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Sheinbaum se centra en sus propuestas, Gálvez la ataca con todo y Máynez aleja cualquier posibilidad de declinación

La candidata del PAN, PRI y PRD se juega el resto y eleva los ataques personales contra la aspirante oficialista, que optó por no responder a los dardos. Máynez carga contra Gálvez y aleja el escenario de su retirada

Tercer debate presidencial 2024
Jorge Álvarez Máynez, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, durante el tercer debate por la Presidencia de la República, en el Centro Cultural Tlatelolco.Instituto Nacional Electoral
Zedryk Raziel

En el tercer y último debate presidencial, a dos semanas de las elecciones del 2 de junio en México, la candidata del PAN, PRI y PRD, Xóchitl Gálvez, reforzó la estrategia de los ataques, incluso personales, contra la puntera en las encuestas, la abanderada de Morena, Claudia Sheinbaum, que dejó pasar varios de los dardos y favoreció la presentación de propuestas. El tercer contendiente, Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, asumió un rol más protagónico, y combinó la reseña de su plataforma con duros ataques dirigidos a Gálvez y a los partidos que la postulan, principalmente el PRI y el PAN. Esta nueva estrategia de Máynez supuso un salto por los aires de cualquier posibilidad de que la oposición vaya unida a la elección con una sola candidatura, tras una intensa semana en la que varios dirigentes llamaron al abanderado naranja a declinar sus aspiraciones y favorecer a Gálvez. “No nos merecemos un debate presidencial lleno de calumnias y mentiras. Debemos respetar la investidura presidencial”, pidió Sheinbaum. “Al debate venimos también a contrastar ideas, que no se espanten”, replicó Gálvez.

La aspirante de la alianza del PAN, PRI y PRD, que por la mañana de este domingo fue encumbrada como favorita del movimiento de la Marea Rosa [movimiento de protesta contra el Gobierno], salió en tromba y continuó dirigiéndose a Sheinbaum como “la candidata de las mentiras”, fórmula que ha utilizado en anteriores debates. Gálvez, una empresaria conservadora, reiteró el eslogan de que ella defiende “la vida, la verdad y la libertad”, como dijo esta mañana en la marcha rosa, y acusó a Sheinbaum de no creer en Dios, en la Virgen de Guadalupe ni en los pecados. Gálvez mencionó la visita que hizo su contrincante al papa Francisco meses atrás. “Tienes todo el derecho de no creer en Dios, es un tema personal, pero no tienes derecho de usar la fe de los mexicanos con oportunismo político”, dijo. “Es una absoluta provocación que no voy a contestar”, replicó Sheinbaum.

Gálvez dijo que, mientras la morenista iba a clases de ballet siendo niña, ella, a la misma edad, tenía que trabajar; con este contraste, la candidata opositora sostuvo su defensa de los programas sociales y reforzó su promesa de que, de ganar la elección, las ayudas no serán canceladas. Fue el primer momento en que Máynez entró a la disputa con la abanderada de la alianza de oposición, a la que se refería como “la candidata del PRIAN”, un mote que Sheinbaum le asignó a Gálvez en debates pasados. “Si los programas sociales están en la Constitución, no es por la voluntad de los partidos que la apoyan, porque el PAN es el único partido que votó contra los programas”, dijo el abanderado. Máynez recordó cómo el expresidente Vicente Fox (PAN) había criticado a los beneficiarios de los apoyos, a los que calificó de holgazanes. Gálvez replicó: “Yo dije claramente que a mí un hombre no me manda; los programas sociales se quedan, Morena se va”.

Periodistas escuchan el debate presidencial este domingo, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
Periodistas escuchan el debate presidencial este domingo, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco. Isaac Esquivel (EFE)

Máynez recordó que Gálvez fue funcionaria en el sexenio foxista. “Jamás en ese Gobierno se deslindó de lo que hizo Fox, jamás en el Gobierno de [Felipe] Calderón se deslindó de la política de seguridad que llenó de horror y sangre a México. Es absurdo”, lanzó. Los dardos del emecista a Gálvez parecieron a veces una defensa de Sheinbaum. “A mí [Gálvez] me ha cuestionado por lo que hace el gobernador de Nuevo León [Samuel García, de MC]. A la candidata de Morena la cuestiona por lo que hace el presidente [Andrés Manuel López Obrador], pero, cuando se saca el tema de los expresidentes del PRI y el PAN, que fueron los más corruptos de la historia de México, dice que a ella no la mandan”, acusó.

Gálvez, que por momentos mostraba un cartel que leía “Claudia miente”, continuó con la artillería y reiteró los señalamientos enarbolados por la oposición de que Morena es un “narcopartido”. Acusó al dirigente de la formación guinda Mario Delgado de estar sujeto a una investigación de autoridades de Estados Unidos por crimen organizado y por tráfico de combustible. La candidata, buscando el cuerpo a cuerpo a cada momento, incluso acusó que Sheinbaum y su exsecretario de Seguridad en Ciudad de México, Omar García Harfuch, recibieron dinero y drogas de parte de grupos criminales, según se relata en un libro de la periodista Anabel Hernández. La candidata de oposición afirmó que ya presentó una denuncia ante la Fiscalía por las afirmaciones de la publicación. Sheinbaum desestimó el libro, aludió a la guerra contra el narco emprendida por el presidente Felipe Calderón (PAN) y mencionó que quien fue secretario de Seguridad en ese sexenio, Genaro García Luna, “un personaje siniestro”, ha sido enjuiciado en Estados Unidos por narcotráfico.

Máynez aseguró que ni él ni su partido tienen vínculos con la delincuencia. “Conmigo no tienen que preocuparse por cuál García es peor, si García Luna o García Harfuch”, dijo. El emecista cargó de nuevo contra los gobiernos de Calderón y de Enrique Peña Nieto (PRI), al primero por detonar la lucha armada contra los cárteles y al segundo por continuarla. También lanzó una crítica al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador por “el militarismo” —el papel central del Ejército en la seguridad— y por el desmantelamiento de las corporaciones policiacas.

El tema de la vivienda fue otro punto que profundizó la distancia entre Máynez y la alianza opositora. Sheinbaum sacó a colación su propuesta de que el Infonavit construya un millón de hogares. Gálvez dijo que la Administración de López Obrador es la que más abandonó la política de vivienda. Máynez puso de nuevo el pecho y mencionó la trama de la corrupción inmobiliaria que ha golpeado al PAN en la capital. “No es el Gobierno que más abandonó la vivienda, es uno más que lo ha hecho”, dijo. “Como lo hizo el Gobierno de Vicente Fox, que construyó vivienda en la periferia, que se hicieron negocios con la vivienda y que no se vio la vivienda como derecho. Como lo hace el cartel inmobiliario, que hoy le quiere cobrar más a los usuarios del Metro por recorrer mayores distancias después de haberlos expulsado, especulando con los precios de la vivienda de la zona central de Ciudad de México”, refirió.

Los aspirantes también se han confrontado por los tránsfugas de los partidos, los políticos y exgobernadores del PRI y el PAN señalados de corrupción y que han terminado en las filas de Morena. Gálvez, obviando que se trata de los mismos partidos que la postulan, criticó a los exgobernadores priistas que el Gobierno obradorista ha nombrado como diplomáticos en otros países, caso de los exmandatarios Omar Fayad, Claudia Pavlovich y Quirino Ordaz. “A los exgobernadores del PRI se los llevan de embajadores”, criticó. Máynez apuntó: “A gobernadores corruptos del PRI, le faltó esa parte”. Sheinbaum, en uno de los pocos ataques que ha respondido, sacó un cartel que decía que el PRI tiene a más políticos presos y prófugos que en funciones.

Máynez tomó el tema de percha y cuestionó la decisión de los dirigentes del PRI y el PAN, Alejandro Moreno y Marko Cortés, de haber amarrado un lugar en el Congreso mediante una candidatura plurinominal. “Yo no nombraría embajadores a cambio de gobernadores”, dijo Gálvez, en respuesta a la pregunta de una moderadora de qué cambios haría en política exterior. “Ojalá hubiera puesto el ejemplo con las listas de diputados y senadores del PRI y el PAN, es muy difícil creer que no va a poner a los corruptos en las embajadas si ya los puso en las listas plurinominales”, le lanzó Máynez.

Gálvez siguió con los dardos, siempre contra Sheinbaum. En algún punto aseguró que la morenista “odia a las feministas” y la acusó de pecar de soberbia, en referencia a la declaración de la morenista de que la jornada electoral del 2 de junio es un mero trámite. “La soberbia es un pecado que se paga en vida, yo sé que ella no cree en los pecados”, dijo la panista. Gálvez insistió en que Morena es un partido autoritario y que la democracia está en riesgo, una idea muy común entre la oposición. Sheinbaum rechazó esa afirmación y dijo que la realización de la marcha de la Marea Rosa este domingo es una demostración de que en México hay pluralidad. La candidata oficialista hizo notar que la sede de este último debate fue la plaza de Tlatelolco, donde, en 1968, el gobierno del PRI ordenó la represión del movimiento estudiantil. “Es una ironía del destino que el día de hoy el PRIAN esté en la sala de la memoria de la masacre del 68; en realidad ellos son la corrupción, nosotros somos la honestidad, ellos son el autoritarismo, nosotros la democracia”, aseguró.

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Zedryk Raziel
Reportero de EL PAÍS México, especialista en la cobertura de asuntos políticos y de corrupción. Licenciado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ha sido colaborador en el diario Reforma y el portal Animal Político. Es coautor de ‘El caso Viuda Negra’ (Grijalbo, 2022).
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