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Lugo clama contra el deterioro de la muralla romana

Patrimonio anuncia un plan de mantenimiento antes del verano

En un paseo por la muralla romana de Lugo, desde la puerta de la Rúa Nova, el caminante observa que la vegetación invade los laterales del adarve hasta un metro y en algún caso desborda los cubos más altos. Un vistazo al monumento romano, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000, también sirve para comprobar que de las 319 luminarias que siguen el recorrido de sus 2.266 metros por el paseo, 223 no tienen carcasa y no están operativas.

"Muchos socavones", se queja una joven que todos los días va a correr por encima de la fortaleza romana, construida en la segunda mitad del siglo III. Prepara así las pruebas físicas para unas oposiciones. "Sobre 12 minutos". Ese es el tiempo en que cubre una vuelta, que en el caso de los paseantes se prolonga más de 20 minutos. Las obras que se realizan en los alrededores del monumento levantan la tierra que tiene por pavimento, otra dificultad más para los que escogen esta ruta cardiosaludable. La presencia de malas hierbas es también manifiesta en la fachada de la muralla. Los cubos de piedra que cimientan el monumento rebosan matojos.

La maleza invade el adarve y la mayoría de las luminarias no funciona

La situación no ha pasado inadvertida para el Ayuntamiento de Lugo, que responsabiliza del "descuido" a la Xunta, titular de la muralla. El concejal de Medio Ambiente, el socialista Lino González Dopeso, aprovechó la celebración del Día de los Monumentos Patrimonio de la Humanidad para darse un paseo, acompañado por periodistas, por uno de los tramos, en la zona de la emblemática Mosquera, donde están los únicos arcos que se conservan. "La Consellería de Cultura la tiene abandonada", critica. González Dopeso afirma que la Xunta "tiene varios deberes con la muralla". Por un lado, la emplaza a "su cuidado y conservación", y por otro, invoca la necesidad de un convenio en el que participen el Gobierno gallego, el Ministerio de Cultura, la Diputación y el propio Ayuntamiento.

Como un fisgón más, de lado a lado, mostrando lo excesivo de los matorrales, el concejal repara en que en la zona de detrás del Colegio Médico se iniciaron unas excavaciones y "ahí quedaron", rezonga. "Le pedimos a la Xunta que cumpla con sus obligaciones. La muralla para Lugo es muy importante, sobre todo en días como estos, en los que se espera gran afluencia de visitantes por la Semana Santa. No es de recibo que se vea así este monumento, uno de los mejores de Galicia, junto con la catedral de Santiago".

Desde la Xunta, el director general de Patrimonio Cultural, José Manuel Rey Pichel, replica que la muralla "representa y siempre representará una prioridad para al Consellería de Cultura". Anticipa la contratación de un plan de mantenimiento, que compromete para el próximo mayo. El proyecto está diseñado para cuatro años con una inversión total de un millón de euros. La primera fase, que se acometerá este año, prevé un gasto de 200.000 euros en trabajos de tratamiento y limpieza de vegetación, consolidación de pavimento, reposición e instalación eléctrica de luminarias. "Estas luminarias fueron destrozadas en gran parte por actos vandálicos. Aquí deberíamos promover todos que hubiese la correspondiente vigilancia", explica el director de Patrimonio.

Al pasar por la zona de los aparcamientos exteriores de la Rúa do Teatro, parece que se ha querido respetar el monumento. Allí cuelga una lembranza de Lorenzo Varela, el poeta monterrosino: "Na vida, na morte, no amor e no ren, louvaréite, Lugo de aceiro e de mel". Pero la muralla ya no luce, y se impone el color grisáceo del Lugo de acero.

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