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La Xunta alivia la presión fiscal inmobiliaria que aprobó en junio

La reducción llega seis meses después de aplicar una subida de hasta el 65%

La súbita subida de la base de los impuestos autonómicos ligados a la vivienda ha durado solo seis meses. Transcurrido medio año desde que la Consellería de Facenda aprobara una tabla que elevaba las tasaciones hasta un 65%, la consellería que hasta esta misma semana dirigía Marta Fernández Currás ha publicado una actualización que ajusta a la baja la valoración de los inmuebles, que incide directamente en los impuestos cuando se produce una venta o una transmisión por herencia de un piso o una casa. Como en junio pasado, el cálculo de la modificación depende de zonas y ciudades, pero si entonces se calculó una subida media del 30%, expertos del sector inmobiliario evalúan el ajuste en torno a un 10% o un 20% a la baja, por lo que consideran que los valores que se aplican siguen muy por encima de los que rigen en el mercado.

Las tablas aprobadas en junio disparan la base impositiva

La Consellería de Facenda niega que se trate de una rectificación. El departamento, ahora con Elena Muñoz al frente, afirma que se trata de la primera de las actualizaciones que pretende llevar a cabo anualmente en las tablas de valoración, para ajustarse así "a la evolución del mercado inmobiliario". Sin embargo, los valores resultantes de esta última modificación siguen suponiendo un incremento notable de las valoraciones respecto a las que se aplicaban antes de junio, cuando en algunos casos, principalmente en las ciudades, se registraron subidas de hasta el 65%.

Las tablas sirven para que las partes calculen los impuestos que deben tributar a Facenda, en concepto de sucesiones y donaciones y de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados. Con anterioridad a la valoración de junio, las partes en una operación de compraventa de un inmueble podían solicitar una certificación de la consellería o tributar de acuerdo con el precio acordado. En este último caso, meses después la Xunta remitía al comprador una carta con el cálculo del valor efectuado por la consellería, por lo general al alza, acompañado de una orden de pago de la diferencia. Con las tablas, la consulta se puede hacer de forma inmediata, pero con el resultado de que la base impositiva se dispara.

Las valoraciones provocaron una fuerte polémica en el Parlamento, donde socialistas y nacionalistas reclamaron a la Xunta que rectificara, ya que la actualización de precios al alza se hizo en plena caída del mercado. También protestaron los ayuntamientos, muchos de ellos del Partido Popular, como el de Lalín, cuya junta de gobierno calificó los valores de "desorbitados" y lamentó la "indefensión" en que dejó a los ayuntamientos la orden de la Consellería de Facenda.

La reprobación llegó igualmente del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia y del de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria. Los arquitectos aplaudieron que los precios "se objetiven", pero alertaron de la "inadmisible" subida de impuestos encubierta, mientas que los agentes inmobiliarios consideraron "desproporcionada" el alza, que según su presidente, Herminio Carballido, paralizó muchas de las operaciones que estaban en marcha cuando se aprobó la orden de la consellería. La Xunta se defendió de las acusaciones exhibiendo las ventajas de contar con una tabla "objetiva" y de una herramienta "contra el fraude".

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La rebaja ahora aplicada afecta principalmente a las zonas urbanas, que eran las que sufrieron la mayor subida en junio. Así, en A Coruña se registran ahora descensos por encima incluso del 20%. La capital provincial cuenta con los precios más caros de Galicia después de A Toxa, en O Grove, seguida de Vigo, donde también se ha producido una caída de las tasaciones considerable.

Calle Juan Flórez de A Coruña, ahora con importante rebaja en el impuesto inmobiliario.
Calle Juan Flórez de A Coruña, ahora con importante rebaja en el impuesto inmobiliario.GABRIEL TIZÓN

Confusa retroactividad a enero de 2010

La principal paradoja que observan los especialistas del sector inmobiliario en la nueva tasación adoptada por el Gobierno gallego es el lugar en que queda la retroactividad de las anteriores tablas. Pese a que la Xunta negó con insistencia ese carácter, la orden de la Consellería de Facenda publicada el pasado 20 de junio establecía que los precios derivados de las tablas serían de aplicación desde el 1 de enero de 2010, aunque de hecho ya se asignaban antes de entrar en vigor. La retroactividad ha durado seis meses.

Con la nueva rebaja, se dará la paradoja de que se pagarán más impuestos por las operaciones realizadas en los primeros meses de 2010 que las que se realicen a partir del 1 de enero de este año, fecha de entrada en vigor de la nueva orden, que fue publicada en el Diario Oficial de Galicia el pasado 28 de diciembre.

La aplicación de las tablas aprobadas en junio provocó una desagradable sorpresa a quienes realizaron operaciones en 2010 y 2011, que se encontraron con la obligación de tributar unos valores muy superiores a los reales. El efecto de la medida fue notable, ya que solo en 2011, la Xunta ingresó 509 millones de euros por impuestos sobre sucesiones y donaciones y sobre transmisiones patrimoniales, según figura en los Presupuestos de la Xunta del pasado año.

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