.
¡Hola Chema Caballero!Enhorabuena por el artículo, me ha gustado.Un saludo.
Buena entrevista. Sobraba la publicidad gratuita a la AECID, pues es caer de nuevo en un lugar común, en esa visión romántica del Norte sobre el Sur traducida en la cooperación. Efectivamente, el país es ofrecido al extranjero por las élites. Como ejemplo, el proyecto Pro-Savana, en el que el Gobierno está ofreciendo 6 millones de hectáreas a campesinos brasileños para convertirla en el "novo cerrado". Pregunte a un Mozambiqueño qué piensa de eso y conocerá la visión sobre el extranjero reproducida por el poder.
Buena entrevista. Sobraba la publicidad gratuita a la AECID, pues es caer de nuevo en un lugar común, en esa visión romántica del Norte sobre el Sur traducida en la cooperación. Efectivamente, el país es ofrecido al extranjero por las élites. Como ejemplo, el proyecto Pro-Savana, en el que el Gobierno está ofreciendo 6 millones de hectáreas a campesinos brasileños para convertirla en el "novo cerrado". Pregunte a un Mozambiqueño qué piensa de eso y conocerá la visión sobre el extranjero reproducida por el poder.
Chema Caballero:Creo que esta coleccion de post esta mal titulada no es "Viaje a Mozambique", sino "Viaje a Maputo"No hay que tomar el avion para ir en carro a Chokwe y ver los inmensos campos de arroz abandonados. Quiza entonces comprenderian el abandono de la revolucion "socialista", que llevo ese rico pais a la miseria.Escribo esto desde una habitacion donde hay una "capulana" del "1ª festival nacional da cançâo e musica tradicional" y una hoja enmarcada del diario Noticias con la "Declaraçâo dos direitos da criança moçambicana"Creo que han hecho un largo viaje para ver solo el escaparate del pais. En el fondo es un planteamiento de "blancos", en el sentido negativo del termino.Con saudadesJose Luis Ramos.
José Luis, gracias por ser fiel a esta serie y mandar tus comentarios cada semana. Solo pedirte un poco de paciencia, no hemos hecho más que empezar el viaje. Ya saldremos de Maputo.
Señor Caballero (valga la redundancia) le agradezco sinceramente el trabajo que hace a pie de carretera, nosotros no tenemos saudades, cuando queremos ir a algún sitio vamos, contemplamos la vida como sociólogxs en vez de periodistxs, porque es así el buen periodismo. Gracias de nuevo por publicar noticias sobre nuestro continente. P.D,. Los sociólogos y los periodistas no tienen ni deben resolver los conflictos: sólo narrarlos, analizarlos y a ser posible hacer accesibles sus trabajos al público de la calle.
Este artículo de El País puede aclarar bastante de que va la crisis en España, y en Europa en realidad:http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/09/22/galicia/1348341335_821181.htmldar a compartir si estas de acuerdo, por fa.
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