Piratas (II)
Foto de Christian Asslund/Greenpeace (Informe 2011 sobre flotas de arrastre).
VER AQUÍ EL PRIMER ARTÍCULO DE ESTA SERIE, PIRATAS (I)
La empresa española PESCANOVA es líder en el sector de la captura, procesado, elaboración y distribución de productos del mar. Fundada en 1960, desde sus inicios desarrolló una nueva tecnología para el proceso completo de manufacturación de pescado mediante el uso de grandes buques congeladores que procesaban y ultracongelaban las capturas a bordo del propio barco. Esta innovación fue toda una revolución que consolidó a la empresa gallega como líder indiscutible del mercado nacional e internacional.
Pescanova también fue pionera en la expansión internacional creando empresas mixtas en terceros países, en la mayoría de los casos asociadas a la compra-venta de derechos de pesca. Es decir la venta del derecho a capturar un determinado número de toneladas de una especie marina en las aguas de un Estado. Un recurso al que acuden muchos países pobres para obtener dinero.
Esta ha sido la clave utilizada por Pescanova para introducirse en varios países africanos como Namibia, donde la compañía gallega es el primer inversor extranjero y controla el 41% del negocio de procesado de merluza gracias a su empresa filial NovaNam, Mozambique, donde operando bajo el nombre de Pescamar (puesta en marcha en colaboración con el gobierno del país) controla el sector pesquero con un 80% de las acciones. También está presente en Angola a través de su filial Marnova.
Al mismo tiempo, sus barcos trabajan en todos los caladeros africanos posibles, no siempre de forma legal. Por ejemplo, en un suplemento hagiográfico sobre la compañía, publicado en 2010 por La Opinión A Coruña, titulado "Hace 50 años que Galicia congeló el mar", se cuenta que, en 1962, “el Andrade protagonizó otra de las expediciones y se dirigió a África del Sur, donde también se sabía que había merluza. Pero no llegó a completar su singladura: a la altura de Namibia la pesca fue tan abundante que completó sus bodegas y emprendió el regreso al puerto vigués (…) Más adelante se descubrieron otros caladeros ricos en diversas especies en aguas de Senegal, Guinea Bissau, Guinea Conakry, Sierra Leona, Liberia, Nigeria, Camerún y Angola (…) El que fuera capitán del Villalba, Antonio Andonegui Antxon, relata en el libro Por todos los mares del mundo la siguiente anécdota relacionada con la rampa de popa que estrenaban: ‘Fuimos a África del Sur y en el primer lance reventamos las redes, por lo que no pudimos subir el pescado a bordo. Sin embargo, avisé a Vigo y lo festejaron mucho, porque significaba que funcionaba”. Confesiones que hablan por sí solas.
Yo recuerdo que en Sierra Leona, durante años, cuando viajaba a la capital, Freetown, en aquellos tiempos en los que no había teléfonos y utilizábamos radios para comunicarnos, por la noche nos divertíamos adivinando de dónde eran los capitanes de los barcos cuyas luces se veían en la lejanía (aprovechando que con la guerra que destruía el país, nadie se preocupaba de lo que pasaba en el mar) y que se saludaban a través de las radios, que interferían con la nuestra:
-Ese, seguro que es gallego.
-Pues ese otro no hay duda de que es vasco.
Y así, a falta de tele, matábamos el tedio de los toques de queda.
Foto The Telegram.
Pescanova ha sido acusada, en diversas ocasiones, como nos recuerda Carlos Montero Castaño, de aprovecharse de su peso en las economías locales para negociar y conseguir réditos como concesiones o cuotas de pesca, de aplicar políticas sociales inaceptables de empleo precario, discontinuo y sueldos bajos, entre otras cosas.
Un tema que siempre me ha llamado la atención es que aquellos países africanos donde Pescanova tiene intereses se convierten en prioritarios para la Cooperación al Desarrollo del Gobierno español, como es el caso de Namibia, Angola y Mozambique.
Yo tengo la teoría de que la Ayuda al Desarrollo que nuestro gobierno destina a África se decide en función de tres criterios:
- Países que hacen de policías para que los migrantes subsaharianos no lleguen a España: Marruecos, Mauritania, Senegal…
- Países a los que podemos vender armas, como Ghana.
- Países impuestos por las empresas españolas. Hace tiempo Gervasio Sánchez decía que REPSOL dictaba la política exterior, pero creo que no es solo la petrolera la que impone sus necesidades por encima de los Derechos Humanos y la protección del medio ambiente.
El tema de las políticas de cooperación y sus entresijos es algo que no controlo, así que lo dejo a los expertos, que los hay.
De todas formas, la compañía gallega no sería la única española que estaría contribuyendo al saqueo de los mares africanos, según distintas informaciones que señalan que empresas el Grupo Calvo (según denuncia de Greenpeace), Pescacisne o Arcosmar desarrollan el mismo tipo de actividades.
El Grupo Calvo se puso en contacto con este blog para negar "cualquier actividad de piratería" y señalar que "todas sus operaciones pesqueras se desarrollan dentro de la legislación de cada país".
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente en Madrid, donde se encuentra la Secretaría General de Pesca del Gobierno de España. Foto Sitacyl.
Hace tiempo que la Enviromental Justice Foundation (EJF) lanzó una campaña para pedir a las autoridades españolas que pongan fin a la pesca pirata. La organización se duele de la falta de voluntad del gobierno español para terminar con este fenómeno a pesar de las pruebas presentadas. También denuncia que el puerto de Las Palmas es un santuario para los piratas de los mares africanos, allí llegan los barcos cargados de pesca ilegal sin que nadie intente parar este expolio.
Si quieres participar en esta campaña, pincha AQUÍ.
Todas estas actividades ilegales, consentidas y financiadas, en muchas ocasiones, por los gobiernos europeos, y muy en especial por el español, están teniendo repercusiones muy graves en el continente africano. Cosas como estas que veremos en la siguiente entrada de esta serie.
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