La pérdida de las cajas limitará el crédito, según los economistas

La fluidez del crédito es una de las claves que apuntan los economistas colegiados en toda la Comunidad Valenciana para superar el estancamiento que lastra la economía, pero la reciente pérdida del control de las dos cajas de ahorros valencianos abunda en la dirección errónea puesto que complicará el acceso a la financiación externa a las familias, a las empresas y, sobre todo, a las Administraciones públicas. Los resultados de la sexta encuesta semestral que elabora el Colegio de Economistas de la Comunidad Valenciana (Coeva) revelan que un 56% de los encuestados auguran que "la desaparición de Bancaja y la CAM" redundará en un menor acceso al crédito de las empresas. En el caso de las familias, la mitad de los economistas auguran que la pérdida del sistema financiero vinculado al territorio apenas tendrá influencia. Pero el porcentaje se dispara por encima del 71% entre los economistas que consideran que la desaparición de las cajas provocará una caída en la concesión de crédito a las Administraciones públicas.

Pons sentencia que los presupuestos de la Generalitat para 2012 son "irreales"

"La práctica desaparición de la banca valenciana, con Bancaja absorbida por Bankia; la CAM intervenida y adjudicada al Banco Sabadell; y el Banco de Valencia ingresado de urgencia en el FROB, puede tener importantes consecuencias sobre el crecimiento económico de la autonomía y complicará el acceso al crédito especialmente a las Administraciones públicas", sintetizó Leopoldo Pons, decano de los economistas de Valencia.

Los economistas, en sintonía con la inmensa mayoría de expertos, auguran un 2012 muy difícil. El paro representa el problema más grave que afronta la economía valenciana, según el 86% de los encuestados. Un problema que afecta directamente a la mala evolución de la demanda interna, el segundo gran problema, según un 71% de los encuestados. Pero Francisco Menargues, decano de Alicante y actual responsable del Coeva, detalló expresamente las menciones a "la falta de financiación, la mala gestión de las Administraciones y el déficit público".

Los problemas de la Generalitat para colocar deuda en los mercados financieros, incluso para agotar la emisión de bonos patrióticos que los particulares pueden comprar hasta mañana, provocó toda una serie de reflexiones entre los economistas.

Pons lamentó la "competencia" desatada entre las distintas Administraciones autonómicas y el Estado para colocar deuda, una situación de sobreoferta que resulta "muy cómoda" para los grandes inversores. Apuntó que las comunidades autónomas "no han logrado transmitir que el déficit estructural que arrastran se puede controlar". Y lamentó, finalmente, que el sistema financiero con arraigo en la Comunidad Valenciana haya quedado desarbolado: "Cataluña tiene La Caixa, incluso el Banco Sabadell, pero nosotros no tenemos operadores en el mercado, y eso es muy malo".

El decano de Valencia deslizó varios argumentos que detraerían el interés de los mercados por la deuda valenciana: "Cabalgamos sobre 20.000 millones de euros de deuda pública, una cantidad que no es baladí cuando el presupuesto es de 15.000 millones; arrastramos una deuda comercial por impago a proveedores que se paga a un interés del 7%; y los presupuestos para 2012 no son creíbles, la evolución de la caja demuestra mes a mes que no se alcanzarán los ingresos previstos".

Ante tales circunstancias, ¿sería posible que el Estado emitiera como propia deuda pública de la Comunidad Valenciana? Tampoco. "La autonomía del presupuesto no se puede compaginar con la gestión externa de la deuda", sentenció Pons. Pero concluyó: "Si el Gobierno central no es capaz de controlar los mercados de capitales en su país, tal vez el Banco Central Europeo debería disciplinar al Tesoro de España o comprar bonos valencianos directamente".