"Guardiola no sabe gestionar a 22 estrellas, Mourinho sí"
Se presenta con más de una hora de retraso -el Milan se entrena a las tres y él quiere comer antes: gnocchi y tiramisú es el menú-, sonriente y relajado. Parece otro. Da un fuerte apretón de manos y se sienta. Es jueves y Zlatan Ibrahimovic (Malmoe, Suecia; 29 años) tiene el día hablador. Se le cambia la cara solo cuando habla del Barcelona y de Pep Guardiola. Aficionado a la pesca, dice que todavía no ha encontrado un sitio para pescar: "Está en manos de uno de los médicos del Milan...".
Pregunta. ¿Qué le hace feliz?
Respuesta. Ver que la gente que me rodea es feliz.
P. Si mira atrás, ¿qué ve?
R. El Ajax... Mi primer año allí no fue fácil. Era mi primer campeonato como profesional, en una ciudad nueva, en un equipo nuevo, con un idioma nuevo. Fueron 12 meses de fatigas y dificultades. Aprendí a jugar como podía.
"El problema de Pep es que quiere ser perfecto siempre. Tiger también quería..."
"En el Barcelona aprendí que algunas personas cambian de idea muy rápido"
"El público italiano me estimula más. Transmite más emoción y tensión"
"Yo era individualista. Luego aprendí que con el equipo se llega más lejos"
P. Desde entonces ha estado en cuatro equipos. ¿Le pesa esa imagen de hombre con maleta?
R. No, porque allá donde he ido he ganado y eso significa que he hecho algo bueno. No soy un jugador de estar 20 años en el mismo club porque, cuando haces algo en un equipo y te ha salido bien, no tienes luego motivaciones, dejas de crecer y, si quieres seguir aprendiendo, tienes que cambiar. Me fui del Ajax a la Juve para dar el salto. La Juve bajó luego a Segunda y a mí no me interesaba la Serie B y me fui al Inter. Allí estuve tres años y gané todo lo que se podía con el equipo que había. Decidí irme al Barcelona porque era el mejor.
P. Y porque jugaba el mejor fútbol, ¿no?
R. Me fui porque, después de tres años, ya no me sentía bien. Hicimos historia y aprendí.
P. ¿Qué aprendió en el Barça?
R. Que el fútbol cambia muy rápido, en tan solo 24 horas.
P. ¿A qué se refiere?
R. A las opiniones de algunas personas... Cambian muy rápido. Eso sí, en el campo juegan el mejor fútbol del mundo.
P. Parecía que no encajaba en ese fútbol. Se le ve mucho más cómodo en el calcio.
R. Es diferente. Aquí no están todos dentro de la dinámica del juego. Los equipos dependen de los tres o cuatro jugadores que marcan las diferencias. Los demás están para hacer el trabajo sucio. En el Barça los 11 están activos. Todos participan. Juegas a no perder la pelota, a atacar, pero no con tres, sino con siete.
P. ¿Qué le parece ahora jugar en estadios medio vacíos?
R. En España también lo estaban.
P. ¿Cuáles?
R. Si juega el Barça, está lleno, claro, igual que el Milan cuando viaja. Pero el de un Hércules-Getafe no está lleno. A mí el público italiano me estimula más. Es más activo, canta y no para. En Barcelona se divierten de forma diferente: miran, sí, y aplauden si ven una jugada bonita. Aquí transmiten más emoción y tensión.
P. ¿Por qué no le gustan los periodistas?
R. En Suecia he tenido malas experiencias. Todos los periodistas hacen lo mismo. Escriben su historia para vender periódicos. A más historias negativas, más ventas. Escriben para trepar y subir peldaños. Al menos, en Suecia. Aquí, no sé. Nunca los he buscado, nunca los buscaré para hablar. Hablo en el campo.
P. ¿Cómo es el vestuario del Milan?
R. Se respira una atmósfera fantástica, hay buen rollo y da igual si eres brasileño, africano, sueco o checo.
P. ¿Distinto al del Barcelona?
R. En el Barça no había jugadores tan maduros como aquí.
P. Siempre se le ha reprochado ser egoísta en el campo. Thiago Silva ha dicho que Ibrahimovic trabaja para sí mismo y también para el equipo. ¿Qué significa eso?
R. Cuando empecé, era más individualista. Era una necesidad que tenía para alcanzar cierto nivel. Luego, creces como jugador y como persona y entiendes que el equipo es más importante que tú porque con el equipo puedes ganarlo todo y es más fácil hacerlo con ellos que solo. Trabajando para el equipo, llegas más lejos.
P. ¿Y cuándo se dio cuenta?
R. Es automático. No sabría decir cuándo. Te vas dando cuenta poco a poco, cuando pierdes y cuando ganas. A mí me pueden dar todo tipo de consejos, pero no puedo cambiar en 24 horas porque tengo mi personalidad y mi estilo de juego.
P. Este año, en el Milan, se ha encontrado con un técnico [Allegri] más joven y sin la experiencia y la personalidad de Capello y Mourinho.
R. Bueno, eso todavía no se sabe [suelta una carcajada]... Parece más tranquilo que Capello y Mourinho, sí, pero porque las cosas están yendo bien... Tiene pinta de que Allegri también puede cabrearse, y mucho.
P. ¿A Mourinho qué es lo que le enfadaba?
R. No lo sé. Sé que con el equipo se partía de risa y en las salas de prensa se divertía. Los periodistas tienen miedo de enfrentarse a él porque lo contesta todo. Es un tipo preparado, inteligente. ¿A usted no le gusta o qué?
P. Yo me limito a preguntar... ¿No le resulta exagerado?
R. No. Si hubiera sido exagerado y no hubiese ganado, le habría contestado que sí. Pero ha ganado y seguirá ganando. Me gusta cómo trabaja. Es intenso, concentrado... Y, como es distinto de todos los demás, a ustedes les parece que se pasa. Es su forma de trabajar. Es como decirle a un jugador "¡no puedes regatear!". Cómo no lo va a hacer si es su cualidad. Mourinho tiene la suya. Por eso es The Special One.
P. ¿En qué lo era con usted?
R. Me estimulaba antes y durante los partidos y a veces también después. Es un ganador. Su mentalidad y personalidad están volcadas en ganar. Y gana. Lo bueno es que, cuando hacía algo mal, no me comía, pero sí me lo reprochaba. Es importante para un futbolista saber qué has hecho mal. Pasé un año bueno con él. Llegó al Inter para ganar la Champions, la ganó, gracias y hasta luego.
P. Visto lo visto, el que se fue demasiado pronto del Inter fue usted, que se quedó sin ganar la Copa de Europa.
R. Antes de que pasen las cosas no se puede saber lo que ocurrirá... Pero, al final, tenía razón Mourinho.
P. ¿Qué tipo de entrenador es Guardiola?
R. Para mí, es un gran técnico con poca experiencia. Es demasiado joven para gestionar un grupo con 22 estrellas y 22 personalidades distintas. Algunas, además, con gran personalidad.
P. Públicamente, Guardiola siempre le ha defendido [interrumpe la pregunta]...
R. Su problema es que quiere ser perfecto siempre. También Tiger Woods quería ser perfecto...
P. ¿No lo es?
R. En el Barça, cualquiera puede ser entrenador. Cualquiera puede entrenar a un equipo con esos 22 jugadores. Para mí, incluso, no sería difícil hacerlo. Dicen que han ganado seis títulos, pero ¿quién no lo haría con ese equipo? El Barça no es una escuela en cuanto a grupo. El Ajax sí lo era. No había problemas si la cagabas o te peleabas con alguien. En el Barça todos van a entrenarse y nadie dice nada... En el Inter, Milan, Chelsea, Manchester es distinto porque hay 22 jugadores y cada uno se cree el mejor. En el Barça seguro que también, pero nadie lo decía. Todos estaban callados porque eran low profile [perfil bajo]. Gestionar una plantilla de 22 jugadores con personalidad no es fácil, Guardiola no lo sabía hacer. Mourinho, sí.
P. ¿Hay algún compañero con el que se ha peleado de verdad?
R. Con Zebina en la Juve. También tuve un pique con Van der Vaart: lo vendieron como pelea y era una gilipollez. Yo, cuando voy a un equipo, mato por mis compañeros porque quiero ganar y cuando yo gano también ganan ellos.
P. ¿Qué Madrid se espera?
R. Divertido. Tengo expectación por ver a Mourinho.
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