"En el mundo occidental hace falta coraje"
La figura imponente de Mamadou Diabaté (Kita, Malí, 1975) crece sobremanera cuando agarra su kora y empieza a repiquetear sus 21 cuerdas. Instrumento e intérprete se funden en uno. Ganador de un premio Grammy, es uno de los embajadores más activos de la nueva música africana. Es tan activo que durante la entrevista no deja de toquetear la kora, y hay momentos en los que se arranca. Entonces no se puede hacer otra cosa que escucharle embelesado. Este ferviente admirador del flamenco empezó ayer en Tarragona su gira para presentar en España su nuevo trabajo, Courage, que le llevará el día 16 a Madrid (Galileo Galilei) y el 20 a Barcelona (CaixaForum).
Pregunta. Usted tiene una relación muy especial con su instrumento, casi hipnótica.
"Si no eres maestro de tu instrumento, no vale. Tienes que sonar genuino"
Respuesta. La kora es la clave de todo, es la motivación. Es más que un gran instrumento, es una orquesta en sí misma; tengo bajo, batería, sonidos agudos... Y sí, es un instrumento hipnótico para mí, pero no me importa.
P. En su último trabajo, Courage, se notan ciertos dejes contemporáneos, después de un álbum como Douga mansa, más tradicional, ¿está cambiando?
R. No, no se trata de eso. No es ni moderno ni contemporáneo, y ya sé que se me quiere etiquetar con una cosa u otra. La gente que lo ve así se equivoca. Lo que importa es el instrumento. Y de lo que yo trato es sobre la motivación, sobre querer hacer algo con tu vida y creo que se nota.
P. ¿No ha variado su estilo en nada en estos últimos años?
R. Ni mi banda ni yo olvidamos la tradición, pero ¿se han preguntado alguna vez qué es una tradición? Es algo que permanece en el tiempo. Podría decir que el blues o el jazz son músicas tradicionales norteamericanas también. Se debe juzgar el ahora, dejen a la tradición en paz. Estoy orgulloso de tener mi propio sonido.
P. Y sobre el título del disco, ¿nos hace falta coraje?
R. Hago letras también para el mundo occidental, vivo en América desde hace años, y ya entiendo sus problemáticas. Y sí, hace falta coraje, mirar hacia delante.
P. Sus actuaciones son un espectáculo de fuerza, pero ¿por qué cierra los ojos cuando toca? ¿En qué piensa?
R. Créame, cuando toco solo pienso en la parte siguiente. No me importa nada más. Soy feliz entonces. Es una sensación especial que no le puedo explicar. Puede que estés triste, pero al coger la kora todo se pasa. Hay maneras de tocar música pero tienes que sonar propio, genuino, si no tocas bien tu instrumento, si no eres un maestro, no vale, no eres músico.
P. Y la voz, ¿no cuenta?
R. La voz es otra cosa. Un instrumento tiene que ver con la energía y con el alma. La voz no tiene músculo, no tiene que ver tanto con la energía.
P. Usted ganó el Grammy en 2009 en la categoría World Music, ¿qué opina de esta clasificación?
R. Primero debo decir que es un premio americano, no maliense, y que si te lo dan lo tienes que agradecer. Ahora, ¿qué quiere decir world music? Si viene a Malí un guitarrista de flamenco lo puedo presentar como world music. O a un cantautor o a una banda pop. La buena música es buena música venga de donde venga.
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