A James Franco le sale caro hacer novillos
Un profesor del actor de la Universidad de Nueva York lo demanda por considerar que las críticas a su asignatura provocaron su expulsión del centro
Entre rodajes como actor, trabajos detrás de la cámara, escrituras de guion y diseños de camisetas, el polifacético James Franco también encuentra tiempo para acudir a la Universidad. De hecho, casi se podría decir que la actividad más constante del candidato al Oscar por 127 horas es la de estudio, a tenor de los doctorados y cursos de postgrado en los que el intérprete se ha matriculado desde que en 2006 retomara sus clases en la Universidad de UCLA, tras haberlas abandonado 10 años antes. Sin embargo, ese interés por su formación académica podría salirle caro. Un antiguo profesor de la Universidad de Nueva York (NYU) acaba de demandarlo acusándole de haber provocado su expulsión del centro por haberlo suspendido.
En 2010 el profesor de Dirección de Actores II, José Ángel Santana, suspendió a Franco alegando que únicamente había acudido a dos de las 14 clases programadas. “Quien quiera que estuviera en la silla vacía de Clint Eastwood en la Convención republicana estuvo más presente en mis clases que el señor Franco”, explicó Santana a The New York Post, en alusión al discurso que el veterano director ofreció en el cónclave conservador la semana pasada. En septiembre de 2011, Santana fue expulsado de la NYU donde llevaba impartiendo clases desde 1979. El docente asegura que su despido vino motivado por no haber aprobado al actor, razón por la que también demandó a la Universidad en diciembre pasado.
Preferí rodar '127 horas' en lugar de acudir a su clase. Llevo ocho años yendo a clases de interpretación y consideré que era preferible trabajar con Danny Boyle que dedicar mi tiempo a un mal profesor” James Franco
Cuando en abril Franco fue preguntado al respecto, se limitó a contestar que la Universidad, en la que él imparte clases sobre adaptación de poseía a cortos cinematográficos, nunca había expulsado a nadie por suspender a un alumno y que consideraba la asignatura de Santana una “pérdida de tiempo”. “Preferí rodar 127 horas en lugar de acudir a su clase. Llevo ocho años yendo a clases de interpretación y consideré que era preferible trabajar con Danny Boyle que dedicar mi tiempo a un mal profesor”, explicó. Cuando en 2009 la Universidad de UCLA le ofreció la posibilidad de pronunciar el discurso en la ceremonia de graduación del año siguiente, el 80% de los alumnos se opuso por su mal expediente académico.
Ahora, el actor asegura que si no asistió más a que a un par de clases de la asignatura de Santana fue por lo mal profesor que era, pero si hubiera alegado que no posee el don de la ubicuidad, la excusa también hubiera sido plausible. 2010, el año en el que no logró aprobar la asignatura de Dirección de Actores II, es un ejemplo del apetito voraz y omnipresente del actor por cultivarse. Tras graduarse en un máster de Arte por UCLA, el intérprete fue admitido en la Universidad de Nueva York, ciudad en la que ya estaba recibiendo clases de Escritura Creativa en el la Universidad de Brooklyn, que compaginaba con un curso de poesía en la Universidad Warren Wilson en Carolina del Norte. No contento con semejante menú académico, también fue admitido en Yale, en Connecticut, para un doctorado en Lengua y Literatura inglesa, un doctorado que el año pasado compaginó con otro programa de Escritura Creativa de un mes en la Universidad de Houston (Tejas).
Es un misterio si Franco ha conseguido aprobar o incluso asistir a todas las asignaturas en las que se ha matriculado en los últimos años, o si dejó de acudir por considerarlas una pérdida de tiempo, como la de Santana, o por no tener tiempo para estar presente en todas. El actor, no obstante, debería tener cuidado, porque los suspensos podrían salirle muy caros.
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