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Prostitutas "hartas" de multas

Las meretrices reclaman una reunión con Gallardón para negociar un espacio limpio y seguro donde ejercer

La calle de la Montera tenía ayer más prostitutas de lo habitual. No buscaban clientes, sino respeto a su oficio. Cerca de 200 personas se manifestaron junto a una treintena de meretrices para reclamar "respeto total a las trabajadoras del sexo". No se consideran ni víctimas ni esclavas, pero sí denuncian las condiciones en las que tienen que ejercer la prostitución. Poca higiene y poca seguridad, a lo que añaden presión policial y de vecinos. "No a la persecución, negociación de espacios", rezaba una gran pancarta en la cabecera de la marcha. Las prostitutas dicen estar "hartas" de las multas que reciben ellas y sus clientes, no por ejercer la prostitución (cuya actividad no está sancionada), sino por otras infracciones.

"Queremos los mismos derechos que el resto de los trabajadores"
No se consideran ni víctimas de trata ni esclavas, sino trabajadoras
El Ayuntamiento se niega a designar un espacio para la prostitución

"Estamos hartas de que se diga que todas somos víctimas de trata y se nos niegue nuestra capacidad de decisión para ejercer esta actividad que, aunque la desarrollamos en condiciones cada vez más penosas, es la actividad que hemos decidido escoger para trabajar", resumieron en un manifiesto leído al llegar a la Puerta del Sol pasada la una de la tarde.

La marcha transcurrió en un ambiente festivo. Música tecno, gritos y lemas que atraían la atención de los curiosos. "Estamos hasta las tetas de políticos chuletas" o "primero pagáis, luego nos insultáis". Muchos hombres acompañaban la protesta que empezó a medio día en Montera y terminó en la Puerta del Sol frente a la escultura de la Mariblanca. Colectivos homosexuales, como FELGTB y Cogam, y la asamblea Transmaricabollo del 15-M también se unieron.

Muchas de las manifestantes llevaban el rostro cubierto con máscaras de carnaval. Alejandra, subida a unas botas altas negras con elevado tacón y embutida en unas mallas de leopardo, esconde su rostro tras una careta muy colorida con plumas para que no la reconozcan la familia ni los amigos. Tampoco quiere desvelar su apellido. Ejerce la prostitución en Villaverde desde hace siete años y gana al mes entre 2.000 y 3.000 euros. Antes cubría "10 servicios de sexo al día y ahora dos", se lamenta la mujer.

Un cartel, colocado sobre el megáfono desde el que se proclamaban los lemas de la marcha, invitaba al alcalde de Madrid a reunirse con las prostitutas: "Señor Gallardón sea el primer alcalde en la Comunidad de Madrid que se siente junto a nosotras a negociar un espacio digno donde no molestar ni ser molestada".

Lo que pedían las meretrices es que el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, se siente a negociar un espacio donde puedan "captar clientes en la calle sin molestar a nadie", según Cristina Garaizabal, portavoz del colectivo Hetaira, convocante de la protesta y "defensor de los derechos de las trabajadoras del sexo". Un lugar "donde la policía las proteja de los abusos" en lugar "de poner multas" a las prostitutas o a los clientes "con excusas como la obstrucción del tráfico". Garaizabal no aclara cómo debería ser ese lugar. "Les da igual". En la ciudad o a las afueras. Siempre que sean espacios, "con mayor seguridad, limpios, con papeleras, con sitios para descansar, tomar un café o refrescarnos, bien alumbrados y con buenos accesos", según el comunicado.

Alejandra cuenta que últimamente tiene que hacer turno doble por el "acoso que se hace a los clientes con las multas". "La policía debería investigar a los proxenetas", responde cuando se le pregunta por las mafias que explotan a mujeres. "No estamos de acuerdo con eso, pero nosotras no estamos explotadas". Alejandra fue a manifestarse junto a dos compatriotas ecuatorianas que conocía de antes de llegar a España. Durante dos años trabajó sin papeles, limpiando portales. Finalmente, acabó en la prostitución. Pero cambiaría de trabajo si encontrara otro que le proporcionase unos ingresos parecidos. Le preocupa que "el negocio ha decaído" lo que, según su amiga, las obligará a "cambiar de sitio".

No es la primera vez que las prostitutas se manifiestan. En 2002, 2003, y 2005, el colectivo Hetaira volvió a salir a la calle. Dicen haber solicitado hasta 10 entrevistas con el alcalde para denunciar que el Plan Municipal contra la Explotación Sexual vigente en Madrid desde 2009 "invisibiliza" a las prostitutas que ejercen por voluntad propia. "Una de cada siete mujeres es víctima de trata, en Europa", es decir, que al otro lado, hay "un 80% de las prostitutas que ejercen por voluntad propia", apunta Garaizabal citando un informe de la ONU de 2010.

-Y ¿por qué se cubren la cara?

-Por el estigma social de su profesión. Pero no todas llevan máscaras.

La cifra dada por la portavoz de Hetaira dista mucho del 90% de mujeres que el extinto Ministerio de Igualdad incluía en 2010 como víctimas de explotación y trata.

El Ayuntamiento de Madrid se negó este jueves a través de su vicealcalde, Manuel Cobo, a habilitar un espacio para la prostitución. "Nosotros oímos a todo el mundo. Pero un espacio para ejercer la prostitución, no. Nosotros no estamos en esa línea y no vamos a estar nunca porque hemos entendido la esclavitud que muchas mujeres tienen en ese ámbito", declaró el alcalde tras la junta de gobierno, informa Ep.

Gabi, una meretriz transexual, no habla de esclavitud sino de derechos laborales: "Queremos los mismos que otros trabajadores. Nosotras también tenemos familia y dificultades para trabajar. Somos personas".

Una prostituta transexual, en la cabecera de la manifestación por la calle de la Montera.
Una prostituta transexual, en la cabecera de la manifestación por la calle de la Montera.LUIS SEVILLANO
Dos prostitutas se manifiestan en la calle de la Montera, por sus derechos, con el rostro cubierto.
Dos prostitutas se manifiestan en la calle de la Montera, por sus derechos, con el rostro cubierto.LUIS SEVILLANO

Vacío legal

- La legislación española ni regula ni castiga la prostitución, como actividad sexual a cambio de dinero.

- El Código Penal considera el proxenetismo como delito en los artículos 187 y 188 y condena a quien obligue o induzca a otra persona, ya sea menor o mayor de edad, a ejercer la prostitución.

- Para favorecer la lucha contra la explotación sexual de mujeres, la Ley de Extranjería permite que se conceda el permiso de residencia a las prostitutas inmigrantes si denuncian a sus explotadores y si aportan información relevante para desarticular redes.

- A diferencia de Barcelona o Sevilla, en Madrid no existe ordenanza que castigue a los clientes o a las prostitutas, con la excepción de Alcalá de Henares.

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