Por la paz entre los pueblos

La política europea actual es antisocial y antidemocrática. Una política con estas características siempre pone en peligro la paz social, causando pobreza, falta de perspectiva y falta de identificación con el Estado.

Una política con estas características, que viene obligada por causas externas —como mercados financieros, gobiernos extranjeros o instituciones supranacionales— agrava este peligro de forma extrema. Una diana externa a la que dirigir la frustración pone en riesgo la paz entre los pueblos. Situaciones de frustración y pobreza unidas a la humillación por parte de fuerzas externas han resultado en guerras, como Alemania bien debería saber.

La primera obligación del ciudadano europeo es resistir al impulso fácil de culpar un país entero por una política errónea de pocos. Hay que saber que también en Alemania, hasta en la prensa conservadora, existe una masiva crítica al comportamiento del Gobierno alemán frente al resto de Gobiernos europeos.

Yo hago un llamamiento desde Alemania: no dejemos que una crisis causada por los mercados financieros y manejada de forma errónea por una política de pocos ponga en peligro la paz entre los ciudadanos en Europa.

Para que nuestros hijos y nietos puedan beneficiarse de esta convivencia pacífica que nosotros, ciudadanos, hemos logrado después de siglos de guerra.— Christopher Hörster. Jurista alemán.