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Reportaje:

Del Vietnam al Jubileo

Martin Sheen estrena en Santiago la película sobre el Camino dirigida por su hijo

Santiago

El rostro de Martin Sheen quedó grabado en la memoria colectiva desde la secuencia inicial de Apocalypse Now!. A las órdenes de Francis Ford Coppola, borracho, en el día de su 36º cumpleaños y dos jornadas antes de sufrir un infarto, el actor con padre de Salceda de Caselas interpretó una de las escenas más turbadoras del cine estadounidense de los setenta: el trauma de los agresores en la guerra del Vietnam se materializaba en un soldado desquiciado. Aquel hombre, de nombre real Ramón Antonio Gerardo Estevez (Dayton, 1940), estuvo ayer en el Teatro Principal de Santiago. Lejos de los años del Hollywood rebelde, más conocido por su papel de presidente de Estados Unidos en la teleserie El ala oeste de la Casa Blanca que por dar rostro a la impotencia imperial yanqui, Sheen es en The Way [El Camino] un médico viudo que peregrina a Santiago por la ruta francesa.

Emilio Estevez define el filme como "carta de amor a España"
"Somos gallegos que nunca nos fuimos y hemos vuelto", aseguró

"La única dificultad que encontré fue el río", sentenció a las primeras de cambio. Respondía, después de su hijo, el cineasta y director del filme Emilio Estevez, a la pregunta por los obstáculos del rodaje de la peatonal road movie. "La película, una carta de amor a España que honra a mi abuelo gallego, fue bendecida desde un principio", afirmó, sin asomo de ironía, Estevez, antes de explicar la problemática de dirigir a Martin Sheen: "Le he tenido que decir que caminase más despacio, parecía tener prisa por llegar a Santiago". E igual que para rodar la legendaria apertura de Apocalypse Now! bebió hasta perder el sentido, Sheen no quiso rodar su peregrinación con la mochila vacía. El método de los viejos actores de método. "John Huston decía que su actor preferido era su padre Walter", recordó, divertido Emilio Estevez, "así que tendré que decir lo mismo". A su lado, Martin Sheen reaccionó con retranca: "¿Qué dices, que tu actor favorito es Walter Huston?".

The Way, producido por Filmax, la empresa del fonsagradino Julio Fernández que el pasado septiembre presentó un concurso de acreedores, parece una película ajustada al discurso de la Xunta sobre el Camino de Santiago. "Lo importante en la película, la gran película del Xacobeo, es la transformación de los personajes", señaló el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, "el viaje exterior, pero también el interior". La insistencia de Varela en la dimensión espiritual de las peregrinaciones enseguida encontró respaldo del actor: "No imaginan lo satisfactorio que es volver aquí al día siguiente de la visita del Papa".

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La visita de Ratzinger a Santiago, más allá de objetivos pastolares y ataque a la herencia ilustrada de Europa, también sirve para el marketing indirecto. "Estratégicamente, hicimos coincidir el estreno mundial de The Way con el viaje del Papa", expuso el productor Julio Fernández, "una plataforma de primera línea con medios de comunicación de todo el mundo". El propio Roberto Varela se sorprendió del poder de convocatoria en la rueda de prensa previa al preestreno de la película de Estevez, que sale en 150 salas españolas a la vez el 19 de noviembre y en cuya banda sonora figura Berrogüetto. Y ha sido proyectada, fuera de concurso, en el festival de Toronto.

Emilio Estevez presumió, además, de los resultados de The Way en los pases de prueba en Estados Unidos. Esto es cine industrial y cada película se somete a análisis de público para ver cómo será consumido. "En Sacramento, Denver, Dallas, Detroit o Nueva York, la respuesta de los espectadores en pases de 200, 300 o 400 personas fue abrumadora", aseguró Estevez. Y en línea con el leit-motiv promocional del proyecto, ese éxito da alas al cineasta: "El Camino de Santiago no es tan conocido en América y The Way puede ayudar".

Y eso que Martin Sheen, hijo de gallego e irlandesa, admitió haber oído hablar de Santiago de Compostela "durante toda la vida". "Pero sólo en los diez últimos años pensé que se podría hacer realidad una peregrinación", añadió, "de alguna manera, esta película es una forma de hacer realidad mis sueños". Ni el protagonista de la película ni su hijo y director, sin embargo, caminaron los 840 kilómetros que separan el sur de Francia de la Catedral de Santiago. Esto es ficción, y no documental, a pesar de que los dos gallego-americanos expresaron su deseo de andar algún día la antigua ruta del cristianismo paneuropeo.

"Somos profundamente gallegos que nunca nos fuimos pero que hemos vuelto", poetizó, casi al final de su comparecencia, Emilio Estevez. Y cerró con una recomendación, a pregunta de una estudiante, sobre lo más importante para inciar una carrera en la industria cinematográfica: "Estudiar medicina". Su padre evitó tanta socarronería pero no el punto tópico: "Hay que llevar tu sueño muy adentro y perseguirlo pase lo que pase".

De izquierda a derecha, el conselleiro Roberto Varela, Martin Sheen, Emilio Estevez y el productor de <i>The Way</i>, Julio Fernández.
De izquierda a derecha, el conselleiro Roberto Varela, Martin Sheen, Emilio Estevez y el productor de The Way, Julio Fernández.ÓSCAR CORRAL

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