El tráfico ilegal de bicicletas
Varias mafias roban bicis y las venden en el sur de Francia o en el este de Europa - En San Sebastián se han producido el lo que va de año 705 hurtos, 321 en verano
En una de las zonas del depósito de vehículos robados de San Sebastián yacen, aproximadamente, 400 bicicletas. Separadas en montones organizados por orden de llegada, hay de todos los tipos: de hierro oxidado, de carretera, para los más pequeños, de aluminio cromado, de paseo o, incluso, de trial. Llama la atención, especialmente, un grupo de ellas que se apila en el rincón más alejado de la puerta, tras un precinto de la policía. Pertenecen una incautación de la Guardia Municipal realizada hace un año, cuando dos ciudadanos franceses fueron sorprendidos cargando 42 bicicletas robadas en su furgoneta.
A la salida del depósito, en uno de los cientos de aparcamientos que hay en la capital guipuzcoana, a una de las bicis le falta una rueda y a otras dos un sillín. "Dentro de las estadísticas no se contabilizan los robos de sillines o ruedas. Por eso puede parecer que no hay tantos hurtos", explica uno de los responsables del depósito.
"Se denuncia menos de un 50% de los robos", afirman en un depósito
La Guardia Municipal asegura que los hurtos han descendido en 2010
En lo que va de año, en San Sebastián se han sustraído 705 bicicletas, de las que 321 se robaron en verano. Según la Guardia Municipal, en el mismo periodo de 2009 hubo 837 hurtos, 353 en época estival. "No creo que se roben menos bicicletas. La verdad, se denuncia menos de un 50% de los hurtos y la gente se compra otra bici antes de ir al depósito", opinan los municipales. Hijinio Otazu, miembro del Observatorio de la Bicicleta de San Sebastián, indica algo similar: "Cada año aumenta el robo de bicicletas".
San Sebastián es, sin lugar a dudas, la ciudad vasca con más hurtos de bicis. En Vitoria -recientemente nombrada Capital Verde Europea-, se han contabilizado hasta el momento 500 denuncias frente a las 639 del mismo periodo del año pasado. Bilbao, por su parte, no dispone de un apartado específico para el robo de bicis. Evidentemente, la situación no se asemeja lo más mínimo a la gran urbe ciclista, Ámsterdam, donde se roban 80.000 bicis al año, pero la capital guipuzcoana es, junto a Barcelona y Sevilla, una de las ciudades españolas con más problemas en este sentido.
Vitoria y San Sebastián disponen ya para tratar de solucionar este problema, como muchas otras ciudades de España, de un registro gratuito de bicicletas del que han hecho uso 1.300 y 2.500 usuarios, aproximadamente. El funcionamiento es realmente sencillo: Tráfico apunta el número de bastidor del medio de transporte en un sistema informático y, en caso de hallar una bici robada o extraviada, se la devuelven al usuario. Sin embargo, según Otazu, del Observatorio de la Bicicleta donostiarra, este registro presenta el problema de que "si no están todas las ciudades compenetradas, no sirve de nada, porque pueden robar la bicicleta y llevársela a otra ciudad, así de sencillo".
En este sentido, Otazu distingue tres tipos de robos de bicis. Por una parte, se han detectado "dos modelos de mafias". La primera de ellas hurta las bicicletas en San Sebastián y las traslada en furgonetas al sur de Francia, donde las vende. La segunda tiene como destino los países del este de Europa. Por último, el tipo de robos restante se realiza de noche por jóvenes que "en estado de ebriedad" vuelven a sus casas en bicicletas de las que luego se deshacen. En tal caso, la Policía Municipal las recoge y las pone a disposición del depósito. Pasado un tiempo, si la bicicleta está en mal estado se lleva al desguace o, en caso de que aún sea utilizable, se entrega a ONG-s de Ghana y Cuba con las que el consistorio donostiarra colabora.
Dada la existencia de un mercado de bicicletas robadas en el extranjero, ¿ocurre algo similar en Euskadi? La Policía Municipal de San Sebastián asegura que "no hay constancia, no se ha detectado ninguna red ilegal de estas características", aunque en el depósito de bicis robadas recuerdan que con Internet han proliferado las ventas ilegales. Además, "¿por qué iba a ocurrir aquí algo diferente?".
La capital guipuzcoana, ante esta complicación, organiza varios mercadillos de segunda mano al año, como Donostitruk-Bizitruk, en el que para comprar o vender una bicicleta es necesario presentar el DNI y firmar un documento de propiedad. No obstante, también existen tiendas en las que comprar una bici usada anteriormente a buen precio. "¿De dónde provienen?", pregunta un cliente al responsable de una de ellas. "De diferentes sitios", responde tajante.
"Las medidas de seguridad son escasas"
"Dejé mi bicicleta a la salida del trabajo, en una calle céntrica de San Sebastián. Tres horas después, ya no estaba". Es la segunda vez que roban la bici a Daniel y ya no le sorprende. En la capital guipuzcoana, casi todos los usuarios de este medio de transporte han sufrido algún hurto. "La gran mayoría de mis compañeros también va en bicicleta y la pregunta que nos hacemos no es si te han robado la bicicleta, sino cuántas veces", comenta el joven. Además, existe otro tipo de hurtos frecuentes que no se contabilizan, como el de ruedas o sillines. "De eso mejor ni hablar; lo mejor es llevar complementos de baja calidad para no atraer al ladrón", añade Daniel.
Más allá de la colocación de candados, barrera que los ladrones no tienen demasiados problemas en superar, existen otros métodos de prevenir los robos. Por una parte, algunas ciudades como San Sebastián o Vitoria, entre muchas otras, disponen de un registro de bicicletas. Además, aquel que quiera asegurar aún más su medio de transporte, puede colocar en su manillar un adhesivo negro difícil de arrancar que incorpora un código de barras que identifica a la bicicleta o un tornillo de similares características.
Por otra parte, en marzo de 2009 se constituyó la Red de Ciudades por la Bicicleta, que busca facilitar y hacer más segura la circulación en bici el las ciudades. El presidente de esta asociación es el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza.
"Las medidas de seguridad son escasas para evitar que los ladrones roben. Son capaces de romper los candados más sofisticados", lamenta Judith. Una mayor conciencia ecológica se traduce en más kilómetros de carril bici, más aparcamientos, más desplazamientos y, sobre todo, más bicicletas. "Es normal que haya más robos, pero a los usuarios nos gustaría que todo estuviera algo más vigilado", reclama.
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