"Amo el baloncesto, pero hay cosas más importantes"

"Cuando me hice la ablación cardíaca sabía que iba a volver a jugar. Ahora sé que de esta decisión no hay retorno. Amo el baloncesto, pero hay cosas más importantes. No me arrepiento". De manera imprevista, con estas frases, se cerró una brillante carrera de 17 años en el baloncesto profesional, la del pívot argentino Fabricio Oberto (Las Varillas, 1975). El corazón le avisó hace tres años. Se operó el 5 de junio de 2009 en Austin, donde cumplía su cuarta temporada con San Antonio Spurs, con el que ganó el anillo de la NBA en 2007.

Se recuperó. Jugó 54 partidos con Washington. Siguió bajo una estricta vigilancia médica. El pasado verano le pusieron un Holter, un dispositivo electrónico que registra el electrocardiograma del paciente, y las pruebas fueron satisfactorias. Sufrió una lesión, estuvo varios meses sin equipo y a punto de perderse el Mundial. Nocioni, su compañero en la selección, le animaba. "Para llegar a los Juegos de Londres por lo menos ponete a jugar en la Liga de Córdoba. Algún equipo te tiene que querer", le imploró el Chapu en una conversación en la que también estuvo Ginobili, la figura de los Spurs. "Yo me quiero quedar cerca de ustedes. Yo voy a Londres aunque sea como jefe de equipo", respondió Oberto. Finalmente pudo disputar el Mundial en Turquía, y después acabó fichando por los Blazers de Portland, un equipo sobre el que parece planear una maldición, especialmente sobre sus pívots, con Oden, Przybilla y Pendergraph en el dique seco, y ahora lo suyo.

"Me vinieron unos mareos y me preocupé mucho. Lo lamento un montón"

Esta semana, en un partido en Milwaukee, Oberto volvió a notar molestias. "Me vinieron unos mareos y me puse nervioso. Me preocupé mucho. Lamento un montón no poder seguir jugando con estos chicos. Lo estaba pasando muy bien y el equipo empezaba a funcionar", comentó tras anunciar su decisión antes del encuentro que los Blazers perdieron ante Oklahoma por 107-106, sin el concurso de Rudy Fernández, con molestias en la espalda.

Oberto, ex jugador del Baskonia, con el que ganó la Liga y la Copa del Rey en la temporada 2001-2002, y del Valencia, con el que logró la Copa ULEB en 2003, y campeón olímpico con la selección argentina en 2004, lo deja con 35 años. El corazón le avisó y él ha decidido hacerle caso.