Las 21 mayores inmobiliarias ganan 445 millones menos en dos años

En el año 2006 las 21 mayores empresas inmobiliarias valencianas ganaron 423 millones de euros. En 2007 ganaron 219. En 2008 perdieron 22 millones. Al cierre de ese ejercicio, el último ejercicio disponible en el Registro Mercantil, sus existencias (viviendas, solares, terrenos...) estaban valoradas en 3.800 millones de euros, el equivalente a tres años de actividad en el sector. Su deuda era sólo ligeramente inferior. Ningún sector retrata mejor el ascenso y la caída que la economía ha experimentado en los últimos cinco años.

"Hasta 2008, el sector inmobiliario fue el motor de la economía en la Comunidad Valenciana. Sin él no podríamos entender el crecimiento en Producto Interior Bruto y en empleo", afirmó ayer Bernardo Vargas, coautor del informe de KPMG sobre las inmobiliarias.

"Hasta 2008, fue el motor económico" valenciano", afirma KPGM

"Sin él no podríamos entender el crecimiento del PIB y del empleo", añade

Las ventas de las 21 empresas descendieron un 20% en 2008 en términos reales (un cambio en el sistema de contabilidad, más estricto a la hora de computar ingresos, reduce la caída formal al 10%). Y el empleo se redujo en términos similares. En 2009, indicó Juan Latorre, responsable de la compañía auditora en Valencia, la contracción de las ventas fue superior al 30% en el conjunto del sector.

A pesar de ello, Latorre se mostró convencido de que las empresas analizadas padecen más un problema de liquidez que de solvencia, ya que a finales de 2008 tenían un patrimonio de 1.700 millones de euros, "mucho dinero". En un escenario normal, la reducción en 2009 debió representar como mucho 300 millones de euros, afirmaron los socios de KPMG, de modo que su colchón patrimonial continuaría siendo importante.

Alguna inmobiliaria reestructuró su deuda en 2008, pero el grueso de las grandes lo hizo en 2009, lo que les proporciona cierto margen de maniobra. Aunque todo dependerá, admitieron, de cómo evolucione el mercado.

La fotografía realizada por KPMG es antigua porque la información se remite al Registro Mercantil hasta un año y medio después de cerrar el año. Pero recoge el momento clave de cambio de ciclo, aunque los años anteriores al analizado fueran aún mejores, y los siguientes, peores. En relación con esto último basta decir que en 2008, el año objeto del estudio, de las 21 empresas 12 se mantuvieron en beneficios, pero los resultados de las nueve restantes inclinaron la balanza hacia las pérdidas. "En 2009 lo que será raro será encontrar alguna con beneficios", señaló Latorre.

Los analistas de KPMG admitieron que una bajada más acusada de los precios facilitaría el cruce de la oferta y la demanda, contribuyendo a reactivar la actividad. Una opinión en la que coinciden muchos expertos. Pero las empresas se encuentran limitadas en ese terreno, añadieron, por los préstamos bancarios: deben venderlos los pisos por un importe que permita, al menos, saldar el crédito. O llegar a un acuerdo con la entidad financiera para venderlos por debajo de ese límite y decidir cómo se distribuyen las pérdidas.

El sector inmobiliario requiere mucha financiación en una situación normal. En 2008, en un momento crítico, las cargas financieras aumentaron en 131 millones de euros, hasta los 269 millones, lo que supone un aumento de prácticamente el 100% respecto al año anterior.

En los buenos tiempos, "por la rentabilidad excesiva", las empresas tendieron a "hacer de todo": viviendas de protección oficial, primeras y segundas residencias, complejos residenciales asociados a campos de golf... KPMG cree que en el futuro las inmobiliarias deberán especializarse. Seguirán viniendo turistas y vendiéndose casas a los extranjeros, afirmó Latorre, pero el tratamiento hacia ese mercado deberá ser distinto y basarse en la calidad, porque el viejo modelo ha muerto.