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Reportaje:DESAYUNO CON... ANTONIO NAVALÓN

"A Osama Bin Laden lo mató la libertad"

No hace ni dos años, Felipe González presentó en la ciudad de México un libro de Antonio Navalón titulado Paren el mundo que me quiero enterar (Debate). Ahora, después de vender 35.000 ejemplares en España y América Latina, el mundo no solo no se ha parado, sino que se ha puesto a girar de tal forma que Navalón, un ser incapaz de estarse quieto, ha reconvertido su texto en un manual que se distribuirá por los colegios mexicanos como "un mapa del presente". Sentado frente a su desayuno en la elegante terraza del hotel Four Seasons, Navalón suelta una de sus frases lapidarias: "A Osama Bin Laden lo mató la libertad". Y se explica: "El día que los jóvenes árabes comprendieron que la única oferta no era morir matando, se acabó su negocio. Por eso a nadie le ha importado en el mundo árabe la muerte de Bin Laden".

El asesor de empresas convierte en manual escolar el libro 'Paren el mundo...'

Pero, tal vez, estemos yendo demasiado rápido. ¿Quién es Antonio Navalón? La respuesta no es fácil. Según la contraportada del libro, un "curioso impertinente". Según él mismo, la ocupación de la que más orgulloso se siente es la de vendedor de libros: "Me cabe el honor de ser el mayor vendedor de Quijotes. En 2005, con motivo del 400 aniversario de su publicación, diseñé una edición especial para los maestros mexicanos. Vendí un millón y medio".

Navalón (Palma de Mallorca, 1952) también ha sido y es asesor de importantes empresas y posee una facilidad natural para codearse con los personajes más poderosos del planeta, hasta el punto de que, con solo 30 años, ya jugó un papel importante en uno de los casos más polémicos de la Transición, la expropiación de Rumasa. Diez años después vivió desde dentro la intervención de Banesto, y durante un tiempo fue visitador frecuente de juzgados y portadas de periódicos. A dos décadas de distancia, Navalón presume de no haber sido condenado jamás, y de que logró atravesar sin apenas mojarse por charcos donde otros naufragaron. Pero, sobre todo, de haberse forjado a sí mismo, "un personaje global" capaz de compartir mesa o seminario con Carlos Slim o Simon Peres, interesante por lo que dice, pero también por lo que calla.

Volviendo a su libro, explica Navalón: "En los colegios, los niños y los maestros tienen que familiarizarse con el mundo nuevo, que no es solo el de la computadora. Ahora es imprescindible entender el origen y el desarrollo de los procesos".

Durante los últimos años, a caballo entre Nueva York y México, Antonio Navalón afirma haber entendido tres o cuatro conceptos fundamentales: "La seguridad, en México o en el mundo árabe, ya va absolutamente ligada al desarrollo económico. Hay situaciones de privilegio que ya son insostenibles. Sobre todo, porque la revolución de la información ha hecho que todo el mundo quiera su parte de la tarta. Los países siguen dedicando mucho dinero a garantizar la seguridad militar -la seguridad en el sentido estricto-, sin entender que el nuevo concepto de la seguridad es el reparto. La gente ya no lucha por un modelo, lucha por una subsistencia. Egipto va a estallar, pero no por un problema religioso. Simplemente porque ya no existe ninguna razón para decirle que su hambre tiene que seguir esperando...".

Navalón: "La seguridad va ligada al desarrollo económico".
Navalón: "La seguridad va ligada al desarrollo económico".CÉSAR DURIONE

Hotel Four Seasons. México D. F.

- Plato de frutas: 115 pesos.

- Huevos con jamón: 170.

- 2 cafés expreso: 100.

- Café americano: 50.

- Cesta de pan: 90.

Total: 525 pesos (31,5 euros).

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