La policía egipcia registra 17 ONG internacionales
EE UU y grupos prodemocracia protestan por la actuación
Las fuerzas de seguridad de Egipto registraron ayer las sedes de 17 organizaciones no gubernamentales (ONG), tres de ellas estadounidenses, en el curso de una investigación sobre las vías de financiación de las recientes protestas democráticas. La Administración de Barack Obama exigió, a través del Departamento de Estado, que las autoridades egipcias paralicen inmediatamente los registros, calificándolos de abuso gubernamental y de provocación injustificada. Otros Gobiernos occidentales, como el alemán, también protestaron por los registros.
"Esas acciones son incongruentes con los acuerdos de cooperación bilateral que hemos tenido con Egipto a lo largo de los años", dijo ayer Victoria Nuland, la portavoz del Departamento de Estado, en conferencia de prensa. "Le pedimos al Gobierno de Egipto que acabe de forma inmediata con el acoso al personal empleado por las organizaciones no gubernamentales, que devuelva todo el material confiscado y que solucione este problema de forma inmediata".
Tres de las organizaciones investigadas son norteamericanas
Las autoridades acusan a las ONG de captación de fondos extranjeros
Funcionarios judiciales y agentes de la policía egipcia armados registraron ayer las sedes de casi dos decenas de organizaciones de ayuda y cooperación de diversos países, y se llevaron documentos y ordenadores para su inspección. Los trabajadores de las ONG tuvieron prohibido salir de las sedes mientras duraron los registros. Según un portavoz de la fiscalía general egipcia, Adel Saeed, el Gobierno investiga a grupos de los que sospecha que han recibido financiación extranjera de forma irregular. La Fiscalía egipcia señaló asimismo que existen "pruebas serias" de que las 17 ONG practicaron actividades que violan la ley egipcia que regula su funcionamiento y que prohíbe, entre otras cosas, la captación de fondos extranjeros.
Tres de las organizaciones registradas ayer tienen su sede en Washington. El National Democratic Institute (NDI) y el International Republican Institute (IRI) reciben fondos del Gobierno federal de EE UU y están vinculados, de forma no oficial, a los partidos Demócrata y Republicano, respectivamente. La tercera es el think tank Freedom House, cuya finalidad es la defensa de los valores democráticos y que recibe financiación principalmente del Departamento de Estado y la agencia para la cooperación internacional norteamericana, USAID.
"Esos registros suponen una escalada de represión que no se veía ni siquiera durante el régimen de Mubarak", dijo David J. Kramer, presidente de Freedom House. "Esas acciones entran dentro del marco de una intensa campaña del Gobierno de Egipto para desmantelar la sociedad civil a través de una campaña legal que esconde motivos políticos y cuya finalidad es evitar las actividades de la sociedad civil en Egipto por lo que ellos llaman financiación ilegal extranjera".
En parecidos términos se expresó desde El Cairo el destacado activista de derechos humanos Negad al Borai, que afirmó: "Todo esto parece una campaña contra los defensores de los derechos humanos". Al Borai añadió que campañas similares se produjeron durante las décadas de poder dictatorial de Mubarak, que abandonó el poder el pasado 11 de febrero. El futuro candidato en las elecciones presidenciales de Egipto y antiguo responsable del Organismo Internacional para la Energía Atómica, Mohamed el Baradei, señaló: "Las organizaciones de derechos humanos son el icono de la libertad. Todos estaremos atentos para evitar cualquier actuación que interfiera en su labor".
La embajadora de EE UU en El Cairo, Anne Patterson, protestó ante el primer ministro egipcio, Kamal Ganzury. Entretanto, Jeff Feltman, asistente de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para Oriente Próximo, hizo lo mismo ante el embajador egipcio en Washington, Sameh Shukry. "Organizaciones como esas son la base del proceso democrático", dijo Nuland. "Algunas de ellas son instituciones que reciben apoyo del Gobierno de EE UU, y que trabajan en el resto del mundo, ayudando a los ciudadanos a que cumplan sus objetivos de democracia".
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