La hipersensibilidad electromagnética, causa de incapacidad laboral
Una auxiliar de la Complutense recibirá la totalidad de su retribución como pensión tras una sentencia pionera
El síndrome de hipersensibilidad electromagnética y ambiental, que se produce por exposición a ondas como las que utilizan los teléfonos móviles, es una patología aún no reconocida plenamente pero ya es causa de incapacidad permanente al provocar reducciones anatómicas o funcionales a quien lo padece, ya que puedan disminuir o anular su capacidad en el trabajo. Así lo reconoce una sentencia pionera dictada por el Juzgado de lo Social número 24 de Madrid, que ha dado la razón a una trabajadora de la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense, que demandaba que la Seguridad Social le otorgase la invalidez permanente y absoluta para todo tipo de trabajo derivado de enfermedad común. La trabajadora recibirá el 100% de la base reguladora de 1.640,80 euros.
Esta sentencia reconoce que las dolencias sufridas por esta mujer, que le fueron diagnosticadas el pasado año, la incapacitan para realizar su labor profesional en la universidad. El fallo, dictado el pasado 24 de mayo por el juez sustituto Juan Manuel Carrillo Sanz, explica que en junio de 2010 el Equipo de Valoración de Incapacidades emitió un informe en el que determinaba que la mujer, de 42 años y que trabajaba como auxiliar de servicios en la universidad desde 1989, sufría síndrome de fatiga crónica, enfermedad celíaca, fibromialgia y síndrome de hipersensibilidad electromagnética y ambiental.
Cabe recurso ante el TSJM
Pese a ello, los médicos no propusieron a la Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Madrid su incapacidad permanente, al considerar que la paciente no presentaba reducciones anatómicas o funcionales que disminuyeran o anularan su capacidad laboral. El Instituto Nacional de la Seguridad Social concluyó que no se le debía dar la calificación de incapacitada permanente y se le denegó la prestación. La trabajadora recurrió a la Justicia, y tras un juicio celebrado el pasado 23 de mayo el juez le ha dado la razón.
El fallo subraya que ha quedado acreditada la incapacidad de la mujer a poder seguir trabajando tanto por la extensa prueba documental aportada como por la declaración de una perito, que explicó que la enfermedad relatada incapacita para desempeñar actividad laboral y para llevar una vida normal, dada la constante exposición química y electromagnética. La prueba clínica probada es de "identidad suficiente" para impedir a la paciente de forma permanente el desempeño de las fundamentales tareas de su profesión "con adecuado nivel de profesionalidad y rendimiento", dice el fallo. Contra esta resolución cabe recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La Fundación para la Salud Geoambiental considera "muy sensata" la sentencia. El vicepresidente de la fundación ha subrayado que "muchos países europeos reconocen" esta enfermedad. "Esta es la primera vez que se reconoce en España una medida de este estilo, a pesar de que muchos hospitales y expertos reconocen la imposibilidad de trabajar", ha agregado.
Medio millón de afectados en España
En España, cerca de medio millón de personas pueden padecer algún grado de Sensibilidad Química y Ambiental Múltiple (SQM), una patología aún no reconocida plenamente y cuyos enfermos suelen sufrir, además, la incomprensión o escepticismo de muchos médicos que desconocen su existencia. Así lo destacaron los doctores Joaquim Fernández-Solà y Santiago Nogué, del Hospital Clínico de Barcelona, durante la presentación hace unos meses del libro Sensibilidad Química y Ambiental Múltiple, donde se recogen los aspectos generales de la enfermedad, las manifestaciones clínicas, posibles tratamientos o recomendaciones prácticas para los pacientes.
Organismos internacionales como el Consejo de Europa o la Organización Mundial de la Salud, a través de sus recomendaciones, establecen la existencia de la hipersensibilidad electromagnética como un enfermedad que imposibilita la realización de una actividad profesional. Este mal se manifiesta por un contacto prolongado con radiaciones o por encontrarse expuesto a tóxicos ambientales. Sus síntomas aparecen cuando el organismo acumula niveles de radiación excesivo, así el cuerpo reacciona con una hipersensibilidad a esta agresión externa.
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