Paul McCartney se fuma su último porro
A punto de cumplir 70 años, el exbeatle anuncia que deja la marihuana por respeto a su hija pequeña
Paul McCartney, sir Paul para los puristas, no está exento de contradicciones. Al menos, aparentemente. “Si disfrutas de algo, ¿por qué vas a hacer otra cosa?”, sostiene en una entrevista concedida a la mítica revista Rolling Stone al explicar por qué, cuando está cerca ya de cumplir 70 años, intenta justificar el hecho de que todavía no se ha cortado la coleta y sigue trabajando como si fuera un jovencito.
“¿Y qué vas a hacer?”, se pregunta a sí mismo. “Bueno, una buena respuesta sería ‘ten más vacaciones’, que es una opción que siempre tienes en las cartas, pero no creo que yo pueda hacer eso. Me gusta tanto lo que hago que la verdad es que no quiero parar. Siempre estoy mirando de reojo cómo me siento y, cuando estoy en el escenario, me siento francamente bien, como me he sentido siempre. O sea que, de momento, la banda está a tope. Estoy disfrutando. Canto, y toco madera, sin ningún problema reseñable. Si algo no está roto, no lo arregles”, explica.
Sin embargo, en esa misma entrevista lanza una noticia que llenará de gozo a unos cuantos pero entristecerá a otros: va a dejar de fumar cannabis. Muy bien, allá él, dirán algunos. ¿Dónde está la contradicción?, se preguntarán muchos. La contradicción está en la explicación que él mismo ofrece: no deja la hierba porque haya dejado de disfrutar de ella, sino por respeto a su hija pequeña, Beatriz, que tiene ahora ocho años. Pero, cómo él mismo dice, “si disfrutas de algo, ¿por qué vas a hacer otra cosa?”…
Que Paul McCartney deje de fumar marihuana puede parecer una absoluta trivialidad, pero eso significa ignorar lo que los porros han significado para el exbeatle y para toda una generación, sino varias: para todos aquellos que eran jóvenes en los años sesenta y en los años setenta, cuando el lema haz el amor y no la guerra era el que movía el mundo. Ahora, los jóvenes europeos y norteamericanos se preguntan si hay que acabar con el capitalismo o simplemente hay que reformarlo. ¡O tempora, o mores!, que decía Cicerón. Qué tiempos, qué costumbres.
McCartney explica en Rolling Stone que educando a Beatriz ha desarrollado “un sentido de responsabilidad”. “He fumado lo mío. Pero cuando estás criando a un niño, tu sentido de la responsabilidad aprieta y, si tienes suerte, llega un momento en que piensas ‘ya está bien, no parece que aún tengas necesidad de eso”. Quizás esa una forma de confesar, por pasiva, que fumar ya no le da placer.
El anuncio de Paul McCartney no deja de ser una constatación del paso del tiempo. Pero él se niega de alguna manera a reconocer su propio envejecimiento a pesar de que en junio cumplirá 70 años. “Nunca me voy a creer que tengo 70 años y no me importa lo que digan los demás. Hay una pequeña célula en mi cerebro que nunca me va a permitir creer que tengo 70 años”, asegura.
En esa misma entrevista, sir Paul explica que los Beatles se plantearon en un momento dado volver a reunirse pero que el temor a que ese retorno matara la propia idea que el grupo había significado les hizo renunciar al proyecto.
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