O Chucán: "No me acuerdo de nada, de si hice o no hice o dejé de hacer"

J.C.F., conocido en su aldea como O Chucán, de 55 años, escuchó cabizbajo, como ausente, toda la vista de apelación que se celebró ayer en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Escuchó como si no fueran con él los diferentes argumentos de la fiscalía y las acusaciones particulares reclamando que se le juzgue de nuevo por la muerte de Pilar Palacios, cuyo cadáver apareció en su cuadra en septiembre de 2007. No movió un músculo mientras la abogada de la madre de la víctima suplicaba, en vano, a los magistrados que se aceptasen como nuevas pruebas las reiteradas entrevistas en periódicos y televisiones en las que, una semana después de ser absuelto del crimen, en febrero pasado, el hombre se autoinculpó de todo lo ocurrido. Unas entrevistas en las que relató con todo detalle cómo aquella tarde de hace casi cuatro años, tras ir buscar a la joven en el club de alterne de Ourense en el que trabajaba, la llevó hasta su casa de Sober (Lugo), mantuvo relaciones sexuales con ella y luego la asesinó con un hierro en la cuadra.

La fiscalía y la acusación particular piden que se repita el juicio

"Es un peligro que esté fuera", afirma la madre de la víctima

O Chucán solo levantó ayer la vista cuando el presidente de la sala le preguntó si tenía algo que añadir: "No me acuerdo de nada", afirmó. Fue la misma frase que esgrimió a su llegada ayer al tribunal, cuando los periodistas le interpelaron sobre su confesión del crimen. "No me acuerdo de nada, de si hice o no hice o dejé de hacer". Y agregó: "Estoy loco".

La madre de la víctima, Tránsito Caballero, también lo cree. "Es un peligro que esté fuera, debería estar en la cárcel o en un manicomio", manifestó a los periodistas antes de iniciarse la vista de apelación en la tiene ahora puestas su "esperanza". "Creo en la justicia", apuntó la mujer tras comentar que este último recurso contra la absolución de O Chucán supone un proceso "más duro" que el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Lugo. En ese proceso, el jurado popular dio por probado que el hombre fue a recoger a la víctima y la trasladó a su domicilio de Sober para mantener relaciones sexuales con ella. El veredicto también dio como hechos probados que cuatro días después un familiar de O Chucán encontró en la cuadra el cadáver mutilado de la joven. Sin embargo, el jurado popular concluyó que "no se ha llegado a acreditar que el acusado hubiera intervenido en la muerte" de Pilar Palacios por considerar que no existían "pruebas irrefutables".

Tanto el fiscal como las acusaciones particulares, en representación de la madre y del hijo de la víctima, insistieron ayer en reclamar que se repita el juicio porque la absolución, en el veredicto, "no está suficientemente motivada". Son "insuficientes" las explicaciones por las que se llega a declarar inocente al vecino de Sober, coincidió en alegar la abogada de la madre de Pilar. "Hay numerosas pruebas periciales que no se tuvieron en cuenta" y "contradicciones" en el veredicto del jurado popular, agregó la letrada del hijo de la víctima.

El Tribunal Superior, coincidiendo con el criterio de la fiscalía, rechazó ayer la petición de la acusación particular de incluir como pruebas las confesiones públicas tras su absolución, dado que al tratarse de un recurso de apelación no se pueden añadir nuevos elementos a los que había durante el juicio. "Las pruebas tienen que ser examinadas por el jurado" que emitió el veredicto que ahora se recurre, recordó el presidente de la Sala del alto tribunal. "Todo lo que está fuera del proceso no existe", apuntaló el fiscal.

La confesión tardía de O Chucán ante las cámaras "no tiene más que un valor anecdótico, es como si este señor dice ahora que mató a Carrero Blanco", afirmó su abogado. Recordó que el jurado popular llegó a la "convicción" de que había que absolver el acusado "porque no hay pruebas irrefutables de culpabilidad". "O modificamos la ley o nos atenemos a ella", concluyó el letrado de oficio.