Zapatero aboga por la colaboración para afrontar la presión migratoria en su visita a Melilla
El portavoz del Gobierno marroquí considera inoportuna la visita del presidente español, la primera en 25 años de democracia
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha iniciado esta mañana en Melilla una visita de dos días a esta ciudad y a Ceuta, donde ha llegado esta tarde. Tras su entrevista con el presidente melillense, Juan José Imbroda, el jefe del Ejecutivo ha anunciado la construcción de un nuevo hospital en la ciudad autónoma y ha abogado por la colaboración con los países vecinos y la UE para garantizar la seguridad y afrontar el problema de la inmigración. El portavoz marroquí, Nabil Banabdelá, ha calificado de "inoportuna" la visita, la primera de un presidente desde la que hizo Adolfo Suárez hace más de 25 años.
Con aplausos y gritos de "¡Zapatero, guapo!", pancartas con el lema Gracias por tu visita o alguna bandera del arcoiris portada por miembros de la asociación de gays, lesbianas y transexuales de Melilla, Zapatero ha sido recibido a su llegada, pasadas las 10.30, al Palacio de la Asamblea de Melilla, donde cerca de un centenar de personas le esperaban. Imbroda le esperó en el aeropuerto y le acompañó a la sede, donde ambos mantuvieron una reunión. En la declaración tras el encuentro con Imbroda, Zapatero ha hecho hincapié en el cumplimiento de su compromiso de estar en enero en Melilla para conocer de cerca sus problemas y lo ha contrastado con las consideraciones realizadas por dirigentes de la oposición de que no cumpliría su palabra y de que su visita se trataba de un mero "brindis al sol".
Tras las avalanchas de inmigrantes en las vallas, Zapatero anunció en el Senado que a principios de año viajaría a estas ciudades. Tradicionalmente, el Gobierno de Marruecos no ha visto con buenos ojos la presencia de las más altas autoridades españolas en estos territorios, que considera "ciudades ocupadas". Ni el Rey ni el Príncipe han estado allí. Suárez realizó un único viaje en septiembre de 1980, mientras que Aznar se desplazó hasta allí en enero de 2000 y febrero de 2004, pero en ambos casos era presidente en funciones. La pasada semana, Zapatero negó presiones de Marruecos para que no efectuara este viaje, así como que pueda afectar a las relaciones bilaterales. Sin embargo, Marruecos ha expresado ya su malestar. Esta tarde, su portavoz, Nabil Banabdelá, que es también ministro de Comunicación, ha señalado en una breve declaración que el Ejecutivo considera que la visita es "inoportuna" y que "no cambia para nada la naturaleza del problema".
España no responde a Marruecos
"Rabat reivindica la marroquinidad de los dos presidios y, dado que las posturas son sabidas, sólo podemos deplorar esta visita", ha añadido el portavoz. El Gobierno español no ha querido comentar estas palabras y se ha limitado a subrayar las "excelentes relaciones" con Marruecos. Por su parte, los dos principales partidos marroquíes, la Unión Socialista de Fuerzas Populares y el Istiqlal, también han criticado el viaje. El diario Liberation, órgano de los socialistas, publica hoy en portada un editorial titulado Un viaje inoportuno, en el que dice que Zapatero hace la visita por "las presiones de la derecha española". Afirma que constituye un "punto negro" y que "perturbará" la "buena marcha" de unas relaciones bilaterales que han experimentado un "desarrollo sin precedentes". L'Opinion, órgano del Istiqlal, publicó ayer un artículo en el que tildaba la visita de "lamentable, inoportuna y provocadora".
Al margen de la polémica, Zapatero ha reiterado su compromiso con todos los ciudadanos y ha destacado "que el Gobierno es muy consciente de la singularidad de Melilla y de las especiales condiciones en las que tiene lugar su actividad y desarrollo económico". Además, ha recordado las inversiones del Estado en esta ciudad y ha anunciado la construcción de un nuevo hospital en los terrenos del actual hospital militar, que tendrá 200 camas y supondrá el desembolso de 55 millones de euros. El presidente ha subrayado, asimismo, que para el Gobierno es "fundamental la seguridad y la ordenación de la inmigración", así como la legalidad y el respeto a los derechos humanos, expresando su reconocimiento por el esfuerzo que se hace para cumplir con estos objetivos. En este sentido, se ha comprometido a mantener y reforzar medidas de seguridad y sociales para que España sea un "referente" en lo que se refiere al esfuerzo por garantizar los derechos humanos.
Zapatero, que viaja acompañado de los ministros de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, y Sanidad, Elena Salgado, ha acudido al Centro de Día de Jubilados y Pensionistas y, más tarde, al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). El presidente no tiene previsto visitar la verja fronteriza con Marruecos, cuya altura ha aumentado en algunos puntos en los últimos meses. Un almuerzo ofrecido en su honor por Imbroda y una reunión con representantes de la sociedad civil de Melilla completan su agenda en esta ciudad, desde donde esta misma tarde se ha trasladado a Ceuta, donde mañana continuará su visita.
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