El optimismo de Davos se evapora
Los ejecutivos ven más lejos la recuperación de la economía global
Año tras año, los responsables del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) se empeñan en mirar al futuro y dar carpetazo definitivo a la crisis, pero el pasado regresa tozudo. Los organizadores del Foro que se reúne desde hace 45 años en la estación de esquí de Davos (Suiza) convocan en esta ocasión a más de 2.500 participantes a definir “El nuevo contexto global”, pero el escenario que empieza a dibujarse este 2015 se parece sospechosamente al pasado no necesariamente cercano. Es “el regreso al futuro” en palabras de Nariman Behravesh, economista jefe de la firma de la empresa de análisis y estrategia IHS. “Muchas de las tendencias que observamos nos recuerdan a las de los años 80 y 90. EE UU es, de nuevo, la locomotora económica mundial. El dólar vuelve a ser la moneda fuerte. La producción petrolera estadounidense está a punto de ser la mayor del mundo”, sostiene Behravesh.
Solo el 37% de los directivos espera una mejora de la situación económica
Pero buena parte de las esperanzas de 2014 se han evaporado y con ellas el optimismo que mostraban los directivos empresariales sobre la economía mundial. La encuesta mundial de PwC entre los consejeros delegados de más de 1.300 empresas de todo el mundo revela que solo el 37% de los directivos espera una mejora de la situación económica mundial, lejos del 44% del año pasado, y un 17% estima que la actividad mundial caerá, el doble que hace un año. Los ejecutivos españoles son más optimistas que la media: un 39% cree que la situación mejorará, pero el dato también empeora sensiblemente respecto a 2014 (50%). La mayoría, sin embargo, dentro y fuera de España confía en que sus compañías aumentarán ingresos y empleos.
“La encuesta viene a constatar que nos encontramos ante un escenario económico distinto al que hemos conocido hasta ahora y en el que se conjugan cifras de crecimiento a nivel global con grandes oportunidades de negocio y acontecimientos disruptivos”, sostiene el presidente de PwC, Carlos Mas, en la nota del informe. Deben ser esas oportunidades de negocio, y quizás también la mejora de la economía española, las que han devuelto a los ejecutivos españoles a Davos, que en esta edición configuran el mayor número desde que estalló la crisis.
Las esperanzas puestas en una pujante recuperación mundial no se han materializado. Las señales de la “dramática” mejora que anticipaba Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, en este mismo foro hace un año no solo no se han hecho realidad sino que la entidad se halla en vísperas de una de expansión del balance, seis años después de que la Reserva Federal abriera camino. La brecha entre los grandes bancos centrales se agranda y esas tensiones se empiezan a reflejar en el mercado de divisas, a la espera del próximo movimiento después de que el Banco Nacional de Suiza desligara por sorpresa el franco del euro. “La Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco de Canadá subirán probablemente los tipos de interés este año, aunque de forma modesta. Mientras, el BCE, el Banco de Japón y el Banco de China proporcionarán más estímulo a sus economías, en algunos casos mucho más”, advierte IHS en un informe presentado este martes en Davos.
Los riesgos geopolíticos han pasado a ocupar un lugar prioritario en la agenda y solo un coste de la energía sensiblemente más barato permite entrever cierto crecimiento fuera de Estados Unidos. El informe de Riesgos Globales que cada año elabora el WEF alerta de que la mayor amenaza a la estabilidad mundial en los próximos 10 años procede viene de los conflictos internacionales. “Los riesgos geopolíticos habían desaparecido del mapa de riesgos en los últimos cinco años y vuelven con fuerza”, subraya el informe.
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