El Eurogrupo aprueba el rescate de Portugal con 78.000 millones
Juncker descarta una reestructuración de la deuda griega y exige más ajustes - Los ministros de Finanzas apoyan por unanimidad a Draghi para presidir el BCE
Los ministros de Economía de la zona euro aprobaron ayer la ayuda financiera a Portugal que supone un paquete de préstamos de 78.000 millones de euros, concedidos a lo largo de tres años. La ayuda, solicitada por Lisboa el pasado 7 de abril, había quedado bloqueada por las exigencias presentadas por Finlandia, que han sido aceptadas por Lisboa. La reunión de los responsables financieros del euro se vio ensombrecida por la evolución de los acontecimientos en el juzgado de Nueva York, donde se celebraba la declaración del director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, acusado de agresión sexual, que debía participar en la reunión de Bruselas.
El FMI contribuye con un tercio de la ayuda a Portugal, que suponen 26.000 millones. Los dos tercios restantes son aportados a partes iguales por los fondos europeos constituidos en mayo de 2010: el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEEF), que obtiene dinero del mercado con la garantía de la Comisión Europea y el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que recaba fondos con el respaldo de los Estados. El FMI exigirá un tipo de interés de entre el 4,25% y el 5,25% y la UE de entre el 5,5% y el 6%.
Lisboa acepta las condiciones exigidas por Finlandia para recibir las ayudas
Bruselas recuerda que Europa es el primer accionista del FMI
Las ayudas de la UE y del FMI a Portugal se han concedido con tres condiciones: "un ambicioso pero creíble ajuste fiscal", para lograr la reducción del déficit desde el 9,1% en 2010 al 3% en 2013; un plan de reformas del mercado laboral, sistema judicial y vivienda y servicios, entre otras, y un paquete de medidas para reforzar el capital de los bancos.
Los ministros celebraron el apoyo de los partidos de la oposición, tal como habían exigido previamente, al programa elaborado por el Gobierno portugués el pasado 5 de mayo. La declaración del Eurogrupo señala que "las autoridades portuguesas se comprometerán a alentar a los inversores privados a mantener sus posiciones sobre una base voluntaria". Esta es una de las exigencias de Finlandia, junto a la de garantizar los préstamos concedidos con la venta de bienes públicos. El ministro de Finanzas de Portugal, Fernando Teixeira, manifestó ayer que el programa de ajustes fiscales y reformas legales "cumple con todas las condiciones exigidas por Finlandia".
En cuanto a la concesión de una nueva ayuda a Grecia, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, descartó la posibilidad de una reestructuración de la deuda helena, aunque el asunto ha quedado aplazado hasta junio a la espera de los informes de la misión del FMI, Banco Central Europeo (BCE) y Comisión Europea, actualmente en Grecia. La propuesta de Juncker consiste en aplicar "medidas, medidas y medidas", en referencia a más reformas, más ajustes y acelerar las privatizaciones. "Y solo después de todo eso podemos considerar una remodelación del programa", añadió.
En cualquier caso, Atenas tendrá que dar otra vuelta de tuerca en ajustes, privatizaciones y reformas. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, criticó la lentitud de las medidas del Gobierno de Papandreu insistiendo en que "Grecia debe acelerar sus reformas económicas y asegurar la completa implementación de su programa de privatizaciones", que asciende a 50.000 millones hasta 2016.
La crisis en torno a Strauss-Kahn ha provocado incertidumbres sobre el nombramiento del sucesor, una plaza que desde la constitución del Fondo en los acuerdos de Bretton Woods en 1944 ha sido para un europeo. El comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, recordó que "Europa es el primer accionista del Fondo, los europeos no deben olvidarlo y el resto tampoco".
No hay ninguna incertidumbre en cambio sobre el futuro del Banco Central Europeo. Los ministros de Finanzas de la zona euro apoyaron por unanimidad el nombramiento del italiano Mario Draghi para sustituir al francés Jean-Claude Trichet en la presidencia. "Mario Draghi será el nuevo presidente del BCE", aseguró Jean-Claude Juncker, quien subrayó "la reputación internacional y europea excelente" del banquero italiano. La decisión del Eurogrupo tendrá que ser refrendada por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la cumbre que se celebrará el próximo 24 de junio, tras escuchar la opinión del Parlamento.
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