Mi vecino, el constructor
Mi vecino es constructor, o lo era. Y yo funcionario, de momento. Hace no tanto, cuando la realidad era de papel celofán, el horizonte un interminable bosque de grúas y las avenidas se alfombraban de coches de alta gama recién estrenados, le confesé lo que ganaba y su respuesta fue tan contundente como sustanciosa: “Yo por ese dinero ni me levanto de la cama”. Hoy es de los que suman su vozarrón contra los empleados públicos. Así somos. Así nos va.— José Luis Peira.
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