España pide a los Quince mayor liberalización económica para lograr el pleno empleo
Montoro advierte de que no todos los países europeos cumplen lo pactado en cuanto a apertura de sectores económicos
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, ha recordado hoy al resto de Estados miembros de la Unión Europea (UE) la necesidad de que cumplan con las reformas estructurales acordadas en Lisboa y Estocolmo, especialmente el proceso de liberalizaciones, para favorecer la creación de empleo en Europa y hacer posible el gran objetivo del pleno empleo para 2010.
Aparicio, en la rueda de prensa posterior a la primera sesión de trabajo de la reunión informal de ministros europeos de Trabajo y Protección Social, dedicada la estrategia de empleo, no ha querido entrar a valorar hasta qué punto cada país ha llevado a cabo las políticas de liberalización sectorial que se comprometieron a realizar los Quince, pero el mensaje que ha lanzado ha sido claro: no todos han cumplido ni están desarrollando este proceso a la misma velocidad que España, lo que está impidiendo una mayor evolución del empleo.
En este sentido, ha explicado que España "sí ha cumplido" con el objetivo de favorecer el empleo gracias a las reformas laborales que acometió en 1997 y en marzo de 2001, puesto que han contribuido a la generación de puestos de trabajo y a romper la tendencia de la elevada temporalidad.
El ministro ha destacado, además, que los mensajes de advertencia de la Comisión Europea acerca de cómo avanzar en el proceso de liberalización energética en el seno de la UE es un "recordatorio lógico" que forma parte de sus obligaciones. Ayer, la Comisión Europea advertía de que "forzará el proceso" de liberalización del mercado energético en Europa, si los Quince estados de la UE no logran acordarlo durante el turno de presidencia española.
La Presidencia española tiene muy claro que los objetivos de pleno empleo, viabilidad de los sistemas de pensiones y erradicación de la pobreza sólo son alcanzables si los Estados miembros acometen las reformas estructurales acordadas en las Cumbres de Lisboa y Estocolmo. Para España estos objetivos son parte de un todo que "no debe desgajarse", y así lo ha transmitido Aparicio a sus colegas europeos.
El titular de Trabajo español ha recordado también en esta reunión informal de Burgos que la consecución del pleno empleo (alcanzar en 2010 una tasa media del 70% en Europa) no sólo pasa por garantizar un puesto de trabajo a los 14,5 millones de desempleados que existen hoy día en la UE, sino por facilitar el acceso de más ciudadanos europeos al mercado laboral.
Por otra parte, Aparicio ha valorado las aportaciones hechas por los participantes en la sesión de trabajo de ayer: los otros dos miembros de la troika (los titulares de Empleo de las dos próximas presidencias: Dinamarca y Grecia), dirigentes de los sindicatos europeos, y varios responsables del Parlamento Europeo, del Comité Económico y Social, y de los Comités de Empleo y Protección Social.
Según el ministro, en esa reunión, hubo consenso sobre la importancia de reforzar el papel de los interlocutores sociales en los debates y procesos europeos, al tiempo que les pidió "mayor responsabilidad" en la consecución del pleno empleo, a través de la negociación colectiva que incluye aspectos como la moderación salarial.
Protección social
Ya en la sesión de tarde, dedicada a la estrategia de protección social, Aparicio ha centrado su discurso en la prolongación voluntaria de la vida laboral para mantener los sistemas de pensiones ante el peligro del envejecimiento de la población. Para Aparicio, la permanencia de los trabajadores en el mercado de trabajo más allá de la edad de jubilación es un "elemento clave" para que los sistemas de pensiones sean sostenibles.
En este sentido, el ministro español ha explicado que uno de los objetivos que los Quince aprobaron en Laeken es el de garantizar que los sistemas de pensiones incentiven eficazmente la permanencia en el mercado laboral de los trabajadores de más edad, así como no incentivar a los trabajadores a jubilarse anticipadamente, no penalizar la prolongación de la vida activa más allá de la edad normal de jubilación, y conseguir que los sistemas de pensiones faciliten la jubilación gradual.
Cumbre de Barcelona
El titular de Trabajo español ha explicado, además, que los ministros europeos de Trabajo han coincidido con España en la necesidad de que la nueva estrategia de empleo debe reemplazar a la de Luxemburgo y sus bases deben quedar sentadas en la Cumbre de primavera de Barcelona. En cualquier caso, dadas las circunstancias económicas y los desfases estructurales entre países, Aparicio ha propuesto a sus colegas de la UE mantener el objetivo del pleno empleo para el 2010, aunque ha recomendado hacer una "evaluación intermedia" del proceso en 2006.
A su juicio, la Cumbre de Barcelona debe ser el escenario de un profundo debate político sobre la nueva estrategia de empleo, y en ella debe concluirse lo que debe formar parte de ella para mejorar su eficacia. Asimismo, han concluido que el nuevo método debe simplificarse, recogiendo un menor número de directrices, eliminando trabas administrativas, y "sincronizando las políticas económicas y sociales para evitar los desfases existentes entre ellas".
En cuanto a los temas que pueden tener cabida en esta estrategia, Aparicio ha citado la movilidad geográfica y profesional, la formación a lo largo de la vida, la igualdad de oportunidades, y el reto demográfico del envejecimiento de la población.
