La deuda autonómica crece al mayor ritmo desde la crisis de 1993
Madrid logra rebajar su endeudamiento por primera vez en 11 años
Las comunidades autónomas percibieron, por primera vez en 2010, la crisis en toda su magnitud. Después de vivir con unos ingresos ficticios durante los dos años anteriores (el Gobierno calculó mal el impacto de la recesión y les entregó más dinero del debido), se enfrentaron el ejercicio pasado a la difícil tarea de cuadrar las cuentas con ingresos mermados y gastos disparados. El resultado fue un crecimiento de la deuda del 32% respecto a 2009, según datos del Banco de España. Hay que remontarse a la anterior recesión, la de 1993, para encontrar un aumento de esa magnitud.
Con el impulso del último trimestre, la deuda autonómica ha escalado a un nivel récord de 115.455 millones, el 10,9% del producto interior bruto (PIB). Aunque muy inferior al de la Administración central en el mismo periodo (46% del PIB), las comunidades tienen más problemas para encontrar financiación y su capacidad para controlar los desequilibrios no convence a los inversores. Sumada a la de los ayuntamientos y a la de la Administración central, la deuda del conjunto de las administraciones públicas supera el 60% del PIB. Más de la mitad de las autonomías sobrepasó el nivel de déficit autorizado en 2010, lo que explica ese importante recurso a la deuda.
El endeudamiento de las comunidades se disparó un 32% en el último año
La deuda pública total supera el 60% del PIB por primera vez en 12 años
Las dificultades para colocar títulos en el mercado explican en buena medida el tipo de deuda que tienen contraída las comunidades. Algo más de la mitad son préstamos concedidos principalmente por las entidades de crédito. Las emisiones de deuda pierden peso, aunque en el último trimestre han crecido de forma importante, tras permanecer casi estancadas el resto del año. El ejemplo más significativo de estos recelos del mercado lo ofrece Cataluña, que no ha logrado colocar una emisión esta semana pese al alto interés ofrecido.
La Comunidad Valenciana continúa a la cabeza, con un 17,2% de su PIB. También mantiene la segunda posición Castilla-La Mancha, mientras Cataluña adelanta en el tercer puesto a Baleares, ahora cuarta. En todos los casos se registran alzas muy pronunciadas de la deuda en el último año. Si se toman los datos absolutos, Cataluña aparece como la comunidad con mayor pasivo (el 28% del total autonómico).
A grandes rasgos, estas mismas comunidades figuran también a la cabeza del déficit en 2010. La excepción es Murcia, que duplica con creces el desequilibrio permitido, pero mantiene la deuda más controlada (el 7,7% del PIB). Cantabria, Asturias y Madrid son las comunidades con los niveles más atemperados.
Frente a la evolución expansionista de las comunidades, los Ayuntamientos mantuvieron intacto, en el 3,3% del PIB, su nivel de deuda al cierre de 2010. La sorpresa en este apartado proviene de Madrid, la capital más endeudada de España. Por primera vez desde 1999, el Ayuntamiento logró rebajar sus niveles respecto al año anterior. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha mostrado reiteradamente su descontento por el freno que ha impuesto al Gobierno al endeudamiento de los municipios cuya deuda supere el 75% de sus ingresos corrientes. Aparentemente, la medida ha surtido efecto incluso antes de entrar en vigor, el pasado 1 de enero. En un primer momento el Ejecutivo anunció que cortaba el grifo del crédito a todos los Consistorios desde mediados de 2010. Aunque más tarde rectificó, ese primer anuncio ha podido influir en la contención mostrada precisamente en el segundo semestre del año.
La gran excepción a esta tendencia proviene de Barcelona, que ha elevado su deuda a un ritmo espectacular del 60% en un solo año. Buena parte de la subida corresponde al último trimestre, en el que pasó de golpe de 794 a 1.200 millones de euros.
El mejor desempeño lo han logrado, por este orden, Sevilla y Zaragoza, que han reducido su endeudamiento en un año. Los datos del Banco de España solo desglosan las seis capitales con más de 500.000 habitantes.
Los tres años de crisis han impactado de lleno en las cuentas públicas territoriales, aunque de forma muy dispar. Mientras las comunidades en su conjunto casi han duplicado la deuda desde 2007, en las corporaciones locales el incremento ha sido de medio punto. Las comunidades sufragan gastos irrenunciables y difíciles de controlar como la sanidad y la educación y además tienen más capacidad de endeudamiento que los Ayuntamientos, a excepción de los grandes.
El aumento de la deuda autonómica comenzará a moderarse previsiblemente a partir de este año. El Gobierno ha endurecido los instrumentos a su alcance para frenar el pasivo de las comunidades y a finales de 2010 vetó por primera vez el endeudamiento de algunas comunidades, las que habían sobrepasado hasta entonces el déficit autorizado.
Con la publicación de los datos de 2010 y las previsiones presupuestarias de 2009, el círculo se ha ampliado mucho, hasta el punto de que en este momento solo Madrid puede recurrir a nuevo endeudamiento.
El Ministerio de Economía ha anunciado que irá otorgando nuevas autorizaciones a medida que apruebe los planes de reequilibrio, que ya han presentado las comunidades, para reconducir su situación financiera. Entretanto, la única opción disponible constituye el endeudamiento a menos de un año.
La deuda del conjunto de las administraciones públicas se situó en 638.767 millones en 2010, el 60,1% del PIB, una décima por encima del límite fijado en el Pacto de Estabilidad de la UE, que España incumple por primera vez desde que entró a formar parte del euro. La cota del 60% no se superaba desde hace 12 años. Al terminar 2009, la deuda española representaba el 53,3 % del PIB.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.