Wendi Murdoch desvela que Blair es padrino de su hija
El político no ha condenado el escándalo de las escuchas
Cuando Wendi Murdoch posó toda rodeada de glamour con un traje de lentejuelas con Nueva York al fondo para el número de octubre de la revista Vogue, nadie pensó que ese reportaje, preparado para lucimiento de la mujer del todopoderoso magnate de la prensa Rupert Murdoch, iba a desencadenar otra batalla política en Reino Unido. Un comentario, en principio inocente, ha metido en un lío al ex primer ministro laborista Tony Blair. Resulta que el político es el padrino de una de las hijas de la pareja, lo que, según la publicación, demostraría los lazos que unen al empresario y al primer ministro, así como el silencio que este ha mantenido tras el escándalo de las escuchas.
Las niñas de los Murdoch fueron bautizadas el año pasado en las orillas del río Jordán, en una ceremonia recogida en las páginas de la revista Hello! Entonces se informó de que los actores Nicole Kidman y Hugh Jackman habían actuado como padrinos de Grace, de nueve años, y Chloe, de ocho. No trascendió en ese momento toda la información. Ya que efectivamente Kidman y Jackman ejercieron de padrinos de Chloe, pero quien ejerció como tal en el caso de Grace fue Tony Blair.
Según la esposa del magnate, tony y cherie son dos de sus mejores amigos
Ha sido en la entrevista que acaba de conceder Wendi Murdoch cuando se ha desvelado el secreto. El periodista que la entrevista lo da por hecho, mientras que la mamá de las niñas confirma que Tony y Cherie Blair asistieron a la ceremonia: "Son dos de nuestros mejores amigos", dice. Y por si fuera poco aporta un detalle más: "Iban los dos vestidos de blanco, muy guapos".
Un portavoz de Blair se ha negado a hacer comentarios sobre este asunto, que califica de "privado", pero una fuente de News Corporation ha confirmado, según el diario británico The Daily Telegraph, que "el señor Blair es el padrino de Grace".
El rotativo británico apunta que quizá esa es la razón que explicaría por qué Blair no ha condenado el escándalo de las escuchas ilegales en Reino Unido, en el que se vio envuelto el ya clausurado dominical News of the World, propiedad de News International, la rama británica de News Corporation.
Wendi Murdoch, de 42 años, raramente concede entrevistas y tampoco le gusta la vida social, pero hizo con Vogue una excepción para presentar Snow flower and the secret fan, la nueva película que acaba de producir.
También abordó, desde el punto de vista familiar, los problemas empresariales de su marido y de la situación en que se encuentra: "Me preocupa no poder estar todo el tiempo con él. Voy y vengo a Londres. No quiero dejarle solo". Los Murdoch viven la mayor parte del año en Nueva York, pero tras el escándalo el empresario permanece en Londres.
La pareja se conoció cuando ella actuó como traductora de chino para él en una reunión a la que asistía como licenciada de la escuela de negocios de Yale. Se casaron en 1999 en el yate de Murdoch. La boda tuvo lugar 17 días después del divorcio de Murdoch de Anna, la que fue su esposa durante 31 años y madre de Lachlan, James y Elisabeth.
Wendi Murdoch es la tercera esposa del magnate. Nació en Xuzhou (China), como Deng Wenge, hace 42 años. Antes de casarse con Murdoch, ella tuvo otro matrimonio que duró dos años. O visto de otra manera, "siete meses más de lo que Deng necesitaba para obtener una Green Card que le permitiera vivir y trabajar permanentemente en EE UU", según señaló The Wall Street Journal en un artículo publicado en noviembre de 2000. Sus autores, tres periodistas de la centenaria cabecera en Pekín, Los Ángeles y Singapur, describían también la causa del fracaso matrimonial: Wendi mantenía otra relación con un compañero de universidad 25 años más joven que su entonces marido.
Las niñas de la pareja, además de tener unos padrinos muy famosos, disfrutarán de la misma parte de futura herencia que los otros cuatro hijos del magnate. Las dos hijas y los dos hijos de sus anteriores matrimonios han aceptado la voluntad de su padre, que al casarse con Wendi volvió a modificar el testamento que ya cambió tras divorciarse de su segunda mujer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.