Un golpe de 300 kilos de cocaína

El primer balance oficial de la droga sustraída el pasado fin de semana en un depósito judicial de Málaga estima que los ladrones se llevaron al menos 300 kilos de droga en polvo, principalmente cocaína. El cálculo es provisional porque los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía continúan examinando la nave en busca de pruebas y el inventario no ha podido cerrarse.

La Subdelegación del Gobierno, responsable del depósito judicial, detalló ayer el complejo sistema de seguridad instalado en el recinto asaltado, pero eludió pronunciarse sobre los supuestos fallos "casi permanentes" en las cámaras de seguridad denunciados por los sindicatos policiales Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y Sindicato Unificado de Policía (SUP). El ministro del Interior, Antonio Camacho auguró en Zamora que "en poco tiempo" habrá resultado de la investigación y se sabrá "qué falló" y cómo se produjo el robo.

El subdelegado del Gobierno, Hilario López Luna, apostó por el sabotaje total de las medidas de seguridad. "Todos los sistemas fueron inutilizados para cometer el robo", trasladó a través de un comunicado.

El almacén asaltado dispone de siete cámaras interiores y cinco exteriores. Este sistema de videovigilancia transmite las imágenes en tiempo real a un puesto de la Guardia Civil, situado a unos 500 metros. Además, dispone de una alarma durante las 24 horas conectada a la Guardia Civil y a una empresa de seguridad.

Una vez dentro, los ladrones abrieron la cámara acorazada de unos 100 metros cuadrados con una lanza térmica, una especie de soplete gigante capaz de penetrar en cualquier material. No saltó ninguno de los diez detectores sísmicos colocados en las paredes para detectar vibraciones o intentos de perforaciones, ni otros diez sensores que debían alertar de un cambio en el volumen del aire.

La furgoneta Iveco Daily supuestamente utilizada para cargar la droga fue encontrada en llamas en un polígono de la ciudad. El fuego se concentró en la cabina, en cuyo interior sólo quedó el armazón de hierro de los asientos.

El recinto donde se produjo el robo se encuentra dentro del Puerto de Málaga. Se conoce como Área de Sanidad Exterior e incluye dependencias para el análisis, pesaje y custodia de la droga intervenida en operaciones policiales de varias provincias andaluzas. Las sustancias estupefacientes se guardan en sus almacenes hasta que el juez acuerda su destrucción.

Además de la investigación del Cuerpo Nacional de Policía, encargado del caso, la Guardia Civil y la Subdelegación del Gobierno han abierto informaciones reservadas sobre lo sucedido.