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Sórdidas violaciones en familia

El juez concreta la imputación de dos padres por intercambiar y abusar de sus hijas

Javier Martín-Arroyo

El juez Juan Gutiérrez ha imputado a dos hombres, cuñados entre sí y padres de ocho menores, de abusos sexuales con acceso carnal continuado, delito de corrupción de menores y de abandono de familia por supuestos abusos sexuales sobre tres de sus hijas cuando tenían seis y siete años. Las violaciones se descubrieron en 2008 y los padres estuvieron ocho meses en prisión preventiva.

El caso se hizo público el pasado febrero y ahora el titular del Juzgado 16 de Instrucción de Sevilla ha dictado un auto de incoación de sumario en el que concreta los supuestos delitos cometidos por los dos padres, de iniciales A. M. M. y J. P. R. y unos 40 años, y por dos amigos de la familia que también cometieron supuestos abusos, además de las madres de las niñas, por conocer las agresiones y no impedirlas.

Los hombres están acusados de abusos sexuales con acceso carnal continuado
Las tres niñas que sufrieron los abusos tenían entre seis y siete años

Los dos matrimonios convivían en un pequeño piso del barrio sevillano de Los Pajaritos con sus ocho hijos en un ambiente sórdido. Una maestra identificó un indicio de maltrato y los forenses confirmaron las lesiones recientes de las niñas. A continuación, intervino el servicio de protección de menores de la Junta, que declaró a los niños en desamparo y prohibió a las familias acercarse a ellos.

Los psicólogos interrogaron a las tres niñas que supuestamente sufrieron las violaciones durante un año en distintas entrevistas. "Hay dos testimonios que son veraces y uno con cierta contaminación que no permite apoyar con claridad la hipótesis de abuso sexual intrafamiliar, obteniendo más peso la hipótesis de abuso extrafamiliar", concluía el informe de los expertos. El pasado febrero las niñas ratificaron sus testimonios a las preguntas de un psicólogo redactadas por el juez, la fiscalía y los abogados defensores, para evitar su presencia en el juicio oral y que sus pesadillas se multiplicaran.

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Cuatro meses después, el fiscal concretó su acusación contra los padres por las supuestas violaciones continuadas de sus respectivas sobrinas y contra las madres por "corrupción de menores" y "abandono de familia", al ignorar su deber de protegerla. Sin embargo, el ministerio público consideró que las pruebas contra los dos amigos de la familia no eran concluyentes y les excluyó en su acusación.

Por su parte, la Junta, presente como acusación popular en defensa de los ocho niños que mantiene acogidos, ha ido mucho más allá que la fiscalía en su petición. El letrado de la Administración implica a los cuatro hombres como supuestos violadores y a tres mujeres como conocedoras de los abusos. A uno de los padres le acusa de abusar de sus tres hijas y una sobrina, y al otro de abusar de una sobrina. El abogado acusa a los dos amigos de abusos y tocamientos de dos niñas, y a las dos madres de "favorecer encuentros entre agresores y menores". A la madre de las tres niñas supuestamente abusadas, le achaca cinco delitos continuados de abusos sexuales por cooperación necesaria.

Tras el verano, el juez ha concretado la imputación contra los seis implicados y previsiblemente en breve decidirá a quién procesa. "La causa en cuanto a su contenido y finalidad se encuentra ya suficientemente instruida", aclara el magistrado en su auto. La complejidad de la instrucción radica en el tiempo transcurrido desde los abusos, pero sobre todo en que estos fueron continuados, de ahí que no se les impute a los padres violaciones en fechas concretas.

Mientras, la defensa de una de las parejas acusadas ha pedido nuevas declaraciones y que se investigue la relación de los abusos con el tráfico de drogas y el ambiente de prostitución que las menores habían frecuentado, aunque el juez ya ha rechazado estas dos últimas peticiones. "El tema está sin instruir porque dista mucho de estar medianamente centrado en cuanto a la autoría de los hechos. Hay indicios poderosos que apuntan en otra dirección a la teoría que baraja el juzgado. Sin embargo, el instructor siempre ha mantenido que esas versiones no son objeto de la causa. No ha habido investigación policial, solo la declaración de las profesoras", censuró el abogado José Javier Toucedo.

Tras destaparse los abusos en mayo de 2008 y la posterior investigación, ahora el juez está pendiente de procesar a los responsables de este sórdido caso.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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