David Viñas, escritor argentino
El novelista, de 83 años, se exilió en España durante la dictadura militar
El novelista, dramaturgo, ensayista e historiador de la literatura David Viñas murió el jueves víctima de una neumonía en el Sanatorio Güemes de Buenos Aires. En esa misma ciudad había nacido el 28 de julio de 1927.
Por edad y compromiso político y literario, Viñas perteneció a una generación cuya vida y obra quedó partida por la mitad con el golpe militar de 1976 y la consiguiente dictadura, que prolongó su tenebroso historial de sangre hasta 1983. Desaparecidos como Haroldo Conti o Rodolfo Walsh y exiliados como Antonio di Benedetto, Daniel Moyano o el propio Viñas forman parte ya para siempre de un grupo de escritores cuya madurez creativa coincidió con la etapa más negra de la historia argentina reciente. A algunos de ellos se les cita a veces como "generación de Contorno", nombre de la revista fundada en 1953 por el autor fallecido ahora.
David Viñas, que se había estrenado como novelista en 1955 con Cayó sobre su rostro, era sobre todo conocido como el autor de Los dueños de la tierra, una novela de 1958 que el año pasado conoció una versión en cómic. En aquella obra ambientada en la Patagonia de principios del siglo XX estaba ya presente un tema fundamental de su obra: la violencia de la oligarquía terrateniente. Luego vendrían los premios nacionales de literatura por novelas como Dar la cara (1962) y Jauría (1971), así como el nacional de teatro y el de la crítica por, respectivamente, las obras dramáticas Lisandro (1972) y Tupac-amaru (1973).
En 1976, Viñas inició un exilio que le llevaría a España y México. Hasta Europa le siguió la noticia de que su hija María Adelaida, de 22 años, había sido sido secuestrada y desaparecida mientras paseaba con su bebé por el zoológico bonaerense. Identificaron a la niña, abandonada, porque llevaba una cadenita el cuello. Más tarde la víctima fue su hijo Lorenzo Ismael, asesinado. En 1984, terminada la dictadura, Viñas volvió a su país y ocupó la cátedra de Literatura Argentina de la Universidad de Buenos Aires. En 1991 recibió la beca Guggenheim, pero la rechazó, renunciando a los 25.000 dólares que comportaba. "Fue", declaró, "un homenaje a mis hijos".
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