Manuel Jesús González, una vida de esfuerzo y sacrificio
La muerte de Manuel Jesús González, actual presidente de la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid, me llena de una profunda tristeza. Manuel Jesús era un viejo y magnífico amigo mío, compañero en los años ochenta del Partido Liberal, cuando éramos muy pocos los liberales en España.
Cuando fui ministra de Educación y Cultura, tuve la suerte de contar con él como secretario de Estado de Universidades. Era un hombre de extraordinaria capacidad intelectual y de una inmensa calidad humana. Venía de El Entrego, en plena cuenca minera asturiana, donde nació en 1941, y siempre estuvo muy orgulloso de sus orígenes humildes y de haber conseguido todo en esta vida a base de esfuerzo y de sacrificio.
Actualmente era el presidente de la Cámara de Cuentas de Madrid
A base de estudio y de una notable fuerza de voluntad, después de sus estudios de Ingeniería hizo Económicas y se convirtió brillantemente -por oposición- en economista del Estado. Apasionado por la enseñanza, se hizo después catedrático de Historia del Pensamiento Económico.
En política evolucionó desde posiciones de izquierda durante los años del franquismo hasta el liberalismo militante. Conocía como nadie los textos y las doctrinas de los grandes pensadores liberales de la historia, desde Adam Smith hasta Hayek, pasando por Von Mises o Friedman. Manuel Jesús lo sabía todo de los clásicos.
Su curiosidad intelectual no tenía límites y con él se podía hablar de matemáticas -no en vano su primera carrera fue la de Ingeniería-, de filosofía o de poesía, que cultivaba con una especial sensibilidad.
Hace siete años fue elegido académico de la Historia, otra de sus pasiones intelectuales.
Amigo de todos, cordial con todos, capaz de entenderse y de dialogar con todos, era un hombre de una extraordinaria bondad y de una capacidad de trabajo infinita. Como lo pueden atestiguar los que han sido sus compañeros en la Cámara de Cuentas en estos años en que la ha presidido. Con una dedicación y un acierto encomiables, sobre todo en estos últimos meses en los que su enfermedad ha sido especialmente dura.
Hoy uno mi tristeza a la de su adorada Rosa, la compañera ideal para Chus, y a la de su hija Marta, a la que adoraba.
Esperanza Aguirre es presidenta de la Comunidad de Madrid.
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