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El pacto para el sector lácteo no fijará precios mínimos

Distribución, industria y sector productor suscribirán esta semana esta propuesta para la sostenibilidad y viabilidad del sector

Vacas en la explotación ganadera de la localidad pontevedresa de Lalín.
Vacas en la explotación ganadera de la localidad pontevedresa de Lalín. OSCAR CORRAL

Distribución, industria y sector productor suscribirán esta semana la propuesta de pacto sin precio mínimo para la sostenibilidad y viabilidad del sector de la leche impulsado por Agricultura. En principio, es segura la firma de esta propuesta por todos los grupos de la distribución y de las industrias, así como por la organización agraria Asaja y las Cooperativas Agroalimentarias. Por el contrario, mantienen sus dudas UPA y COAG. Las organizaciones que no suscriban el pacto, tampoco estarán en el futuro en las mesas de seguimiento.

La UPA y la COAG, a la vista de los incumplimientos en pactos anteriores con industrias y distribución, han reclamado la necesidad de que, a la voluntad de fijar un precio justo, se le añadiera una cifra, que se dieran garantías para su cumplimiento y que se impusieran sanciones en caso de incumplimiento. Estas peticiones prácticamente hoy son imposibles de cumplir por parte de la Administración sin entrar en litigio con la actual normativa. Hace casi tres décadas, en septiembre de 1988, la interprofesional láctea sí suscribía un acuerdo por el que se fijaba el precio mínimo base, sin primas, en 38,9 pesetas (casi 0,24 euros de hoy).

Por parte de Agricultura se han estudiado las peticiones del sector de poner una cifra a unos precios sostenibles y rentables que pudieran garantizar la viabilidad de todas las partes de la cadena de valor. Sin embargo, el ministerio, que está bajo la mirada de Competencia y no señalará una cifra, sí hará referencia en el acuerdo a la necesidad de considerar los datos contenidos en los trabajos elaborados por la interprofesional de la leche sobre costes y cadena de valor.

Desde la Administración se puntualiza, además, que no se puede hablar de una sola cadena de valor en cuanto los datos pueden tener importantes variaciones en función de las zonas o de las diferentes estructuras que van desde la producción a la distribución.

Al margen de ese punto, clave para el sector productor a la hora de optar o no por la firma, el pacto sigue la línea de los acuerdos anteriores. La distribución se compromete a no banalizar el producto y darle el valor y la imagen que corresponde a su calidad como alimento, así como a promover la identificación de los productos en origen. Las industrias se comprometen a la aplicación de los contratos y a promover en el seno de la interprofesional la aplicación de un contrato tipo transparente, así como a compartir con los ganaderos sus mejoras en los precios de cesión a la distribución.

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