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Reportaje:Moda

Modernos lobos de mar

En medio de la tormenta, vuelven los abrigos masculinos de toda la vida: la recuperación, en cinco claves

Carmen Mañana

¿Crisis de creatividad o simplemente crisis? Cuando la industria textil vuelve a echar mano de sus clásicos, léase best sellers, la pregunta se formula sola. Este invierno los míticos chaquetones marineros (pea coats) y las trencas duffle se vuelven omnipresentes. Las virtudes de los abrigos masculinos "de toda la vida" -versatilidad, resistencia y atemporalidad- funcionan a la perfección en medio de la recesión económica.

- ¿Qué? Tanto el pea coat, o chaquetón marinero, como la trenca duffle (así se llama el material con el que se fabricaban originalmente) fueron popularizados por la Armada británica. Durante la I Guerra Mundial, los soldados empezaron a utilizar una versión del duffle en color camel que, con pequeñas variaciones, volvió a ser empleada en la II Guerra Mundial. El general Marshall decidió adoptarla para identificarse con las tropas, y su imagen con esta prenda se hizo tan famosa que desde entonces también se conoce como Monty coat. Al terminar la guerra, el Gobierno liquidó el equipamiento militar a precios muy bajos y las trencas se volvieron ubicuas entre la población general. Dos siglos antes, la armada de su majestad ya había incluido el abrigo marinero por excelencia, el pea coat, como parte de su uniforme de invierno. Con su doble abotonadura y sus grandes solapas, llegaría al Ejército estadounidense a principios del siglo XX.

- ¿Quién? La trenca, santo y seña de la tribu de los mods, se torna futurista de la mano de Burberry para este invierno. Paul Smith le devuelve su carácter más marinero y Tommy Hilfiger decide integrarla en unos rurales años setenta. Mucho más conservadores se muestran Salvatore Ferragamo y Cornelliani a la hora de reinterpretar el pea coat, una de las prendas favoritas de Jackie Onassis. Ambas firmas mantienen su tejido original, la lana, y solo juegan con las décadas en las que se inspiran: los sesenta, en el primer caso: los veinte, en el segundo.

- ¿Por qué? "Más que clásicos, son iconos del vestir masculino atemporales", resume Óscar Gala, uno de los propietarios de la tienda madrileña Mini. En su boutique jamás faltan porque, dice, nunca pasan de moda. Pero con la crisis, la ecuación parece más redonda que nunca: son abrigos resistentes, todoterreno y fáciles, que sientan bien a casi todo el mundo.

- ¿Cómo? Uno de los puntos fuertes de trencas y chaquetones marineros es su versatilidad. Encajan igual de bien con un traje que con unos vaqueros y unas deportivas. "Aunque estamos más acostumbrados a utilizarlos en versión sport, el reto y la tendencia es adaptarlos al vestir más formal", adelanta Óscar Gala. Además, se adaptan a casi cualquier estilo: desde el hombre clásico al más pop, pasando por los amantes de las botas de montaña y los pantalones con rodilleras.

- ¿Merece la pena? Las madres de los que hoy tienen más de 30 años lo sabían bien. Varias generaciones de niños españoles crecieron con una trenca inamoviblemente instalada en su armario. Era por algo. Como sentencia Gala, "son una verdadera inversión". Y siempre volverán a volver.

A la izquierda, un chaquetón marinero de Corneliani. Y, a la derecha, una trenca de Burberrys.
A la izquierda, un chaquetón marinero de Corneliani. Y, a la derecha, una trenca de Burberrys.L'ESTROP

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