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Reabre Alcalá, 20

Un juez avala la apertura del local en el que murieron 81 personas

Como si intentara resurgir de las cenizas, la antigua discoteca Alcalá 20 espantó anoche sus fantasmas y reabrió al público con el nombre de Adraba, estética setentera, bolas de espejos y mucha purpurina. Atrás quedaban las escalofriantes fotografías del incendio que se saldó con 81 muertos y 29 heridos el 18 de diciembre de 1983, debido a los ineficaces sistemas de emergencia.

Ahora, aunque la sala cuenta con los respectivos permisos y cumple la normativa de seguridad, las escaleras siguen siendo las protagonistas del acceso al exterior. "No sabría decirte cuántas salidas hay en total, las reglamentarias. La sala cumple todos los requisitos", explicaba anoche Elvira Fernández, representante de FSM Group, nueva gestora del local que también dirige las salas Macumba, Cool y Tiffanys, entre otros. Según pudo comprobar este periódico durante el reducido paseo por el interior de la sala que se permitió a los periodistas, Adraba tiene al menos dos salidas señalizadas. El sótano laberíntico donde se encuentran los camerinos de los animadores y el almacén desemboca en la salida a la calle de Arlabán, con acceso desde una de las pistas. Más de 14 escalones empinados que retan a la gravedad separan al público del exterior. Mejor no pensar en una huida con tacones. Al menos, en esta ocasión la salida a Arlabán está despejada y se puede acceder a la calle sin dificultades.

Otra de las puertas de escape -salpicada por sus buenos seis escalones de bajada y otros seis de subida— desemboca en el vestíbulo que hace embudo con las otras 18 escaleras que llevan a la calle de Alcalá. Dos caminos para una sola puerta y de nuevo el reto de correr en tacones.

Desde el año 2003 la empresa ha intentado abrir el Adraba, chocando una vez tras otra con el Ayuntamiento, que cerró el local en 2005 y 2007 por carecer de las correspondientes licencias de funcionamiento. "Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid nos ha dado la razón y lo hemos conseguido. Para nosotros fue un proceso judicial muy duro, de mucho sufrimiento económico, porque se había hecho una importante inversión en la reforma [cinco millones cien mil euros] y no podíamos amortizarlo. Nosotros sabíamos que cumplíamos con toda la normativa y hemos luchado hasta el final para abrir la discoteca", añade la portavoz.

Precisamente la mejora de la seguridad de la sala ha obligado a reducir su aforo a 482 personas y a cuidar los sistemas antiincendios con "las medidas de seguridad más avanzadas de Europa", según la empresa. Aspecto que, no obstante, este periódico no pudo comprobar más allá de aspersores de agua salpicados por el techo.

El programa de la nueva discoteca -que aspira a convertirse en atractivo turístico de la ciudad— se dirige a gente de 25 a 40 años y buena posición económica (la entrada va de 15 a 18 euros, con consumición).

Interior de la discoteca Alcalá 20, que ha reabierto sus puertas bajo la denominación de Adraba
Interior de la discoteca Alcalá 20, que ha reabierto sus puertas bajo la denominación de AdrabaCLAUDIO ÁLVAREZ

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