_
_
_
_
_

Los liberales marcan distancia pero no rompen con los 'tories'

Los conservadores no quieren más concesiones a sus socios

Tras el desastre electoral que han vivido esta semana, los liberales-demócratas británicos han empezado de inmediato a marcar distancias con los conservadores pero dejando claro que no hay ninguna razón para romper la coalición gubernamental que formaron hace ahora un año. Desde las filas conservadoras, sin embargo, han comenzado a emerger mensajes de que no hay que hacer concesiones a los liberales simplemente porque perdieron el referéndum del jueves sobre la reforma electoral y fueron barridos en las elecciones regionales y municipales.

El cambio del sistema electoral era un objetivo estratégico. La inapelable derrota de la reforma, rechazada por casi el 70% de los votos emitidos, formula serias cuestiones sobre el planteamiento táctico de los liberales. Y augura un incremento de la tensión interna después de que los votantes de izquierda, especialmente en Escocia y en el norte de Inglaterra, se cebaran contra ellos y les hicieran responsables del ajuste fiscal, en realidad una imposición del hermano mayor de la coalición, los conservadores.

La coalición de Gobierno prosigue pero las relaciones se van a tensar

Vince Cable, la figura más respetada del partido y claramente a la izquierda del líder liberal, Nick Clegg, defendió la necesidad de mantener la coalición gubernamental, pero dio a entender que las relaciones se van a tensar. En parte por la necesidad de desmarcarse de los conservadores y en parte por la indignación que ha provocado la agresividad de la campaña de estos contra la reforma electoral.

"Algunos de nosotros nunca nos hicimos ilusiones acerca de los conservadores pero han resultado ser despiadados, calculadores y completamente tribales", declaró Cable a la BBC. "Pero eso no significa que no podamos trabajar con ellos", aclaró. "Creo que siempre ha sido así, pero tienes que ser profesional y trabajar con gente que no son tus compañeros naturales y eso significa comportarse como gente adulta en política. Vamos a seguir así".

Muchos analistas pronostican que a partir de ahora los liberales van a discrepar más a menudo y de forma más pública cuando haya disparidades políticas entre los dos partidos y esperan que eso ocurra en cuestiones como la temporalmente aparcada reforma sanitaria. O la pendiente reforma de la Cámara de los Lores, que los liberales quisieran ver convertida en un Senado con al menos un 80% de sus miembros elegidos mediante el sistema electoral proporcional.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Pero los tories, que empiezan a sentirse capaces de volar solos tras aprobar el siempre difícil examen de las elecciones municipales, han empezado ya a lanzar mensajes de que el enfado liberal no justifica que se les tenga que hacer nuevas concesiones. Mientras la consigna lanzada por los tories desde el Gobierno es que el país sigue necesitando que los dos partidos trabajen juntos, desde la base se pone un énfasis distinto. "El referéndum fue una concesión y me parecería extraordinario que porque el resultado no le haya convenido a los liberales-demócratas tengamos que reabrir el acuerdo de coalición", declaró el diputado conservador Bernard Jenkin, en línea con otros colegas parlamentarios.

El líder liberal, Nick Clegg, habla con periodistas.
El líder liberal, Nick Clegg, habla con periodistas.P. MACDIARMID (GETTY)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_