El calendario laboral español, tan festivo como el alemán
Hay 14 fiestas al año en España, idéntico número al de Alemania y uno más que en Francia Los británicos, los más austeros con solo ocho días libres al margen de las vacaciones
El número de festivos totales en España —ocho de ellos comunes a todo el país según el calendario laboral de 2016 que el lunes adelantó este diario y que se hará público en los próximos días—, está en línea con el resto de países del entorno europeo. A esas jornadas de índole nacional se añaden cuatro autonómicas y otras dos locales, por lo que el número total de fiestas españolas se sitúa en 14: igual que en Alemania y solo una más que en Francia.
Así son los calendarios laborales en otros países de la Unión Europea:
Francia. El calendario incluye 11 fiestas de ámbito nacional, además de otras dos locales o regionales. En un país en el que la laicidad es un principio sagrado, seis de esas fiestas son de carácter católico. Otras tres responden a conmemoraciones históricas: las de los armisticios de las dos guerras mundiales y la Fiesta Nacional. Grandes amantes de los puentes, cuando las grandes ciudades se vacían, los franceses están dolidos este año porque tres festivos coinciden con domingos y no se cambian por otras jornadas. Tampoco se modifican cuando las fiestas caen en martes o en jueves.
La ley que fija en 35 horas el límite de tiempo de trabajo por semana deriva en otros muchos días de descanso, sobre todo entre los funcionarios: muchos acaban trabajando solo una media de cuatro días por semana. En las empresas se recuperan como días libres las horas trabajadas de más o se cobran como extras.
Alemania. La ley federal estipula al menos 20 días de vacaciones, un plazo que se puede extender gracias a los convenios colectivos o a cláusulas individuales. El calendario de festivos (14 en total) es competencia de los Estados federados y la única excepción es la Fiesta Nacional que celebra la unificación. El resto son religiosas, con algunas excepciones regionales. No se prohíben los puentes cuando el calendario permite a los alemanes combinar festivos que caen, por ejemplo en miércoles o jueves. Pero estos días se descuentan de las vacaciones.
Italia. En el país transalpino hay 12 días festivos al año, la mayoría de ellos de carácter religioso. Son 11 fiestas nacionales y una local, la del santo patrón. El calendario laboral no se modifica cada año: está fijado por ley desde 1949. Si alguna fiesta cae en domingo, no se recupera. Tampoco se cambian a lunes ni a viernes aquellas que caen entre semana.
La normativa ha sido modificada varias veces, siempre para reducir el número. En 1977, por ejemplo, se eliminaron siete fiestas de una tacada. Sí se han añadido celebraciones —como la jornada de Unidad Nacional, en 2012—, pero son laborables. El Gobierno de Berlusconi quiso pasar al lunes las fiestas civiles y al domingo las locales, pero no prosperó.
Reino Unido. El calendario británico es parco en festivos (contabilizará un total de ocho en 2016) y se guía por un sentido práctico que los ubica siempre en lunes, el más próximo a la fecha señalada, a no ser que se trate de los “cuatro intocables”: Navidad, Boxing Day (26 de diciembre), Año Nuevo y Viernes Santo. Pero incluso en estos últimos casos, los británicos son completamente ajenos a la noción de puente vacacional.
Bélgica. La cuna de las principales instituciones europeas cuenta con 10 festivos nacionales, a los que se añaden un puñado de fiestas regionales y locales. Si la fiesta cae en domingo, se trasladan al siguiente día laborable. La mayor parte son de carácter religioso, algo que no genera controversia. Los puentes están directamente ligados a las vacaciones escolares. Bajo decisión ad hoc de las autoridades, los colegios autorizan algunos puentes, solicitados muchas veces por los padres a cuenta de las vacaciones o días libres.
Grecia. El calendario laboral contempla 14 festivos de carácter nacional en 2016, la inmensa mayoría de ellos, religiosos (ortodoxos). Bien porque unos se celebran obligatoriamente en lunes (el lunes limpio, equivalente al miércoles de ceniza católico) y otros en viernes, no hay mucha oportunidad de macropuentes, pero sí de fines de semana largos que dejan despobladas las grandes ciudades. Si el feriado cae en otro día, no se traslada; por tanto los acueductos no son habituales.Sólo cuatro festivos —además del 1 de enero— son civiles: el tradicional 1 de Mayo; la fiesta que conmemora la matanza del Politécnico (17 de noviembre), que en 1973 precipitó la caída de la dictadura, y las fiestas nacionales (la de Independencia y la que conmemora el rechazo al ultimátum de Mussolini exigiendo la capitulación griega). El resto son religiosas.
Portugal: llegó la troika y se acabó, parcialmente, la fiesta
Llegó la troika y se acabó la fiesta. Al menos el 30%. Había 13 días festivos en el calendario laboral portugués y desde 2013 se han quedado en nueve. Fueron eliminados dos festividades laicas y dos religiosas, previo acuerdo con la Santa Sede. Oficialmente, Portugal es un país más laico que España, pero en la práctica no hay tanta diferencia. En las exigencias de los acreedores para reducir el gasto de las empresas, se eliminó la festividad del Corpus Christi y la de Todos los Santos. Por el lado civil cayeron el Día de la Independencia y el Día de la República. Se mantienen en pie cinco fiestas religiosas frente a tres civiles y el Día de Año Nuevo, de nebulosa adscripción.
La eliminación de estos festivos ha tenido un impacto muy negativo en el turismo de interior, cortando su desarrollo en regiones del norte, donde uno de sus atractivos es el excursionismo en otoño, cuando coinciden tres de las cuatro fiestas eliminadas. El líder socialista ha prometido reponerlas si llega al Gobierno.
Con información de Carlos Yárnoz (París), Enrique Müller (Berlín), María Salas (Roma), Patricia Tubella (Londres), Lucía Abellán (Bruselas), Javier Martín (Lisboa) y María Antonia Sánchez-Vallejo.
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