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Reportaje:

De la prehistoria a la modernidad

Joan Gregori, licenciado en Historia Medieval que dirigió un centro en La Beneficència, pasa a sustituir a Javier Varela en la dirección del Muvim

Joan Gregori, hasta ahora jefe de Proyectos Museísticos Institucionales del Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (Muvim), será el nuevo director de la institución, en sustitución de Javier Varela, que tras 18 meses al frente del museo tendrá que regresar a su puesto de profesor de la UNED. "Sería extraño ir a buscar fuera lo que tenemos, con creces, cerca", argumentó ayer María Jesús Puchalt, diputada de Cultura de la Diputación de Valencia, de la que depende el museo, tras improvisar el anuncio del nuevo cargo durante la presentación de la exposición La Ruta de la seda. Cáucaso y Asia Central, que ayer se inauguró en el Museu Valencià d'Etnologia.

"Es una persona perfecta para el cargo", insistió Puchalt, y después destacó su "extenso currículo", que no dudó en ofrecer a los medios de comunicación para constatar que el perfil de Gregori era el idóneo. Así, Gregori, licenciado en Historia Medieval por la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València, fue nombrado en 1999 director del nuevo Museo de Prehistòria i de les Cultures de València, que fusionó en su día los antiguos Museu de Prehistòria y Museu d'Etnologia. En 2005 pasó a ser director administrativo de la Xarxa de Museus de la Diputación de Valencia. En 2008 fue nombrado jefe del Servicio de Investigaciones Etnológicas (SIECT) del Museu Valencià d'Etnologia. Y en octubre de 2010 se incorporó al Muvim como jefe de Gestión de Proyectos Museísticos Institucionales para, según la Diputación, ayudar a Varela en la gestión del museo. Gregori es una persona de confianza de Antonio Lis, exvicepresidente provincial y hombre fuerte del área de Cultura.

"Conozco el centro en un grado óptimo", asegura el nuevo director

"Por supuesto que he hablado con el señor Rus de esta situación", aseguró ayer Puchalt en referencia al presidente de la Diputación, Alfonso Rus, "no estaría aquí ante la prensa haciendo este anuncio si no lo hubiera consultado". Así respondió la diputada de Cultura ante la pregunta de si se había improvisado la sustitución de Varela.

No en vano, en los últimos días había trascendido el descontento de Varela en sus relaciones con el área de Cultura de la institución provincial, a la que acusó de "poner palos en las ruedas" del Muvim. Puchalt negó ayer que hubiera cualquier tipo de desencuentro. "Soy una persona que reclama explicaciones y demanda aclaraciones", argumentó Puchalt, características que ve normales en alguien que gestiona un cargo público. "Yo personalmente no he tenido ningún desencuentro con él", insistió varias veces la diputada de Cultura.

Puchalt volvió a recalcar que Varela tenía que abandonar su cargo porque el 20 de diciembre concluye el plazo máximo estipulado para una comisión de servicio. Y habló de que él ya sabía que su puesto era provisional: "Cuando se le presentó en el Muvim ya se habló de que era un periodo de transición". Y por eso ahora se elige a un funcionario de la Diputación de Valencia para sustituirle, ya que, argumentó, una vez creada una plaza en la relación de puestos de trabajo (RPT) de la institución, esta se puede cubrir con un funcionario de la casa sin que haga falta que apruebe una oposición.

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No obstante, el antecesor de Varela, Romà de la Calle, también profesor universitario y que dimitió por negarse a censurar varias imágenes de una exposición de fotoperiodismo, estuvo en el cargo durante cinco años sin que hubiera problemas. Desde la Diputación explican que él disponía de un contrato de alta dirección, y que su sueldo no se corresponde con el actual periodo de crisis. Es decir, el cese de Varela, aparte de las posibles desavenencias, no es por una imposibilidad legal sino por una decisión política.

Gregori, por su parte, sorprendió a los medios al manifestar su "sorpresa" por el nombramiento, ya que, aseguró, se enteró del mismo en la comparecencia de Puchalt, que sin embargo sí tenía el currículo de Gregori preparado. Después expresó su "satisfacción personal y profesional" y el deseo de desarrollar el cargo con el rigor que requiere el museo en el que trabaja desde hace un año: "Creo conocer el museo, no al 100% pero conozco el funcionamiento en un grado óptimo".

Varela manifestó ayer su sorpresa por las formas, ya que, según dijo, nadie le avisó de su situación. "Yo sigo aquí, hasta el martes", aseguró, en referencia al 20 de diciembre, cuando se acaba su comisión de servicio. Y explicó que hay muchas fórmulas para continuar de director y que si él no sigue es por voluntad de Puchalt. "Añoro la universidad, un reducto de la libertad de expresión", añadió, "allí somos unos anarquistas estipendiados donde podemos dedicarnos a la investigación o la docencia, somos unos privilegiados".

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