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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Europa recupera pulso

La cumbre de la UE toma decisiones clave sobre la banca y la política presupuestaria

El Consejo Europeo con el que concluye la presidencia semestral española de la UE resultó fructífero. Las medidas adoptadas ayer sobre la banca y las transacciones financieras, así como la primera luz verde a una coordinación presupuestaria más rigorista, el endoso de la estrategia económica a medio plazo de la agenda 2020 y el apoyo a los planes de austeridad de los Gobiernos mediterráneos, destacadamente el español, constituyen un paquete de decisiones sustanciales.

Aunque habrá que estar atentos al detalle de cómo se desarrollan estos acuerdos de principio, el solo hecho de haberlos alcanzado acredita una significativa recuperación del pulso y la voluntad de una UE que en los últimos meses ha exhibido demasiada desorientación, descoordinación y ausencia de rumbo. Casi todas las medidas adoptadas cabalgan en la dificultad de combinar la urgencia de la coyuntura y el largo plazo de las apuestas estructurales. Esa circunstancia les dota de un interés mucho mayor que anecdótico, colocándolas en la senda de una necesaria unión económica, esperemos que no de mínimos.

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Así sucede con las pruebas de resistencia a los bancos de importancia sistémica. Se publicarán, como propuso España, en una demostración de transparencia que debería servir para atajar rumores y demostrar los (todavía) altos niveles de solvencia de bancos como los españoles. Y sería deseable que este deber se impusiera como una rutina periódica: mejor a toda la banca, puesto que se ha demostrado que en coyunturas de crisis las convulsiones en entidades incluso muy pequeñas provocan graves turbulencias.

El paquete financiero se completa con un nuevo impuesto a los bancos, que se pretende exportar a todos los países del G-20, y está orientado a financiar su autorrescate cuando se produzca una nueva crisis, con el recordatorio de que fueron ellos los que desencadenaron la recesión. También se añade un impuesto sobre las transacciones financieras pensado sobre la añeja y siempre descartada tasa Tobin. Falta la letra pequeña en ambas medidas, pero su sola formulación ya es revolucionaria. Sería bueno que parte de los recursos allegados se atribuyese a financiar el relanzamiento económico, que la inevitable austeridad pone en peligro.

El espaldarazo dado por los Veintisiete al giro realista de la política económica española y a la tarea de consolidar su imagen de solidez frente a los mercados fue contundente. "No hay problemas" en la situación de España, dijo Sarkozy. "Apoyamos claramente" la reforma laboral emprendida, añadió Merkel. También se elogió la conducción del semestre español, que requerirá un balance detallado. Corto, azaroso y atenazado por los envites de una dramática segunda fase de la crisis, la de la deuda soberana, concluye con una cumbre que ha fraguado decisiones. Si se quiere que sean eficaces, deben ejecutarse a buen ritmo. Recuperando así el tiempo perdido antes de adoptarlas.

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