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Cataluña coloca bonos por 400 millones entre grandes inversores

La operación supone la reapertura de los mercados a la deuda autonómica

Lluís Pellicer

El Gobierno catalán consiguió ayer por fin encontrar los mercados institucionales lo suficientemente permeables para colocar deuda pública por valor de 400 millones de euros. La emisión, a dos años y con una remuneración del 5,5% -el doble de lo que paga el Gobierno central por su deuda y tipos similares a los de Polonia y Rusia-, supone la primera colocación de deuda entre grandes inversores que realiza una comunidad autónoma desde hace un año. La Generalitat, además, cerró un crédito de 400 millones con el Santander.

Los mercados institucionales, en especial los extranjeros, se cerraron a la deuda autonómica tras el rescate de Grecia, en la primavera de 2010. Solo hubo un paréntesis en agosto, cuando la Generalitat puso en circulación 1.000 millones en valores negociables a través de La Caixa. Pero en general, las comunidades han tenido que recurrir a los mercados minoristas. Cataluña, la Comunidad Valenciana y Baleares han vendido bonos a particulares al 4,75%, con una generosa comisión del 3% para las entidades colocadoras.

A pesar de que la Generalitat no descarta volver al mercado minorista, ayer el Ejecutivo de Artur Mas pudo marcar diferencias frente al tripartito. Según el Departamento de Economía, la mayoría de los compradores fueron bancos, el 69% de los cuales eran españoles. Entre los extranjeros, hubo sobre todo entidades escandinavas y alemanas.

El Gobierno catalán ya intentó algo parecido hace apenas dos semanas, cuando encargó a un grupo de entidades que sondearan los mercados y colocaran entre 300 y 500 millones de euros. La operación no salió, entre otras cosas porque los mercados estaban pendientes de los sucesos en Japón y de la aprobación del fondo de rescate de la Unión Europea.

Un grupo de cinco entidades (La Caixa, Ahorro Corporación, Deustche Bank, Natixis y LBBW) se encargó ayer de la operación. Una portavoz de Economía explicó que la demanda estuvo por encima de los 400 millones y aseguró que eso supone un gesto de "confianza de los bancos y los mercados en las finanzas y la solidez de la Generalitat".

En cuanto a la operación con el Santander, se trata de un préstamo amortizable en cuatro años por el que, según fuentes del mercado, se pagará un tipo de interés cercano al 6%. Con estas dos operaciones, la Generalitat consigue 800 de los 1.866 millones para los que está autorizada endeudarse.

Mas no se refirió ayer a la emisión, pero mantuvo una activa agenda para insuflar confianza en la economía catalana y en las finanzas de la Generalitat. En una intervención en el foro Nueva Economía, Mas aseguró que se dispone a controlar el déficit, informa Miquel Noguer. En una línea similar se mostró en un almuerzo con la Cámara de Comercio de EE UU. Mas se esforzó en retratar Cataluña como una comunidad "de fiar" y aprovechó para deslizar lo que será la constante electoral de su Gobierno y de CiU el próximo año: la demanda del concierto económico.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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