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Escribano fue al fiscal a preguntar si se le investigaba tras recibir un soplo

Lo sabe la Brigada de Delitos Económicos del Cuerpo Nacional de Policía, los jueces y fiscales del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y también el titular del juzgado número 3 de Ferrol. Y lo sabe todo el que haya tenido contacto con la operación Arena que ha motivado la imputación del exdiputado del PP Javier Escribano, dimitido el pasado sábado, al que el TSXG le imputa tráfico de influencias y cohecho, tras haber recibido, según la policía, un Porsche del empresario Fermín Duarte, también imputado, para que utilizase sus contactos en el PP y favorecer a su firma de áridos desde la Xunta.

Cuando el caso estaba todavía bajo secreto de sumario en las dos instancias que lo investigaban -el juzgado de instrucción número 3 de Ferrol y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia- Escribano se presentó en la fiscalía del TSXG y ante la sorpresa mayúscula de uno de los fiscales, le preguntó por qué se le estaba investigando. El representante del ministerio público optó por darle largas pero la investigación, incluidos los tres meses de pinchazos telefónicos de la policía, ya estaba reventada.

Fuentes conocedoras del caso apuntan que el exparlamentario del PP logró citarse con ese fiscal gracias a una amiga suya, fiscal también en Cataluña, que medió para que fuese recibido, sin que su compañero gallego supiera de qué se trataba. Fue la misma persona a la que, según consta en el sumario del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, Escribano le contó por teléfono el pasado septiembre que el alcalde de A Coruña y presidente del PP provincial, Carlos Negreira, le había advertido de que estaba siendo investigado, de que tenía el teléfono intervenido por la policía y de que un periodista de EL PAÍS estaba al corriente de todo.

En esas semanas de septiembre, este diario desconocía la existencia de la investigación judicial. La decisión de Escribano de presentarse en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia cuando el caso aún era secreto y las gestiones realizadas por su amiga, la fiscal en Cataluña, son las pruebas que necesitaba la policía para concluir que el dirigente del PP ahora imputado recibió un chivatazo. Negreira ha negado siempre que conociera la investigación de antemano y ha repetido desde que estalló el caso que la primera noticia sobre la Operación Arena le llegó el jueves 27 de octubre, cuando el tribunal mandó una comunicación al Parlamento gallego para que acreditase la condición de aforado de Escribano.Tras interceptar la conversación en la que Escribano confesaba las supuestas advertencias que le había hecho Negreira -y que el alcalde de A Coruña siempre ha negado- los agentes policiales constataron un cambio de actitud en el exparlamentario del PP. Así lo escribieron en el informe que forma parte del sumario que instruyó durante unas cuantas semanas el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Tras esa charla telefónica con su amiga fiscal, Escribano dejó atrás su locuacidad habitual, la que había quedado patente en las conversaciones con el empresario Fermín Duarte durante los tres meses anteriores, y empezó a mostrarse receloso. En las últimas semanas de septiembre no habló por el móvil de sus manejos para influir en la Xunta y, por primera vez desde que tuvo pinchado su teléfono, empezó a preguntar a Duarte por "la factura del Porsche".

Los investigadores sospechan que ya estaba al tanto de la investigación y trataba de dar pistas falsas para tratar de camuflar el regalo del industrial como una mera operación de compraventa. El pasado lunes, un día después de que EL PAÍS revelase que Escribano había recibido un Porsche del empresario, tal y como constatan los informes policiales, el exdiputado del PP remitió a este y otros medios de comunicación una escritura de compraventa del vehículo que tiene fecha de abril y aportó el certificado de una transferencia a la cuenta de Duarte por 5.001,55 euros en el que figuraba el siguiente concepto: "2º pago compra vehículo". Ese comprobante, el único documento que alude a la hipotética compra del vehículo que habría efectuado en abril, está fechado el 19 de septiembre de 2011. Y es posterior a la llamada a su amiga fiscal en la que confesó su temor a estar siendo investigado.

Investigación del soplo

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La Voz de Galicia publicó ayer que el presunto chivatazo que frustó las escuchas policiales y las pesquisas será investigado judicialmente. Este diario citó fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia quienes aseguraron que "estas filtraciones o graves infracciones de los secretos tendrán que ser examinados por el juez Morán Llordén", titular del juzgado que dio origen al Caso Arena.

Este mismo juez también se hará cargo de la parte de la causa que alude a Escribano, quien después de dimitir como parlamentario ha perdido la condición de aforado.

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