El Banco de Inglaterra mantiene los tipos de interés en su mínimo histórico
Eleva la previsión de crecimiento, pero enfría su pronóstico de inflación y aleja la posibilidad de un alza inminente
El Banco de Inglaterra mantiene los tipos de interés en el Reino Unido en su mínimo histórico, del 0,5% y su plan de compra de activos, al que ha destinado 375.000 millones de libras esterlinas (540.000 millones de euros) desde mediados de 2009. El banco central británico ha anunciado este jueves su decisión después de una reunión de dos días de su comité de política monetaria en la que se han empezado a percibir leves fisuras sobre la conveniencia de un alza de tipos: uno de los nueve miembros del órgano apostaba por adelantarla a este mismo mes de agosto, frente al criterio general que consideraba prematura esta decisión.
La economía británica se expandió un 0,7% en el segundo trimestre del año, tres décimas más que entre enero y marzo y la inflación se situó en el 0%, fundamentalmente por la debilidad de los precios de la energía y de los alimentos. Estos dos datos alejan, según la mayoría de analistas, una posible subida de tipos de aquí a finales de año.
En sus perspectivas económicas, revisadas este jueves, el Banco de Inglaterra espera que la inflación se mantenga estable "en los próximos meses" y relaja su vaticinio de aumento de precios para este este año hasta el 0,3%, frente al 0,6% que preveía anteriormente. La entidad espera que los precios repunten un 1,5% el próximo año, una décima menos que su vaticinio anterior.
Bank of England maintains #BankRate at 0.5% and the size of the Asset Purchase Programme at £375 billion…
— Bank of England (@bankofengland) August 6, 2015
La entidad que controla la política monetaria de la segunda economía de la Unión Europea pronostica, además, un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2015 superior a su previsión anterior —2,8%, frente al 2,5% que auguraba—. Para 2016, el Banco de Inglaterra mantiene su pronóstico en el 2,6%. "La política monetaria requiere tiempo para afectar a la economía. Su máximo efecto se produce generalmente con un retraso generalmente estimado entre 18 y 24 meses", ha subrayado el gobernador del banco central británico, Mark Carney, en una carta remitida al canciller del exchequer —una figura equivalente a la del ministro de Economía en España—, George Osborne.
A mediados de julio, Carney afirmó que se estaba "acercando" el momento de subir los tipos de interés en el Reino Unido y dejó entrever que la entidad que dirige seguiría los pasos de la Reserva Federal estadounidense si observaba un repunte de la inflación y un incremento mayor de los costes laborales unitarios, algo que todavía no ha ocurrido. Los analistas que siguen de cerca a la Fed esperan que su homóloga al otro lado del Atlántico, Janet Yellen, anuncie una subida de tipos a la vuelta del verano o, como tarde, en el primer trimestre de 2016.
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