La Fed abre la puerta al alza de tipos de interés el próximo junio
El banco central de EE UU sacrifica el término paciente de comunicado final de la reunión aunque se da flexibilidad
La Reserva Federal vuelve a los viejos días en los que modulaba la política monetaria reunión a reunión, tras dejar caer la palabra “paciente” del comunicado final. Eso implica que la economía de Estados Unidos está lista para aguantar un alza de tipos de interés. Es algo que podría suceder en junio, aunque el banco central se da flexibilidad para hacerlo en septiembre o más tarde. El euro reaccionó recuperando los 1,10 dólares mientras Wall Street cerró con alza del 1,2%.
La Fed no tolera más retrasos pese a la volatilidad de Wall Street, por eso necesitaba abrirse el espacio suficiente para actuar cuando lo considere oportuno. De hecho, la retirada del término de la guía que da al mercado es más bien el principio del fin de un proceso gradual que debe llevar hacia la normalidad monetaria seis años después de la mayor crisis desde la Gran Depresión.
El alza de tipos es algo que se da por asumido sucederá más pronto que tarde. Pero los últimos datos no cooperaban de cara a una reunión que debía a marcar un punto de inflexión en la estrategia seguida desde el derrumbe de Lehman Brothers. Los precios cayeron un 0,5% en febrero y un 0,8% las ventas en el comercio. La producción industrial creció un 0,1%.
Janet Yellen, presidenta de la Fed, insiste en que la decisión de eliminar el término paciente hay que entenderla como reflejo de que las condiciones económicas en EE UU mejoraron lo suficiente como para poder decidir qué hacer en cada reunión. "Que se haya eliminado [la palabra] paciente no significa que vayamos a ser impacientes", precisó Yellen en rueda de prensa posterior al encuentro.
El próxima encuentro de las Reserva Federal será a final de abril, pero esa opción queda descartada por la propia Fed. Así que la pelota pasa a junio, julio o incluso septiembre. Yellen deja claro que se decidirá en función de la evolución de los datos económicos. "Dependerá de los progresos que se hagan hacia los objetivos de máximo empleo y de inflación al 2%", añadió.
La tipos en EE UU llevan al 0% desde diciembre de 2008. La última vez que se encareció el precio del dinero fue en junio de 2006, cuando la economía avanzaba a toda máquina y la vivienda tocaba techo. Si la historia sirve de precedente, el alza de tipos llegará en dos reuniones. Aunque las condiciones económicas y del mercado financiero apuntan más hacia final del verano.
Nuevas previsiones
Yellen, sin embargo, trata de evitar de aferrarse a un calendario preciso. Lo que es evidente es que se siente cada vez más confiada con la marcha de la economía. La previsión que hace ahora la Fed en su actualización es que se cierre el año con la tasa de desempleo en un rango medio del 5,1% y que de ahí baje al 5% en 2016, lo que significa que se habrá alcanzado el pleno empleo.
EE UU lleva 12 meses seguidos creando más de 200.000 empleos mensuales y el paro bajó en febrero al 5,5%. Esto mientras se espera un crecimiento medio de 2,5% en 2015 y al mismo ritmo el año próximo, tras un 2,4% el pasado. La inflación, en principio, le da margen para ir subiendo tipos poco a poco porque el alza de precios se mantendrá contenida a largo plazo.
Aunque se sacrifica la palabra “paciente” del comunicado, el lenguaje y las proyecciones reflejan que puede mantener las cosas como están durante algo más tiempo. Se ve tambien en la encuesta interna de los miembros de la Fed sobre la macha de los tipos de interés a medio y largo plazo. La mayoría lo ve en el 0,625% este año, lo que implicaría dos subidas de un cuarto de punto.
Las encuestas en Wall Street muestran que cada vez más actores del mercado piensan que la Fed va por detrás de la curva. Es como decir que creen que es el momento de subir tipos de interés. Pero otra cosa distinta es cómo Yellen va a romper esa dependencia del sistema financiero hacia los estímulos, lo que explica la sensibilidad en torno a una sola palabra del comunicado.
Divergencias y dólar
La Fed garantiza que será cuidadosa al decidir el momento de la primera subida y el paso, aprendiendo conforme avanza y actuando en base a cómo reaccione la economía. Hay dos factores que le obligan ir con calma: la divergencia de política monetaria con Europa y, vinculada a esta brecha, la apreciación del 25% en el dólar respecto a las monedas de la cesta de divisas.
La cuestión es hasta qué punto la volatilidad en el tipo de cambio puede afectar a la actividad industrial. Pero la apreciación del billete verde no parece que vaya a prevenir que suban tipos en EE UU, aunque le obliga a ir con cautela. La apreciación de la divisa también le permite ir con más calma en el proceso porque impone una restricción de las condiciones financieras.
Hay también una realidad interna que Yellen no pierde de vista al gestionar la política monetaria. Aunque la mejora en el mercado laboral es evidente, la Fed se enfrenta al complejo dilema del estancamiento de los salarios. Es un detalle clave en los debates de los miembros del banco central, porque el alza de tipos puede convertirse en un factor de riesgo si se hace de una forma agresiva.
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