Barberá aplaza la colocación de videocámaras en el Jardín del Turia

43 videocámaras debían de reducir los delitos en el antiguo cauce del Turia de Valencia. Así vendió hace más de un año la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, la instalación de estos ojos que debían de velar por la seguridad de los vecinos. Los presupuestó en 620.000 euros y los incorporó al Plan Confianza, programa de inversiones de la Generalitat, pero hasta la fecha no se ha licitado. Desde el pasado junio, que recibió el visto bueno de la Comisión de Videovigilancia, las cámaras siguen sin presupuesto. Según el concejal delegado de Seguridad de Valencia, Miquel Domínguez, el proyecto se afrontará progresivamente.

De las 43 cámaras pedidas en su día por el Ayuntamiento de Valencia, el número se reducirá. Se colocarán, sobre todo, según el Consistorio, en las rampas de entrada y salida del antiguo cauce para que sea posible utilizar las imágenes en el caso de que se cometan delitos o se detecten actos vandálicos.El proyecto de Barberá se debatió en la Comisión de Videovigilancia, de la que forman parte, entre otros, el Tribunal Superior de Justicia, el fiscal, el Abogado del Estado, un representante del Gobierno y otro de la Federación Valenciana de Municipios.

La delegación del Gobierno no era partidaria de la colocación de cámaras. A su modo de ver, los datos de criminalidad no lo justificaban -no son tan altos en esa zona- y además por la noche las cámaras no funcionan adecuadamente por la falta de luz. Los informes preceptivos exigidos por la comisión exigieron que no se instalasen cámaras en zonas de actividades -por ejemplo, en las zonas de césped- para no invadir la privacidad de los particulares. Ni tampoco que filmasen viviendas cercanas. Después de trámites arriba y abajo, tras conseguir la autorización, el proyecto no ha salido a licitación cuatro meses después de su aprobación definitiva. Eso a pesar de las prisas del Gobierno local, que ya dio luz verde al proyecto en 2009.

La autorización para instalar las cámaras se dio el pasado 1 de junio por un periodo máximo de un año, sin grabación de sonidos y repartidas a lo largo de los 12 tramos del antiguo cauce del Turia. Las zonas donde había previstas más videocámaras eran los tramos entre los puentes de San José y de la Trinidad, con seis cámaras, y entre los puentes del Mar y del Ángel Custodio.

Otras experiencias

Al día de hoy, fuentes municipales aseguran que todavía no se han licitado ni la redacción del proyecto ni la propia instalación de cámaras. El Consistorio anunció que lo hará con cargo al Plan Confianza este otoño, dado que en los presupuestos municipales para este año no hay nada consignado. Hasta que no se liciten no se conocerá el número definitivo de cámaras.

Está previsto que las cámaras estén conectadas a la sala del 092.

Otras ciudades españolas han optado por la fórmula de videocámaras como antídoto contra la delincuencia. Es el caso de Madrid, en pleno barrio de Lavapiés, donde vecinos y comerciantes fueron los que reclamaron su instalación por motivos de seguridad.

Los nueve kilómetros de longitud del antiguo cauce del Turia, que de día acoge a miles de deportistas y paseantes, quedan prácticamente vacíos por la noche. En la actualidad ya existen videocámaras ubicadas en el antiguo cauce, concretamente en la zona del Parque Gulliver y en el entorno de la Ciutat de les Arts i les Ciències.