Mario Conde afronta otra vez la cárcel
Los delitos que se investigan al expresidente de Banesto (blanqueo de capitales y falsedad, entre otros) llevan aparejados hasta 12 años de prisión
La operación contra el exbanquero Mario Condela desarrolla la Guardia Civil bajo la supervisión de la Fiscalía Anticorrupción y la Audiencia Nacional, donde debe comparecer entre hoy martes y mañana miércoles. El juez Santiago Pedraz decidirá si toma alguna medida contra Conde, como su ingreso en prisión provisional. Los delitos que se investigan (blanqueo y falsedad, entre otros) llevan aparejados hasta 12 años de cárcel. El registro del domicilio madrileño de quien fuera el presidente más joven de un banco español se prolongó ayer durante más de 15 horas, hasta que fue trasladado poco antes de medianoche a un calabozo en Tres Cantos (Madrid).
El exbanquero ha empleado una ingeniería financiera para traer de vuelta el dinero (lleva más de dos años haciéndolo) parecida a la que desplegó para sacarlo de España a finales de los 80 y comienzos de los 90, tras estafar a los accionistas y a las propias arcas de la entidad (más tarde absorbida por el grupo Santander).
Todos los indicios apuntan a que se trata del dinero que robó del banco. Y lo ha hecho poco a poco, tras tejer una maraña de sociedades. Al menos tres de ellas en España y casi una decena en el extranjero, con las que ha intentado camuflar la vuelta del dinero. La Fiscalía Anticorrupción ha sido paciente viendo cómo periódicamente llegaban remesas de dinero desde países extranjeros, sobre todo Suiza, a las cuentas de Conde en España.
La investigación es por delitos de blanqueo de capitales (aflorar dinero de procedencia ilícita), entre otros. Aunque ya ha cumplido cárcel por el robo del dinero, ahora ha podido cometer otros delitos, lo que, unido a las tretas empleadas para obstruir la acción de la justicia (los embargos de inmuebles), puede llevarle nuevamente a presidio.
La mecánica empleada para retornar los millones ha sido, por un lado, el trasvase de dinero derivado de falsas prestaciones de servicios entre sus sociedades radicadas en España y las del extranjero; fingidas ampliaciones de capital acometidas en algunas de sus sociedades españolas y aparentes préstamos no devueltos entregados por las firmas situadas en el exterior en favor de las españolas.
Para esta tarea, se ha servido de testaferros, entre ellos sus hijos, Alejandra y Mario Conde Arroyo, y también algunos braceros y empleados de sus fincas.
Una de las empresas es Hogar y Cosmética Española, registrada por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en la calle de Verano, en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz. Constituida en 1988 y con un capital social de 1,4 millones de euros, se dedicaba a la comercialización al por mayor de productos cosméticos y de perfumería, informa Europa Press. Tanto en esta empresa como en otra denominada Demerquisa, la hija del exbanquero figura como consejera delegada y Mario Antonio Conde como presidente.
Dormir en el calabozo
Las pesquisas revelan trasvases de dinero entre sus empresas en el exterior y la de Torrejón que no se corresponden con la realidad y que ha podido servir como tapadera para traer de vuelta dinero.
El expresidente de Banesto se marchó hace unos días a Sevilla, en vísperas del comienzo de la Feria de Abril, pero volvió a su casa de Madrid el domingo por la noche. A las ocho de la mañana de ayer se presentó en su domicilio la Guardia Civil, que registró el inmueble durante más de 15 horas.
En principio, pasa entre hoy y mañana a disposición de la Audiencia Nacional, después de prestar declaración en dependencias del instituto armado. Conde salió de su domicilio anoche en torno a las 23.30 conducido por la Guardia Civil a un calabozo de las instalaciones de este cuerpo en Tres Cantos, donde iba a pasar la noche.
En los últimos años. Conde ha llevado un tren de vida muy acomodado, según ha podido constatar la Fiscalía Anticorrupción. Se hizo accionista de la cadena de televisión Intereconomía y cobraba 3.000 euros mensuales por las intervenciones en sus programas.
El expresidente de Banesto figura en la lista de contribuyentes morosos que publicó en diciembre pasado por primera vez la Agencia Tributaria, con una deuda de 9,93 millones de euros, lo que le sitúa en el segundo puesto de la lista de mayores deudores al fisco.
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