"La policía actuó en el Cabanyal directamente, sin preguntar"
Los manifestantes relatan la carga policial del jueves durante las protestas por los derribos de viviendas en el barrio valenciano.- Ocho de ellos han denunciado
Pese a que la Policía Nacional no le constan más heridos que dos agentes locales y seis nacionales, al menos ocho manifestantes denunciaron este viernes los golpes que recibieron durante la carga policial del pasado jueves en el barrio valenciano de El Cabanyal, desencadenada durante las protestas por los derribos de viviendas ordenados por la alcaldesa, Rita Barberá.
Javier González, estudiante de arquitectura de 23 años y vecino de Valencia, es quizá el caso más llamativo. Apareció a primera hora de la mañana en la concentración que había convocado la plataforma Salvem El Cabanyal. Con el brazo en cabestrillo por una fisura en el codo y la espalda cubierta de cardenales, detalló su versión de lo ocurrido en los disturbios del jueves. "Estábamos sentados, el cordón policial [que protegía la zona donde la excavadora iba a entrar para proceder al derribo de una casa] estaba montado. Nuestra intención era parar la grúa, así que nos sentamos en el suelo y levantamos las manos".
Javier fue uno de las decenas de manifestantes que protestaron contra la demolición de una casa en El Cabanyal. En el suelo, vieron como la máquina llegaba escoltada por agentes de la policía nacional. La local, detrás, guardaba el perímetro de derribo a la excavadora. Javier y los demás estaban en medio. "La policía atacó directamente, sin preguntar. Empezaron a arrastrarnos y a golpear. La policía local también empezó a darnos por la espalda. Yo recibí dos golpes, no los vi venir. Intenté volver a entrar, pero el mareo me sentó. No sabía que dolían tanto las porras".
A Ana Civera, vecina del barrio de 49 años, los mamporros la mandaron el hospital. "Me pegaron por detrás, en las piernas. Del golpe salte por los aires y al caer me golpeé la cabeza contra el suelo". Ana tiene un chichón considerable en la cabeza, una contractura en el cuello y el cuerpo dolorido.
F.A. prefiere dejar su nombre en el anonimato porque piensa que, al estar esperando una plaza en una empresa pública de la Generalitat, hablar le puede perjudicar. Él es valenciano pero no vive en el barrio, aunque reclama que "El Cabanyal es patrimonio de todos". Sentado en el suelo, trataba de cortarle el paso a la excavadora con los brazos en alto. Ahora tiene un moratón en el brazo del tamaño de una manzana.
El Cuerpo Nacional de Policía ya ha elaborado un informe de lo acontecido el jueves en la calle Francesc Eiximenis. Éste justifica el "uso mínimo de la fuerza", como califica la carga policial, en "una violenta agresión" previa por parte de los manifestantes informa Jorge Rodríguez.
Cuando los agentes procedieron a posibilitar el acceso de la retroexcavadora que debía proceder al derribo, se inició "una violenta agresión de las personas allí concentradas, algunas de ellas embozadas, con capuchas y bufandas, mediante el lanzamiento de piedras, botellas, palos, hierros, y otros objetos contundentes", momento en el que se lleva a cabo "una primera carga".
"Posteriormente", prosigue el texto, unas 50 personas, "en acción previamente acordada invaden la vía pública y se sientan en la calzada de la calle para impedir el paso". Los agentes procedieron entonces a desalojar a los manifestantes, que se resisten con "patadas y puñetazos", mientras proseguía el lanzamiento de objetos.
Es entonces, según la versión oficial, cuando "se emplea la fuerza mínima imprescindible" para su desalojo.
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