La reina Isabel II no asistirá a la boda de su hijo y Camilla Parker-Bowles

El palacio de Buckingham ha anunciado esta noche que la reina Isabel II no asistirá a la boda de su hijo Carlos y Camilla Parker-Bowles, que se celebrará el próximo 8 de abril en el Ayuntamiento de Windsor. En cambio, sí acudirá a la ceremonia religiosa, presidida por el arzobispo de Canterbury, que tendrá lugar a continuación en el castillo del distrito real de Windsor, en las afueras de Londres.

"La reina no acudirá a la boda civil porque es consciente de que el príncipe y la señora Parker Bowles quieren celebrar una ceremonia discreta", ha declarado un portavoz del palacio real, que viene así a confirmar los rumores publicados el domingo en la prensa británica en torno al toque de atención dado por Isabel II al príncipe de Gales para que la boda no se le vaya de las manos. "Si la reina acudiese a la ceremonia, ya no seria, por definición, íntima", ha añadido.

Por el contrario, sí que está prevista la presencia en el Ayuntamiento de los príncipes Guillermo y Enrique, los hijos de Carlos y de la fallecida lady Diana Spencer, así como de los dos hijos de Camilla, Tom y Laura. En declaraciones a la cadena británica Sky News, el historiador David Starkey ha afirmado que la decisión de la reina "no tiene precedentes" en la historia monárquica del país. "Nos encontramos en territorio desconocido con esta decisión y uno sólo puede especular sobre el por qué", ha señalado.

"Por supuesto", en la misa

Tras la ceremonia civil, el príncipe de Gales y Camilla se dirigirán a la Capilla de San Jorge de Windsor, donde el primado anglicano y arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, bendecirá a la pareja. "La reina y el resto de la familia real estarán, por supuesto," presentes en esa misa, según ha precisado el mismo portavoz, quien ha declinado comentar otras especulaciones que apuntan a que la Policía ha aconsejado a la soberana tomar esa decisión por motivos de seguridad. Igualmente, ha negado que ese anuncio sea un "desaire" hacia los prometidos, puesto que la reina estará en la ceremonia religiosa y "sufragará el banquete nupcial", que tendrá lugar en el palacio de Windsor.

De hecho, Isabel II "está encantada" de ofrecer esa recepción, según el palacio de Buckingham. El príncipe Carlos y su compañera, Camilla Parker Bowles, anunciaron de forma inesperada su esperado enlace el pasado día 10 de febrero. Éstas serán las segundas nupcias para el heredero de la Corona británica, tras su fracasada unión con la desaparecida Diana de Gales. Pese a que la relación con Camilla se inició hace más de 30 años, la pareja ha tenido que esperar todo este tiempo para poder plasmar su amor en un papel, a causa de la oposición mostrada durante años por la reina, así como por los británicos, reacios a aceptar una sustituta para Diana, muy popular entre amplias capas de la población y fallecida en París en accidente de tráfico en 1997.

En principio, el enlace se iba a celebrar en el castillo de Windsor. Sin embargo, se decidió cambiar el escenario y la pareja se decantó por Ayuntamiento de este distrito, conocido como Guildhall. Esta decisión se produjo después de que la prensa revelase que si el enlace civil tenía lugar en el castillo de Windsor, como habían anunciado en un principio, cualquier súbdito real podría aspirar legalmente a casarse también allí durante los tres próximos años, problema legal que había pasado inadvertido a los asesores del príncipe Carlos.