El BCE comienza a comprar bonos de empresas y Telefónica está en la lista
El plan de estímulos de Draghi llega también a la deuda corporativa que tenga buena calificación
El plan Draghi ha llegado a la deuda corporativa hoy. El paquete de estímulos económicos que puso en marcha en banco Central Europeo se había centrado hasta ahora en la adquisición de bonos emitidos por los países. Sin embargo, este miércoles arranca la última de las ampliaciones, que supone incluir también entre las adquisiciones deuda privada. La condición básica es que sea deuda que posea el grado de inversión, es decir, que las agencias de rating la consideren por encima del bono basura. Y puede tener un plazo de vencimiento de entre 6 meses y 30 años. Según Bloomberg, entre los primeros bonos de las empresas que han pasado a formar parte de la cartera del BCE hay deuda de la española Telefónica.
Para aterrizar en el nuevo plan, el BCE ha optado por un combinado de deuda de empresas significativas en todos los países del euro, probablemente para no despertar suspicacias sobre posibles preferencias. Las inversiones diarias no son públicas, pero han trascendido algunas. "La compra de bonos incluye a Anheuser-Busch, la mayor cervecera de mudo; Telefónica, la mayor compañía de telecomunicaciones de España; Siemens, la mayor firma de ingeniería de Europa; Assicurazioni Generali, la mayor aseguradora de Italia; Renault, el mayor fabricante de automóviles de Francia; y la utility Engie, según señalan fuentes cercanas a las operaciones, que han pedido no ser identificadas", explica la agencia Bloomberg.
Aunque no se podrá hacer un seguimiento diario de las elecciones de compra del organismo, el BCE sí dará cuenta semanalmente, desde el 18 de junio, de las empresas en las que ha invertido, aunque no especificará la cantidad de bonos comprados.
Teniendo en cuenta las condiciones tan genéricas que ha impuesto el BCE, la cantidad de deuda que podría encajar en el plan es enorme (los analistas lo fijan en el entorno de los 600.000 millones de euros en emisiones), aunque en principio no se espera que desembolse más de 5.000 millones al mes en estos instrumentos de deuda.
En el caso de España, muchas compañías disponen del grado de solvencia exigido y el mero anuncio en marzo por parte de Draghi de que se comprarían bonos corporativos animó a las compañías a realizar más emisiones. En abril Telefónica abrió la veda con la mayor operación: 2.750 millones de deuda a unas condiciones muy favorables. Uno de los tramos, 1.400 millones, logró tipos por debajo de la barrera psicológica del 1%. Iberdrola, Enagás, Dia, Abertis o Merlin Properties también han acudido recientemente a los mercados con buenos resultados.
El programa de bonos corporativos no incluye en ningún caso las emisiones de la banca. Tampoco la deuda emitida por entidades como el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) o la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), aunque si permiten la compra de deuda emitida por aseguradoras que no sean entidades de crédito o tengan como matriz una institución de crédito.
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