El PSOE cambia la ley de Aguas al votar por error 29 enmiendas del PP

El pleno del Parlamento andaluz fue ayer el escenario de la demostración palmaria de que los diputados no saben lo que votan y que siguen a pie juntillas lo que le dictan sus jefes de filas, aunque estos se equivoquen. Un error en la indicación de voto por parte del nuevo secretario del grupo socialista, José Muñoz, indujo ayer a todos los diputados del PSOE a pulsar el botón del sí a un paquete de 29 enmiendas presentadas por el Partido Popular a la ley de Aguas, cuando lo previsto era rechazarlas. Esta es la primera vez que ocurre un fallo de este calibre en la votación de una ley, según admitieron fuentes parlamentarias, que no recordaban ningún precedente similar en 28 años.

El reglamento permite corregir el texto cuando es "incongruente"

Las modificaciones aprobadas convierten la ley, una de las más importantes de la legislatura, en un texto incongruente, con duplicidad de órganos, artículos que dicen una cosa y la contraria. Esto no quiere decir que la norma vaya a quedar así. La equivocación se puede subsanar porque así lo contempla el propio Reglamento de la Cámara en su artículo 122, por lo que el PSOE podrá deshacer su propio entuerto.

Muchos diputados socialistas estaban ayer consternados con lo ocurrido y atribuían a la bisoñez de Muñoz el fracaso en la aprobación de la ley de Aguas durante su tramitación final. Muñoz es diputado desde hace 10 años, pero lleva sólo dos plenos como secretario del grupo, a raíz de los cambios ocurridos en el PSOE desde su congreso extraordinario.

Cuando estaban votando la ley, algunos diputados socialistas se extrañaron de que fueran a apoyar tantas enmiendas al PP, cuando precisamente en el debate que se produjo momentos antes entre la portavoz popular, Carolina González Vigo, y el socialista, Fidel Mesa, quedó patente las discrepancias de ambos grupos sobre el contenido de la ley.

Cuando hay que decidir sobre muchas enmiendas, como era el caso de ayer, la Mesa, a petición de los grupos, las suele agrupar, de manera que se aprueban o rechazan por bloques en distintas votaciones. Según fuentes socialistas, algunos diputados advirtieron a Muñoz de que eran demasiadas las enmiendas, un total de 29, y que además unos momentos antes habían aprobado dos del PP, por lo que "lógico" era que las 29 modificaciones hubieran figurado en ese paquete. Pero Muñoz mantuvo la orden de votar a favor.

El portavoz socialista, Mario Jiménez, reconoció el "error propio" del grupo socialista a la hora de indicar el voto y lo consideró subsanable. El Reglamento de la Cámara contempla corregir este traspié en el plazo de 48 horas cuando "como consecuencia de la aprobación de un voto particular o de una enmienda o de la votación de los artículos, el texto resultante pudiera ser incongruente u oscuro en alguno de sus puntos". Ahora el texto de la ley de Aguas aprobado volverá a la comisión parlamentaria que dispondrá de hasta un mes para proponer una redacción "armónica" y regresará de nuevo al pleno para su votación. IU pidió que se aplique el Reglamento. Jiménez confió en que el PP "no monte una pataleta".

"Después de mi intervención, el PSOE ha recapacitado y han votado a favor de las enmiendas", dijo la popular González Vigo luciendo una extraordinaria sonrisa para explicar lo sucedido. La diputada instó al PSOE a presentar un nueva ley y puso el acento en que durante el proceso de tramitación de la norma tanto en ponencia como en comisión el PSOE mantuvo una posición "intransigente" negándose a negociar ni una de las 63 enmiendas registradas por su grupo.

Tras la supuesta aprobación de la ley, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se hizo una foto con representantes de varios colectivos de regantes a las puertas del Parlamento.