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Reportaje:FÚTBOL | Undécima jornada de Liga

Inevitable bipartidismo

La derrota del Levante en Pamplona devuelve el protagonismo de la Liga al Madrid-Barça, duelo que aumenta su interés por la mejora del equipo de Mourinho y la versatilidad azulgrana

Ramon Besa

El Levante perdió su condición de invicto en el cuadrilátero del Reyno de Navarra (2-0). El liderato le ha durado el tiempo suficiente como para poder glosar la gesta de los muchachos de JIM y recordar la historia del club granota, ya famoso hasta en Nueva York. Fue muy bonito mientras duró. El bipartidismo, sin embargo, no entiende de romanticismos, y el pulso Madrid-Barça se presenta más interesante que nunca porque ambos han mejorado sus prestaciones como equipo respecto al pasado ejercicio futbolístico.

La condición de líder refuerza la imagen del Madrid, que supo gestionar muy bien una crisis en la que se dejó cinco puntos. Ha recuperado a Higuaín y Kaká, Sergio Ramos triunfa como central, Khedira mezcla bien con Xabi Alonso y las alineaciones ya no comienzan con Coentrão sino que el portugués ha pasado a ser el jugador número 12. Únicamente le preocupa si acaso la tristeza de Özil.

A los dos conjuntos les anima evitar un tropiezo antes del clásico de Chamartín

No hay club más irreductible que el Madrid, siempre dispuesto a batirse una y mil veces con el Barça para recuperar la corona. Ocurre que tampoco hay muchos equipos capaces de jugar tan bien como el Barcelona, cada vez más versátil, encadenado a la figura de Messi, rebosante de extremos en La Masia. Hay partidos en que rompe por fuera y otros por dentro, conectados todos con La Pulga y defendidos por Valdés, que está a 37 minutos de superar el récord de imbatibilidad de Reina del curso de 1973.

Aunque los azulgrana han cedido seis puntos en la Liga, permanecen invictos y ya han ganado dos Supercopas, razón de más para sentirse tan a gusto como el Madrid. Ambos han aumentado su potencial y no se vislumbra rival capaz de alterar su duelo, de manera que también se multiplican las exigencias de sus hinchadas y de la crítica.

El clásico del 11 de diciembre tiene más sentido que nunca. A los dos equipos les anima la esperanza de evitar cualquier tropiezo antes de la cita de Chamartín. Así se explica el júbilo de Mourinho el sábado en Anoeta y la alegría de Guardiola la semana pasada en Granada. Al Madrid le aguardan Valencia y Sporting y recibirá a Osasuna y Atlético de Madrid, mientras que el Barça visitará al Athletic y Getafe y jugará con el Zaragoza y Levante en el Camp Nou.

Batido el equipo granota y con la clase media de la Liga desperdigada en la tabla y reivindicativa en los despachos por los ingresos televisivos, parece inevitable reparar en el camino de los grandes y en el clásico. Como el año pasado, el bipartidismo se impone en la Liga y quién sabe si también en la Champions.

Higuaín remata a puerta superando el marcaje de dos defensores de la Real, el pasado sábado en Anoeta.
Higuaín remata a puerta superando el marcaje de dos defensores de la Real, el pasado sábado en Anoeta.RAFA RIVAS (AFP)

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.
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