Manuel Barbié, galerista de las vanguardias

El galerista Manuel Barbié Nogaret, especializado en artistas de las vanguardias históricas, falleció el miércoles a los 38 años en su Barcelona natal. Barbié llevaba algún tiempo en tratamiento por episodios depresivos.

Manuel Barbié asumió en 1988 la dirección de la galería que lleva su primer apellido, fundada por su padre en 1965, cerca de la plaza del Pi y que posteriormente se trasladó en el Eixample. Desde su incorporación la galería incrementó su presencia en el mercado internacional y se especializó en la investigación y exposición de las vanguardias históricas, sobretodo soviéticas.

En diciembre de 2006 se trasladó a un hermoso espacio de 250 metros cuadrados en el segundo piso de la neogótica casa Marfá, en la esquina del Paseo de Gracia con la calle Valencia. "Este espacio responde a la orientación de la galería, enfocada cada vez más hacia un público especializado, que prefiere un entorno recogido y alejado de la calle", explicaba el joven galerista en la inauguración. La primera muestra, dedicada a Robert y Sonia Delaunay, reunía unas cuarenta obras procedentes de la colección del nieto de los artistas, Jean-Louis Delaunay, quien participó personalmente en la selección y el montaje de la exhibición.

La galería dirigida por Barbié se vio envuelta en una polémica en noviembre de 2009, cuando el experto estadounidense William Cole y el comité encargado de velar por la autenticidad de las obras exhibidas en Feriarte de Madrid rechazó siete pinturas de diversos artistas de la vanguardia rusa, presentadas por la galería Barbié. Aunque el escándalo le afectó, no llegó nunca a ser incriminado, a diferencia de lo ocurrido con otros marchantes franceses, que están siendo objeto de investigación judicial en estos momentos.

El pasado 25 de octubre la galería Barbié volvió a su sede histórica en Consell de Cent, centro neurálgico de las galerías barcelonesas, y fue reinaugurada con la exposición Afinidades selectivas. Según su comisario, el historiador y crítico Francisco Yvars, "la muestra destilaba alegría plástica y reunía obras de calidad museal y una complejidad formal muy difícil de encontrar en un espacio comercial". En la exposición, que se clausuró el 17 de este mes, se desplegaban las piezas más espectaculares del fondo de la galería, incluidos dos dibujos de Picasso, un móvil de Calder, cinco Tàpies y obras de Torres-García, Léger, Jean Arp, Fontana, Juan Gris y Juan Muñoz.